miércoles, junio 21, 2006

Maragall pasó de Maquiavelo

Ha arrojado la toalla con elegancia y generosidad, como un caballero que carga con toda la responsabilidad de una batalla perdida. No se va por la puerta pequeña, humillado y derrotado, como algunos querían, sino que abandona el puesto habiendo sido un gran alcalde y el president que hizo posible el Estatut.

Le han clavado los cuchillos en todas las esquinas. Siempre con la guardia baja, con visiones de futuro, vendedor de ilusiones y entusiasmos, daliniano, Maragall ha seguido el guión marcado por los precarios resultados de las elecciones de 2003. El tripartito no respondió a las promesas de una Catalunya progresista, catalanista y de izquierdas.

El carro empezó a marchar por el pedregal desde aquel día de enero de hace más de dos años en que el número dos del gobierno daba vueltas por el sur de Francia para encontrarse con unos etarras que supuestamente le planteaban lo mismo que Zapatero pactaría tiempos después con los terroristas.

Aquel paso en falso de Carod abrió la veda contra el tripartito maragallista que se convirtió en la principal arma que la oposición popular lanzó contra el gobierno Zapatero que sería elegido dos meses después. Todo fue permitido. Catalunya sufrió injustamente ataques basados en mentiras, en suposiciones, en injurias y también en los fallos garrafales cometidos por el propio Maragall y su equipo.

El presidente catalán se olvidó de Maquiavelo y soportó a los traidores de todas las escuderías que le enseñaban los puñales asesinos. Los de la oposición, como es lógico, siempre habían estado en el hemiciclo. Pero los de los amigos, correligionarios, estaban escondidos detrás de las columnas de mármol del poder socialista.

No han llegado a clavarlo porque Maragall ha esquivado el golpe y ha evitado que corriera la sangre. Tras las columnas de Moncloa, Ferraz y Nicaragua aguardaban los Brutos que ahora le reconocerán sus méritos como si su decisión fuera voluntaria. Es la víctima propiciatoria.

Así de cruel y miserable es la política. Recupero una parte del artículo escrito por su abuelo poeta, censurado en 1909, que decía sobre la Semana Trágica que “ara us han cremat l'Iglésia: perdoneu-los, perqué d'ells sí que pot ben dir-se que no saben lo que fan, i que de no saber-ho no en tenen pas tota la culpa”.

Con todos sus errores, a pesar de su brevedad, incluídas las “maragalladas”, se va un vendedor de entusiasmos, un hombre honesto, que deja unos Juegos Olímpicos y un nuevo Estatut para que los que vengan lo administren con inteligencia.

17 comentarios:

Anónimo dijo...

Nada como morir(politicamente) para ser apreciado. Ahora lloveran elogios sobre el profeta del 3%. Yo fui y he sido hasta no hace mucho un entusiasta de Maragall, pero se mire por donde se mire estos dos años de govern tripartit han sido un desastre, tanto de imagen como de gestión, dirigido por él. Pocas decisiones y la mayoría equivocadas.
Haber conseguido sacar adelante el estatut no es merito de govern sino del parlament y encima además en Madrid el proceso no lo ha liderado él sino que fue Zapatero con Mas.
Por lástima creo que llego 4 años tarde al govern y sin el empuje que trajo de Italia despues de sus años sabaticos. Por culpa de eso aguantamos unos 4 últimos años de Pujol y unos 2 últimos de Maragall en los que se veia que la persona que tenía la obligación de liderar estaba ya en retirada y de capa caida. Cataluña en terminos de gestión gubernamental lleva 6 años perdidos y casi diría que dando marcha atras.
Lo único bueno es que el que llegue al poder (sea quien sea) sera alguien con más futuro que pasado, con lo cual no se dedicara a gestionar su lugar en la historia sino a ganarselo.
Adios a un político genial en sus inicios y que se quedo sin fuerzas para liderar el país en su última andadura.

Luis T.

BartolomeC dijo...

Sr.Foix:El president Pascual Maragall se va el día que Vd celebra su santo, no me puede Vd negar que Pascual Maragall es una persona que siempre ha sabido ir de frente y hacer las cosas en el mejor momento, es incluso posible que dentro de poco le añoremos...

Anónimo dijo...

Vd. tiene más información y mas capacidad de anális de la que yo tengo, pero tenía para mi que Maragall, investido President, puso toda su capacidad en actuar como tal al servicio del Principat.
No soy votante del PSC, pero creo que hemos perdido a un político que no se le permitió “ser”.
Si es grave que los personalismo dentro del partido (caso ERC) creen problemas generales, más grave es que descabalguen a alguien por cuestión de ideas. Dicho de otra forma el PSC no compartía el ideario de Pascual Maragall y el PSOE utiliza al PSC según sus intereses españoles. Ahora ya lo sabemos todos. El resultado final es el empobrecimiento y regionalización de la vida política catalana, ya que delante tenemos a CIU que digan lo que digan, traiciono al Parlament y su electorado a ERC que como demuestra su historia no hizo no hace nada positivo por Catalunya a IC cargada de ideología y a un PP que da lo que dá. Lo dicho, lamento la decapitación del President.

´´ dijo...

Los requiems son muy bonitos , pero la realidad es mejor , un desastre de presidente , Maragall es un desastre de politico que crea mas problemas que los que soluciona , eso si, es simpatico .

Anónimo dijo...

Siempre del árbol caído se hace leña. De los fallecidos, el encomio. De acuerdo, pero no nos pasemos. Maragall no ha sido ni el alcalde de los JJ.OO. ni el president de l'Estatut.

Anónimo dijo...

///ENRIC///




Maragall no ha sido nunca mi político predilecto, pero tengo que reconocer que, como dice Bartolomé, iba de frente siempre y por eso se la ha pegado tantas y tantas veces y se la seguiria pegando si siguiese, no es un político al uso y se las han dado todas en el mismo carrillo por ello.

Estos dos años del tripartito han sido un desastre, pero se ha aprobado un Estatut que hacía decadas que no se tocaba ni por el forro por CIU.

R.J.Nieto dijo...

Tienen que seguir liderando el avance de toda España desde Cataluña.

Visita.
http://rjnieto.blogspot.com

Anónimo dijo...

La historia de los últimos años sólo recordará que en Catalunya hubo unos juegos olimpicos y que se aprobó un nuevo Estatut, ya veremos que se recuerda de los proximos.



Josep Vilá.-

Anónimo dijo...

Les lloances als difunts sempre tenen un pél d'hipocresia... i així ho semblen els que actualment es dirigeixen a Maragall des de (quasi) tots els angles.
Dit això, haig de dir que Maragall m'ha decebut profundament des de l'inici de la seva presidència. Va arribar amb una aureola de treballador, un pél genial, un intelectual solvent, un polític honest... I sense qüestionar la seva honestetat, cal reconèixer que Maragall no guanyarà un premi a l'estahanovisme.
D'altra banda, a mi m'ha fet molta pena que el president del meu país no pugui fer un canvi de govern qual vullgui, que no el puguin enviar a un debat per por que digui tonteries i que en els dos anys i mig de mandat, només hagi fet una única roda de premsa amb preguntes, que només fagi declaracions llegides i sense preguntes, que quan parla digui frases inconnexes i de sintaxi incomprensible...
Que volen que els digui, a mi em fa una mica de pena, però el país no es pot permetre un president de perfil tant baix. Llàstima!

Anónimo dijo...

JUAN-JOSÉ López Burniol
Notario


Cuando conocí a Pasqual Maragall, este había alcanzado ya su primera gran victoria. Había pilotado con pericia y buen estilo la preparación y el desarrollo de los Juegos Olímpicos, al frente de un cohesionado equipo de alta calidad elegido por él con tino y visión larga. El éxito enorme de los Juegos de Barcelona hizo llegar el nombre de la capital catalana a todos los rincones del mundo. Pero debajo de este triunfo ostensible se esconde otro, aparentemente menos brillante, aunque de no menor importancia: la alta ejemplaridad de toda la gestión económica y administrativa de los Juegos, desarrollada en todo momento con el esmero que debe presidir siempre el cuidado de los intereses públicos, así como con una pulcritud y una transparencia nunca puestas luego en entredicho.
Fue entonces cuando le conocí personalmente, en el marco de las cenas periódicas que el núcleo germinal de Ciutadans pel Canvi organizaba en un pequeño restaurante próximo a la Ronda del General Mitre. Maragall solía llegar tarde, a veces muy tarde. En ocasiones acababa de regresar de algún viaje, y casi siempre llevaba en las manos un libro --escrito habitualmente por un arquitecto o un sociólogo-- sobre un tema de escaso interés general, cuya lectura aconsejaba vivamente en medio de la atención un tanto perpleja de los asistentes. Intervenía muy poco en la conversación. Escuchaba con los ojos medio cerrados. Hacía algunas observaciones desvaídamente irónicas y, de repente, se desvanecía. Y así hasta la siguiente vez.
Pasados unos años dejó voluntariamente la alcaldía y marchó a Roma, de donde regresó con un doble designio: ser presidente de la Generalitat y sacar adelante un nuevo Estatut. Lograda la presidencia al segundo intento y de forma no cómoda, se empecinó en la reforma estatutaria, con el objetivo de mejorar el autogobierno de Catalunya y su financiación. Su tenacidad de "gota malaya" --Felipe González dixit-- puso en marcha el proceso, tras catequizar a José Luis Rodríguez Zapatero. Un proceso que sin él no se habría iniciado y que, en su pensamiento, debía estar vertebrado por una doble idea:
Primera. La concepción de "Catalunya como ágora y no como templo", según la fórmula bellísima perfilada por Antoni Puigverd, similar a la que en 1907 acuñó Gabriel Alomar al contraponer Catalunya mare nostra a Catalunya obra nostra, es decir, la Catalunya intangible legada por la historia a la Catalunya fruto del trabajo de todos los catalanes sin excepción.
Segunda. La consideración de España, no como una realidad extraña con la que se puede y debe mantener una relación educada, sino como una realidad propia en la que se tiene que participar.

SIN DESDECIRME de mis discrepancias respecto del resultado del proceso estatutario y pese a reiterar que la bilateralidad con vocación confederal que el Estatut proclama puede --aunque sea embrionaria-- desestabilizar el Estado, si es copiada por las otras comunidades, reconozco que --desde una perspectiva catalanista-- este Estatut constituye el texto jurídico-político más importante de la historia de Catalunya desde los Decretos de Nueva Planta, no solo por las mejoras que introduce en materia de competencias y financiación, sino, sobre todo, por los principios que proclama en su título preliminar. Son tantas las posibilidades que ofrece, que habrá de pensárselo dos veces el político catalán que reclame en un futuro inmediato su reforma, antes de haber agotado sus virtualidades. No vaya a ocurrirle como a aquel fogoso ciudadano ávido de experiencias extraconyugales que hubo de escuchar, avergonzado, có-
mo alguien le recriminaba su conducta: "¿Què busques a fora, si no t'acabes el que tens a casa?"
La tercera victoria de Maragall es de ayer, cuando con inteligencia y generosidad notorias anunció que no volverá a presentarse como candidato a la presidencia de la Generalitat. Inteligencia, porque ha sabido captar que su ciclo político posiblemente ha concluido, así como que las circunstancias en las que se desenvolverá la acción política inmediata no son las más adecuadas a sus capacidades y a su estilo de hacer política. Y generosidad, porque siempre cuesta abandonar el poder, pero, sobre todo, porque al hacerlo se consumará --con su relevo en la candidatura presidencial del PSC-- la plena integración en la política catalana de quienes Francisco Candel definió hace muchos años, para siempre, como "els altres catalans". No hace falta insistir en la importancia enorme que tiene este hecho para la continuidad misma de Catalunya como nación. Es obvia.

RECUERDO, a este respecto, la impresión que me produjo --en mi juventud-- el libro de Josep Benet Maragall davant la Setmana Tràgica, al revelar la voluntad de comprensión y asimilación mostrada por Joan Maragall en los tres artículos que escribió inmediatamente después de los sucesos tremendos de aquellos días, en especial L'església cremada y La ciutat del perdó. En esta misma honrada tradición se ha inscrito, muchos años después, el quehacer político de su nieto, que ha sumado su esfuerzo a la tarea iniciada por el PSUC en su día y continuada luego por el PSC. Una tradición que encuentra su último fundamento en el respeto profundo a la libertad. Ramon Trias Fargas lo dejó claro al escribir: "Catalunya ha sobrevivido porque ha unido su causa a la causa eterna de la libertad. Y porque hemos sabido defender la libertad e identificarnos con ella, con sacrificios enormes, aún existimos y formamos parte --modesta pero dignamente-- del concierto de las naciones". Pasqual Maragall ha contribuido decisivamente a que esto siga siendo cierto.

Anónimo dijo...

Lluis, hablar de Maragall como de un difunto me parece excesivo, el problema de Maragall se llama Zapatero, Zapatero promete cosas que luego no cumple y después salta del barco antes que se hunda, es su manual de gobierno y lo hace con todo el mundo.
Coincido con lo que se ha expresado anteriormente, más pronto que tarde vamos a añorar a Maragall, en especial por cuanto nunca ha ido con doblez en sus actuaciones.

Anónimo dijo...

De acuerdo en que dentro de muchos años se recordará que Barcelona tuvo unos Juegos Olímpicos y que Catalunya renovó su Estatut; pero nadie recordará, porque a nadie le va a causar ninguna impresión, quién estaba al frente de la Alcaldía, ni quién era entonces el President de la Generalitat.
Además, el Estatut es del Parlament.

P@P@LLoN@ GRoG@ dijo...

vamos, vamos, seamos serios, que el hombre no se ha muerto. Deja de ser presidente, pero no olvidemos que sigue vivo, y que tal vez seguirá su labor desde otro ámbito menos popular, y es posible que más eficaz.
A pesar de sus maragalladas, le tengo cariño. No voy a entrar en tema a fondo que no acabamos.
Enhorabuena al señor Pascual Maragall por sus logros políticos, y sobretodo por ser el president que 'reinaba' cuando se aprobó el Estatut.
Lástima que no se haya rodeado de gente más competente.

Salud

BartolomeC dijo...

Sr.Foix: Nuestra compañera Rosa Maria expone una frase en su Blog personal muy expresiva del momento que esta viviendo Pascual Maragall, "No te dejes abatir por las despedidas. Son indispensables como preparación para el reencuentro". (Richard Bach )

P@P@LLoN@ GRoG@ dijo...

Gracias don Bartolomé, y es que la vida da tantas vueltas ... Y además, usted lo ha escrito completo. No hay que dejarse abatir por los cambios. Todo final es un principio.
Y gracias también por leer mis chorradillas. Con algunos lectores en activo la vida se hace más llevadera.
Feliz día a todo el mundo.

ISABEL MIRALLES dijo...

Estoy segura que el Sr. Maragall es una buena persona,
pero no supo rodearse de la gente apropiada. La culpa no
es de él, más bien , creo, es del sistema de de votaciones
que tenemos en España, la cual, prima a los partidos más
pequeños, personalmente, creo que es un gran error.

Primero: creo que debería acceder al gobierno la lista más
votada (en su caso hubiera sido Presidente de la Generalitat
el Sr. Más), pero por carambolas de los políticos se forma el
Tripartito (nefasto, desde mi punto de vista). Resultando que
los que han sido menos votados son los que más exigen y ponen en ridículo al gobierno de la Generalitat (el sr. Carod cada vez que habla mete la pata (el cava… ETA, etc…) y de paso a todos los catalanes.
Sin olvidar las fotos de mal gusto con la corona de espinas, ideal para unos turistas, pero NO para los representantes de un País: Cataluña. Y para terminarlo de arreglar, salen los de Esquerra Republicana con el NO al Estatut ¿Dónde está su sentido de estado o de catalanismo?


Espero y deseo que no se vuelva a repetir el tripartito, Esquerra, no debería estar en la próxima legislación. Han chantajeado al President hasta el último momento y esto no es de recibo.
Cuando un partido ocupa un puesto de responsabilidad en el gobierno, debe estar a las duras y a las maduras y olvidarse de ideales partidistas. Creo que Cataluña y los catalanes nos merecemos mejores gobiernos. ¿Cómo pudo Esquerra votar lo mismo que el PP? La verdad… todavía no lo entiendo.

Anónimo dijo...

EL OPORTUNO ALZHEIMER DE PASCUAL MARAGALL.



Rafael del Barco Carreras



¡Claro!. Así se disculpa la apostasía, la deserción. Y lo dice ante las cámaras horas después del impacto de ROMPER EL CARNÉ. Corría el rumor desde hace meses, dicen la televisión y los políticos. Yo lo ignoraba, no pertenezco a los ENTERADOS, a quienes manejando conceptos le declaran a uno LOCO O CUERDO según convenga. Para el PARTIDO, metido en varias roturas de carné, un alivio que su máximo dirigente en Cataluña no “esté del todo bien”. Y él, en persona, lo suelta ante las cámaras con esa sonrisa de siempre, esas hendiduras en la cara que a su hermano Ernesto se la convierten en adusta, sin atractivo, y a él en agradable y simpático, ELEGIBLE.

Ya me perdonarán si en mi vulgar entender la vida, de hombre raso y arrasado, de la calle, acostumbrado y endurecido por la MENTIRA DE LOS PODEROSOS, NO CREA EN ESE ALZHEIMER. No pueden, SU CLAN, el Partido, o como se quieran definir esas oficinas de COLOCACIÓN, fábrica de GENIOS o denostados, según intereses, decirme ahora que TIENE ALZHEIMER, disculpándole sus errores, y hasta, como dice Alberto de Calle 1440, homenajeándole.

Si para mentir, creando mi culpabilidad hace veintisiete años, afianzando las finanzas del Partido, capitalizado con el dinero del BANCO GARRIGA NOGUÉS, manejado por el franquista JAVIER DE LA ROSA (atrapado en su desmesurada ambición), y hasta colocándose él, su amigo SERRA, y los suyos, a la cabeza de la POLÍTICA NACIONAL con lo de sus CIEN AÑOS DE HONRADEZ, estaba cuerdo, ahora en que se tiran los trastos a la cabeza, cuando se pueden descubrir muchos flecos de la GRAN CORRUPCIÓN, no pueden montar una campaña atribuyendo a unas neuronas de más o de menos esa ROTURA DE CARNÉ, o los errores y horrores acumulados. En una palabra, DESACREDITARLE, como tan bien consiguieron merecidamente con su financiero De la Rosa, y tantos otros. Y lo siento por lo que de verdad pueda tener, pero sin callarme que las neuronas se afectan por infinidad de conocidas y desconocidas causas, y grandes o nefastos políticos las tenían alteradas desde antes del éxito de sus CARRERAS, sin olvidar que los ídolos o líderes unas veces se hacen por si mismos y otras los fabrican.

Un mafioso italiano, de los de verdad, buen compañero de cárcel, me decía que si a él o los suyos en ITALIA les hubieran hecho algo así, no viviría nadie. Yo, no solo no contemplé convertirme en un asesino vengador, sino que los QUERÍA VIVOS Y CUERDOS, para que de sus peleas surgiera la verdad, como sucedió entre Piqué Vidal y Pascual Estevill. MI PÍRRICA VENGANZA, en mínima parte, muy mínima, lograda, pues aun los hay EN LIBERTAD, MUY RICOS, PODEROSOS y GOZANDO DE SIMULADA HONORABILIDAD.

Ver, www.lagrancorrupcion.com