Las fronteras son lindes convencionales para separar pueblos, naciones, estados y otros códigos humanos o sociales que rompen la homogeneidad. Hay fronteras reales y artificiales. Las que han creado la historia a golpe de siglos, de guerras, de invasiones y migraciones y las que se han dibujado con tiralíneas en un Estado Mayor o en una conferencia internacional para repartirse territorios conquistados. Los conflictos mundiales siempre se originan cuando se modifica una frontera y cuando se pretende apoderarse de un territorio ajeno.
Las guerras en África tienen muchas causas pero una de las principales es la arbitrariedad de las fronteras trazadas en la conferencia de Berlin en 1885 para repartirse el continente con criterios coloniales, políticos y económicos de las potencias europeas.
Las fronteras balcánicas se han cambiado muchas veces en los últimos siglos. Todavía estamos en ello con la probable independencia de Kosovo y la reciente aparición de varios estados nuevos con la desintegración de Yugoslavia. La voladura de la Unión Soviética comportó miles de kilómetros de nuevas fronteras.
El ya endémico conflicto entre Israel y los palestinos se origina por el trazado de fronteras. Se han librado varias guerras desde 1947 y la paz no llegará finalmente sin un acuerdo fronterizo. Lo mismo cabe decir de las líneas divisorias de varios países latinoamericanos que no aceptan el trazado de sus límites estatales. Ecuador y Perú se amenazan de vez en cuando y Bolivia culpa a Chile de no tener salida al Océano Pacífico.
Cuando a las fronteras políticas entre estados se añaden elementos étnicos, religiosos o de pueblos y naciones fragmentados por las fronteras de estados artificiales, el problema es insoluble.
Es el caso del pueblo kurdo que no consiguió la independencia después del reparto del Imperio Otomano al perder la Gran Guerra de 1914 y que se encuentra desperdigado entre Turquía, Iraq, Irán y Siria. Los turcos no han aceptado nunca sus aspiraciones nacionales ni autonómicas. Los han mal tratado, perseguido y negado su diferencia. La invasión y guerra de Iraq ha permitido que los kurdos agrupados en el partido PKK establecieran bases en Iraq provocando la acción militar de Turquía que ha vulnerado las fronteras atacando a los kurdos en el interior de Iraq.
Turquía no puede pretender entrar en Europa en 2014 si antes no ha resuelto esta cuestión. De hecho, el bombardeo turco sobre enclaves kurdos en Iraq puede detener el ya lento proceso de negociación entre Ankara y Bruselas. Se da la circunstancia, además, que el ejército de Estados Unidos protegió el espacio aéreo de la aviación turca para que pudiera castigar a los kurdos del PKK en el interior de Iraq.
Los turcos se han equivocado y los norteamericanos también añadiendo más tensiones a la presencia de 150.000 soldados en Iraq. Pero la equivocación primera hay que situarla en el trazado de fronteras de 1921 cuando Churchill y Gertrude Bell establecieron sobre el papel las fronteras de Oriente Medio olvidándose de los kurdos.
miércoles, diciembre 19, 2007
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4 comentarios:
Sr.Foix: Hay una frontera que cruzamos cada día en uno y otro sentido, una frontera que separa lo racional de lo iracional, es una frontera imperceptible, somos capaces de estar en un lado y en el otro sin el menor problema. Es la frontera que separa la locura de la cordura y es la que produce todas esas desgracias de las que Vd nos habla hoy.
Nos buscamos problemas cuando no los hay, las fronteras son un signo de nuestro miedo.
Lluís, ya nos dirás quién es tu amigo que cumple cincuenta años.
Este mundo es una selva,siguen la dominación del territorio y la ley del más fuerte en juego.
Ese miedo del que habla Eric,pienso que a veces es infundado y otras, es una respuesta de supervivencia.
En las cavernas,entre las tribus, la lucha territotial, era el pan de cada día;ahora el miedo es,además de producto de nuestro falso ego,es el resultado de nuestra cobardía.
No solventamos nuestros problemas y después no sabemos hacer nuestros los problemas de los demás,aún sabiendo que son tan suyos como nuestros o que los hemos provocado nosotros.
Creo que la Historia,buena o mala,es ayer.Hay que conseguir vivir con fronteras lo mejor hechas posibles y sin barreras para las personas de buena fe.
Cuando en las guerras no sólo se pierdan vidas sino que se pierda dinero,entonces y sólo entonces,buscaremos otra forma de pelearnos ,ojalá que más cívica,que genere de nuevo el beneficio de unos pocos.
Un saludo.
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