martes, mayo 01, 2007

Relato maragalliano, cierto pero surrealista

Nadie ha negado el relato que Pasqual Maragall nos ha servido estos días sobre su accidentada experiencia como president de la Generalitat.

Es bastante surrealista, daliniano si se quiere, que el presidente de un partido que contribuyó decisivamente a la elección del secretario general de los socialistas españoles, Rodríguez Zapatero, y que al frente de los socialistas catalanes se convirtió en el sucesor de Jordi Pujol, salga ahora con un listado de traiciones, malas artes y trampas de los suyos que le vetaron el paso para que fuera por segunda vez candidato socialista en las precipitadas elecciones autonómicas de 2006.

Si las revelaciones de Maragall las hubiera hecho un periodista tendrían el discutido crédito que tenemos quienes hablamos de todo sin conocer a fondo casi nada. Pero el calamar que arroja tinta negra a los correligionarios de su casa y al presidente del gobierno es el que consta como presidente de los socialistas catalanes.

Lo más interesante de esta nueva maragallada es que no es una maragallada sino un descargo de sus pesares personales y políticos sobre quienes le dejaron solo. Aún más, Maragall se desentiende de España, se lava las manos, y busca en un hipotético y borroso Partido Demócrata Europeo su próximo referente.

Si este relato de los hechos es producto de una venganza personal administrada como un pica pica, en frío y desde la distancia, demuestra una gran frivolidad política. El que fue abanderado del federalismo, igualitario o asimétrico, huye hacia adelante, se olvida de su abuelo poeta y dice que con España no hay nada que hacer. De hecho, viene a dar la razón a los independentistas de Esquerra Republicana que él mismo echó del gobierno por no votar a favor de un Estatut que ahora nos dice que no servirá de nada.

Podía haberlo afirmado antes, por lo menos a partir de aquel 30 de setiembre cargado de euforia o incluso después que Artur Mas, Manuela de Madre y Carod Rovira mostraran tanta seriedad y tanta complicidad catalanista cuando presentaron el texto en el Congreso de los Diputados. A buenas horas mangas verdes, reza el refranero castellano.

Lo que importa ahora es saber dónde estamos. Pues estamos donde solíamos, instalados en un victimismo realista, con el miedo en el cuerpo de que el Constitucional tumbe puntos básicos del Estatut y preparándonos para asumir las consecuencias de lo que sería tenernos que tragar una sentencia que iría en contra de la voluntad de la mayoría de catalanes representados en el Parlament y también por un referéndum que aprobó preceptivamente el texto que llegó del Congreso.

La piedra lanzada sobre las aguas del tranquilo y silencioso estanque socialista catalán tendrá consecuencias, incluso en las próximas elecciones municipales.

El gobierno Montilla ha reaccionado con elegancia hacia el presidente de su partido. Como si no hubiera ocurrido nada abundando en la gestión del día a día, con tácticas muy bien pensadas pero sin estrategia a medio plazo y sin construir un discurso como lo tuvo y tiene Pujol o como lo tenía Maragall que ahora se desentiende de España y se refugia en un no nato partido de unos cuantos amigos europeos.

No es prudente hacer predicciones en política. El futuro se inventa siempre y los planes B se improvisan. Si el Constitucional dijera no al Estatut cabrían varias posibilidades. Desde plantar cara, no sé cómo, a pedir formalmente una reforma de la Constitución o volver a la reedición de la Solidaritat Catalana de hace cien años. Un gobierno de unidad catalanista, con CiU dentro por supuesto, e intentar de nuevo alcanzar un pacto en el que todos pudiéramos sentirnos cómodos. No es pedir mucho.

11 comentarios:

´´ dijo...

Este articulo me remite a un libro que recomiendo : DESDE EL JARDÍN de Jerzy Kosinski , editorial anagrama , el personaje del libro sale al mundo real con una cierta edad , solo conoce el mundo de la jardineria pero escala socialmente hasta cotas altas . Es sorprendente pues los Montilla , Rovira , Mas , Maragall ,Duran lleida...... parece que no saldran nunca , ni que sea por probar . Maragall sigue en el jardin ,enboscado .

BartolomeC dijo...

Sr.Foix: Ciertamente no es aconsejable hacer predicciones en política, hacerlo cuando está presente un planteamiento de Pascual Maragall es todavía menos aconsejable. Con Maragall, como ocurre con el dicho de los gallegos , uno no sabe si sube o si baja cuando te lo encuentras por las escaleras de la política, pero lo que está claro es que se mueve y al final muchos no sabemos si subiamos o bajabamos cuando nos lo cruzamos...

Anónimo dijo...

Sr Foix:Nadie le niega a Maragall la veracidad de sus declaraciones,probablemente porque son ciertas,pero creo que hacerlas cuando ya tienes el sueldo y el despachito solucionado no demuestra demasiada valentía.Quiso ser President a toda costa, aunque tuviera que pactar con el diablo.Pues a apechugar,como el resto de los ciudadanos.
Y es evidente que todo este revuelo influirá en las municipales.Ya estamos más que hartos de tanto cretino politizado.Un saludo

Brian dijo...

El comentario de Foix es lógico y sensato, y recoge la realidad de los hechos, pero hay un aspecto de la espantada maragalliana que me gustaría remarcar: la unánime reacción de todos los actores implicados en la farsa, por activa o por pasiva, de poner gesto grave e impostado (como de reina británica en el enésimo escándalo de la familia real) de "stiff upper lips, que aquí no pasa nada". Digo por activa y por pasiva, apuntando a la familia socialista entre los primeros y a analistas y observadores entre los segundos. Me interesa sobre todo este último grupo.

Todos sabemos que el rey (la política de partidos) va desnudo, pero cuando Maragall lo dice en voz alta, ponemos cara de circunstancias y decimos: "ja se sap, un altre maragallada". Sí, una maragallada, pero el rey va desnudo: la disciplina de partido, las listas cerradas, la filosofía del "quien se mueve no sale en la foto", la partitocracia, en definitiva, no sólo es un cáncer que corroe la democracia participativa y aleja el ciudadano del interés por la cosa pública, sino que es la puerta de entrada del populismo, la demagogia y cosas peores. Insisto, todos los reproches que se le hacen a Maragall por irresponsable y frívolo, al decir ahora lo contrario de lo que sostuvo como President de la Generalitat, son absolutamente justificados, pero de todo ese marasmo quiero destacar un hecho: cuando el ex President dice "nos hemos equivocado, el esfuerzo no valió la pena, con esta España no vamos a ningún sitio", además de señalarle como culpable -cierto- hay que examinar a) qué hay de cierto en su denuncia, y b) qué hicimos todos los que le seguimos para evitar el error.

SithWolf dijo...

Maragall siempre ha sido un frívolo... y siempre lo será.

Un equipo inteligente se hubiese desentendido de tipos así... por tanto este gobierno que tenemos no es tan inteligente como nos gustaría.

Isarn

´´ dijo...

brian

Sobre los partidos , hay que mirar la financiación , sobre la prensa hay que mirar la subvenciones . Es un circulo vicioso , en realidad es un teatro ambulante donde los actores ( politicos) y el publico ( la prensa ) juegan a mantener sus posiciones .

Anónimo dijo...

Al final los actores y el publico no sabemos si subimos o si bajamos las escaleras, este tipo de declaraciones consiguen desorientarnos.


J.Vilá.

Anónimo dijo...

///ENRIC///



Yo todavía me estoy frotando los ojos y leyendo lo que ha dicho Maragall.

Anónimo dijo...

Al final Maragall haura sacsejat el tranquil pati del catalanisme !!
Es un pioner ....i ja se sap que passa amb els pioners !!.
Segur que servirà per reformula el catalanisme !!

Anónimo dijo...

Sr. Foix, dice usted:

"Si el Constitucional dijera no al Estatut cabrían varias posibilidades. Desde plantar cara, no sé cómo, a pedir formalmente una reforma de la Constitución o volver a la reedición de la Solidaritat Catalana de hace cien años. Un gobierno de unidad catalanista, con CiU dentro por supuesto, e intentar de nuevo alcanzar un pacto en el que todos pudiéramos sentirnos cómodos. No es pedir mucho."

No veo mal lo de recuperar una Solidaritat Catalana, pero si me permite le sugiero el único "cómo" que se me ocurre: planteando abiertamente un proceso soberanista. ¿Y eso por qué? Porque es ya la opción más razonable. "Un pacto en el que todos pudiéramos sentirnos cómodos" es sencillamente inviable.

Permítame que le cite, tal como sale citado en la página 272 del libro 500 preguntas al nacionalismo español, de Oriol Vidal (http://www.oriolvidal.com): "España no puede permitirse tener a Cataluña en permanente insatisfacción. Puede conllevar el problema a la manera orteguiana o bien puede acoger una Cataluña satisfecha con su autogobierno, con una financiación más justa y con acciones generosas que satisfagan la sensibilidad y sentimentalismo de los catalanes. (...) Pero si de estas negociaciones no sale un texto y un espíritu de consenso podríamos ver en los próximos tiempos manifestaciones millonarias en Madrid contra Cataluña y concentraciones igualmente masivas en Barcelona expresando su rencor hacia España."

Escribió usted esto el 21 de octubre de 2005. No se trata de que nadie sea generoso con los catalanes, Sr. Foix, ni creo que satisfacer nuestro supuesto sentimentalismo sea suficiente (¿lo cree usted? Sí que se conforma con poco, diría yo). Estas "manifestaciones millonarias" en Madrid y Barcelona, en gran parte, ya se han producido. ¿Ahora qué?

El instrumento que la sociedad catalana necesitaba para avanzar (según el 90% de sus representantes) ha fracasado, ha sido mutilado sin piedad ("¿para qué vamos a engañarnos?", dijo Alfonso Guerra). Yo creo que la sociedad catalana no va a quedarse con los brazos cruzados, y que poco a poco irá despertando de su sueño seudofederalista: España no lo comparte. Lo más razonable es que cada cual se organice como más le convenga, y ni los españoles aceptarán reordenaciones federalistas ni los catalanes nos sentimos cómodos, ni satisfechos, en el marco de la España de las Autonomías. La razón y la ley del mínimo esfuerzo se impondrán, y en estos momentos indican que es más razonable (más viable) para la sociedad catalana trabajar para disponer de un Estado propio que cambiar la configuración del Estado español. Sin dramatismos ni "esquinçar-nos les vestidures". Puro sentido común, como escribió Thomas Paine.

Anónimo dijo...

En la línea de Rafael Campillo (pero sin su estilo, exactitud, precisión y buen gusto):

"...e intentar de nuevo alcanzar un pacto en el que todos pudiéramos sentirnos cómodos. No es pedir mucho."

Sr. Foix: o es usted muy tonto o le pagan mucho dinero o debe muchos favores...

¿Es pedir mucho, Sr. Foix, que sera honrado?