lunes, enero 09, 2006

Otro salvador desde la capitanía sevillana

Ha progresado y ha madurado demasiado la sociedad española para que un discurso de un teniente general pueda inquietar a las clases medias del país que contemplan la situación creada por el Estatut de Catalunya con un cierto distanciamiento y una moderada perplejidad.

Las palabras de José Mena Aguado en Sevilla, la misma ciudad que en 1932 vivió el frustrado golpe de estado del general Sanjurjo, no tienen hoy mucho sentido por muy sinceras que hayan sido las palabras del teniente general, por mucho que el problema catalán se haya discutido en las salas de banderas y por muy extendida que esté la opinión de que la unidad de España sólo quepa entenderla de una sola, unica y definitiva manera.

Respecto a la sinceridad del teniente general recordaría aquello que Benjamín Disraeli, el gran primer ministro conservador victoriano, cuando decìa que “un poco de sinceridad es una cosa peligrosa, pero una sinceridad sin límites es absolutamente fatal”.

Si todos dijéramos en voz alta lo que pensamos y sabemos de los demás, de la política o de nuestros colegas, la convivencia sería imposible.La política tiene unos códigos que no se pueden saltar. Y no son siempre los mismos porque la realidad evoluciona con los tiempos.

Cuando los generales Narváez, O'Donnell o Martínez Campos se pronunciaban en el siglo antepasado el régimen cambiaba. El general Franco y Mola diseñaron un Alzamiento que desembocó en la guerra civil y una larga dictadura. El último general que amenazó la libertad de los españoles fue Milans del Bosch cuando en febrero de 1981 desplegó los tanques en Valencia mientras el coronel Tejero pegaba tiros al artesonado del Congreso de Madrid.

Los militares, no quisiera equivocarme, no dan miedo hoy en España. Primero porque la Constitución les ha puesto en el sitio que les corresponde. Segundo porque el ejército se ha profesionalizado, ya no existe el servicio militar obligatorio, y sus tareas responden a las decisiones de los gobiernos que les envían a los Balcanes, a Afganistán o a Iraq. Su misión no está ya en salvar a la patria sino en servirla de acuerdo con la voluntad libremente expresada en las urnas.

Cuarto, porque estamos en la Unión Europea donde es institucionalmente imposible formar parte de ella con un gobierno que estuviera mediatizado por el Ejército. Uno de los impedimentos puestos a Turquía para ingresar en el club europeo es el papel que tienen los militares en su Constitución.

Los cuarteles están afortunadamente vacíos, muchos inmuebles que pertenecían a la centenaria institución se reconvierten para otros usos públicos como hemos comprobado recientemente en muchas ciudades españolas.

Una quinta consideración es que España goza de las instituciones democráticas idóneas para no tener que recurrir a la fuerza allí donde el debate político tiene que resolver los siempre complejos problemas de un país. El jefe del Estado es el Rey quien a su vez es la máxima autoridad de todas las Fuerzas Armadas. Pero es un rey de una monarquía parlamentaria, es decir, no tiene atribuciones para actuar al margen del Congreso de los Diputados.

Al teniente general Mena Aguado le ha servido de poco su sinceridad y su supuesta sintonía con una parte de la opinión pública española. Le va a costar el cargo y un prematuro retiro obligado. Es sorprendente que quienes defienden con tanto celo la Constitución no hayan condenado abierta y radicalmente desde el primer momento unas palabras que no venían a cuento.

¿No será, como en 1932, que el problema es que Catalunya no tiene el derecho a tener otra idea de España que es compatible con su unidad vista desde otra perspectiva? ¿Dónde está el problema? Hablemos de él, en todo caso, pero no con un militar al frente y con un partido de la oposición que le afee levemente la conducta pero le da la razón en el contenido de su discurso.

20 comentarios:

Anónimo dijo...

Sr.Foix:sí la memoria no me falla este febrero se cumplirán 25 años del 23-F,las bodas de plata suelen tener ese problema,una cosa es querer y otra poder...



Bartolomé C.

Anónimo dijo...

No me parece observar una intención "golpista" en las palabras del general Mena, sino un ánimo de entrometerse en el debate del Estatut para meter presión (lo cuál es también grave y se merece la destitución, pero no las exageraciones sobre las intenciones del general que he visto reproducidas en los medios de izquierda). Sin embargo, estoy en desacuerdo con usted cuando dice que el tema del Estatut no debe dialogarse con la oposición. Precisamente, el problema de este Estatut, más que su contenido en sí, surge cuando se margina (Pacto de Tinell) a una formación que representa al 40% de los españoles en la modificación de una ley cuasiconstitucional que afectará a todo el Estado. Mientras Rajoy insiste en ofrecer un acuerdo (con buena o mala fé, ya se verá, pero lo hace), el Gobierno declina reunirse con él porque su oferta le parece "poco creíble".

Otro error clamoroso en el tema del Estatut es no tener en cuenta que el PP gobierna o tiene representantes/simpatizantes en muchísismos de los poderes del Estado (Consejo General del Poder Judicial, otros Gobiernos autonómicos, Consejo de Estado...). Como lógicamente la voz de estos poderes va a tener que oirse, todo éste proceso va a conllevar un total descrédito de las instituciones, haciendo pensar al ciudadano que simplemente siguen las consignas del partido político que les nombró en vez de actuar en aras del interés general.

Anónimo dijo...

////Los ciudadanos ya tenemos claro que las instituciones siguen al pie de la letra las consignas del poder político que les nombró.////

mai9 dijo...

Señor Anonimo de las 8:10 PM, el PP se margina solo cuando todo el parlamento catalan se pone a discutir sobre el nuevo estatuto y ellos deciden quedarse al margen.

Silveri Garrell dijo...

A mi me ha gustado el proceder del general Mena, que no és un militar cualquiera sinó nada menos que un GENERAL, una especie de superdotado en muchas materias que es lo mismo decir que no es tonto. Al fin y al cabo se ha limitado a recordar lo que dice la Constitución, y recordar significa no inventarse nada. Ahora solo hace falta la palabra del Rey que es el mando supremo de las fuerzas Armadas, pero como el Rey tiene una familia muy numerosa que proteger a bien seguro se "mojarà" lo menos posible. Es de sentido comun que los militares pierden IDENTIDAD con la España de las naciones, y sin esta identidad no hay la BRÚJULA para jugarse la vida en las armas.
Cosa curiosa: ¿¿¿como lo consigue el general Mena para parecer tan joven sin canas???. Ya me gustaria ser como él, tan jovencísimo y jubilado con un kilo mensual de sueldo.

Anónimo dijo...

Un général espagnol s'insurge contre l'autonomie de la Catalogne
LE MONDE | 07.01.06 | 12h20 • Mis à jour le 07.01.06 | 13h54
MADRID CORRESPONDANTE


Le jour de la commémoration de la "Pascua Militar" — le jour où le roi reçoit au Palais royal les hautes autorités militaires — du 6 janvier 2006 ne s'oubliera pas de sitôt en Espagne. Les déclarations, à Séville, du général José Mena Aguado ont provoqué un véritable scandale. Ce général de corps d'armée, un des trois adjoints du chef d'état-major de l'armée de terre, a averti, vendredi, que les militaires seraient en droit d'intervenir si le futur statut de la Catalogne outrepassait "les limites" de la Constitution. Selon l'article VIII de la Loi fondamentale, "les forces armées, constituées par l'armée de terre, la marine et l'armée de l'air, ont pour mission de garantir la souveraineté et l'indépendance de l'Espagne, de défendre son intégrité et l'ordre constitutionnel."

"Les militaires ne doivent pas entrer dans des commentaires politiques (...) mais c'est notre obligation d'alerter", s'est expliqué le général Mena, précisant que "le fait que dans une région autonome, la connaissance de sa langue propre devienne une obligation est une aspiration démesurée qui obligerait les forces armées à prendre en charge la destinée de cette région."

Le général José Mena Aguado, à trois mois de sa retraite après quarante ans de carrière, faisait une allusion directe au projet d'élargissement du statut de la région de la Catalogne qui doit être débattu en 2006 au Parlement. Depuis plusieurs mois, ce dossier provoque de très vives querelles politiques entre les socialistes, au gouvernement, les partis nationalistes catalans et l'opposition de droite du Parti populaire (PP), qui met en garde contre une balkanisation du pays. Le projet déposé par le gouvernement catalan (composé par les socialistes et les indépendantistes catalans) prévoit notamment de qualifier la Catalogne de "nation" et de lui octroyer de larges prérogatives fiscales et judiciaires.

PROPOS "INADMISSIBLES"

Les réactions aux déclarations du général ne se sont pas fait attendre. Le chef d'état-major de la défense, Felix Sanz Roldan, a proposé, vendredi soir 6 janvier, la destitution de général José Mena Aguado, qui a été convoqué au ministère de la défense. Son départ devait être annoncé samedi matin par le ministre, José Bono. Peu avant cette réaction du chef d'état-major de la défense, les partis espagnols nationalistes étaient montés au créneau, en qualifiant ces propos d'"inadmissibles" et "inacceptables".

Inévitablement, le discours du général Mena Aguado a réveillé le souvenir de la tentative de putsch militaire de février 1981, avortée grâce à l'intervention du Roi Juan Carlos, après le retour à la démocratie. Pour autant, nul en Espagne n'imagine une telle situation aujourd'hui. Plus qu'une réelle menace, les affirmations d'un responsable militaire si haut placé reflètent la crispation politique actuelle autour du débat sur le projet du statut de la Catalogne. Le responsable de la communication du PP, dans l'opposition, Gabriel Elorriaga, a jugé "inévitable" que des prises de position de ce type se produisent. Elles "sont le reflet de la situation que l'on vit" a-t-il ajouté. Il en a d'ailleurs profité pour accuser le chef du gouvernement socialiste, Jose Luis Rodriguez Zapatero, de prendre le dossier catalan trop à la légère. La querelle a donc repris de plus belle, le Parti socialiste, mettant en cause "l'attitude irresponsable" du PP et sa manière "partisane" d'utiliser les déclarations du général.

Les socialistes et les indépendantistes catalans sont à un moment crucial de la négociation. Le gouvernement avait insisté pour parvenir à un accord avant le 30 décembre 2005, en vain. La pression augmente donc de jour en jour et les négociations semblent achopper sur l'inclusion ou non du terme "nation" dans le projet d'élargissement du statut de la Catalogne, ainsi que sur le système fiscal.

Le gouvernement de José Luis Rodriguez Zapatero, qui tente par tous les moyens de calmer le jeu, se retrouve à jouer un numéro d'équilibriste entre une opposition agressive et la nécessité de parvenir à un accord sur ce projet, soutenu par les indépendantistes et socialistes de Catalogne. Des indépendantistes dont dépend d'ailleurs le gouvernement espagnol pour soutenir sa majorité parlementaire.

Anónimo dijo...

////Silveri, prueba "Grecian 2000",quita las canas,lo del "kilo" al mes ya es más dificil de arreglar.////

Anónimo dijo...

A little sincerity is a dangerous thing, and a great deal of it is absolutely fatal.

Oscar Wilde, ¿no?

Anónimo dijo...

La verdad me parece una anecdota todo este tema. El ejercito hace su funcion y de forma correcta , este general da una opinion ,lo que parece que no se puede hacer en el ejercito y se monta un pollo . y ?
albert

Anónimo dijo...

Avui estic totalment d'acord amb vosté, senyor Foix, i espero que tingui raó.

Anónimo dijo...

Hostage to Catalonia
Published: January 10 2006 02:00 | Last updated: January 10 2006 02:00

Most future historians will note with satisfaction that when Spain, three decades after the death of Franco and the supplanting of his dictatorship by democracy, was told by the commander of the Spanish army that the military might intervene if Catalonia was to get more self-governing powers, Spain was mildly shaken but far from stirred. General Jose Mena Aguado will go down in history as an anachronism.


The days of the military pronunciamiento are over. Spain is a confident and prosperous democracy inside the European Union, a cultural and economic powerhouse and an international citizen of standing. Its federal political system - despite tensions with the Basques and Catalans - must be accounted a success.

Yet in a speech last Friday Gen Mena referred to the Catalan regional government's plans to expand its powers as a repetition of pre-civil war history (he referred to the May 1932 debates on the Catalan autonomy statute). This is reactionary blackmail. Unhappily, the general is not entirely wrong when he claims Article 8 of the constitution empowers the army with defending the "territorial integrity" of Spain. Spain's democratic charter, passed in December 1978, contains flaws, recognised by many at the time. Article 8 was used by Francoist officers to justify their failed putsch of February 1981.

That era is over. But perhaps Spain's government(s) and people could usefully remind themselves of this. The government in Madrid, currently under Socialist management, is right to arrest Gen Mena. It intends to fire him, with the full support of the army chief of staff, and should make clear the same fate awaits any of his emulators.

The Catalan government - also currently led by Socialists - should tread with caution. It is within its rights to demand, for instance, tax-raising powers the Basques already have. Its demand that Catalonia be considered a "nation" reflects a cultural desire supported democratically by its people. This is not, per se, separatism; Article 2 of the constitution already recognises "nationalities" within Spain. Nor should its demand for greater judicial autonomy cause alarm so long as the supremacy of Spain's higher courts remains paramount.

But the Catalans, who pride themselves on being more European than the rest of Spain, should remember the principles of European Union solidarity. These include fiscal transfers from richer to less well-off regions. Why should that be right within Europe but wrong within Spain?

Spain's constitution should also be amended to spell out the supremacy of civil over military power. Unfortunately, the opposition Popular Party, still unreconciled to its ejection from power after the Madrid bombings of March 2004, seems to think Gen Mena has a point. That could represent a greater threat to Spanish unity than Catalonia's autonomy ambitions.

Anónimo dijo...

Soldiers in politics
When a general strikes

Leader
Tuesday January 10, 2006
The Guardian

General Sir Michael Rose's call for the prime minister to be impeached over Iraq comes in the same week that the head of the Spanish army has threatened to defy Spain's socialist government by using his forces to prevent Catalonia achieving greater autonomy. Sir Michael is a retired soldier and General José Mena Aguido a serving one (though he is now under arrest), yet both events remind us that the boundaries between democracy and the military are inescapably sensitive. There is much to support in Sir Michael's views on Iraq: that the war was a massively serious act, that it has had dire consequences for Iraq itself and the war on terror, and that Tony Blair got the politics horribly wrong. But the significance of Sir Michael's expression of view - and his comment that he would not lead his troops into a war he considers to be wrong - goes well beyond any embarrassment it causes Mr Blair or any cheer it may bring to his critics.

Iraq was a striking example of the seriously changed nature of 21st-century warfare. Those changes include the reliance on professional not conscript forces, the likely subordination of British to US or allied objectives, the continuation of "normal" life at home while wars occur, and the real-time reporting of the conflict from both sides of the battle lines. Another crucial change, again illustrated by Iraq, is that modern wars need modern legitimacy. In practice they can only take place with democratic support. To fight a modern war, governments must make and win a sometimes highly divisive argument among their citizens.

That is why, for instance, there is such lively debate about giving MPs, not the government, the final say in whether to go to war. But if civil society as a whole is now entitled to a say about a war, why not the military? Traditionally, of course, the military is the ultimate disciplined service. But a war that divides the nation is also likely to divide the military. Sir Michael was himself a divisive soldier during his Balkan war years. Many would say, on the basis of his record there, that he is not the ideal arbiter of when to stand firm in the face of tyrants and when not to do so. But the current Spanish example - to say nothing of Spain's history - is a reminder of the danger that can follow from allowing the military to make its own judgments about the actions of an elected government. If nothing else, Sir Michael's intervention dramatises the need for further thought about whether military views, and perhaps conflicting military views, should be more publicly aired as part of a modern democratic process.

Anónimo dijo...

Sr.Foix:esta mañana he estado en Madrid, del ambiente que se respira sólo puedo decirle que las declaraciones del teniente general Mena han sido para más de uno "Oportunamente Inoportunas".


Bartolomé C.

Anónimo dijo...

Bartolome:
También estuve en Madrid. Para otros, que son más (es subjetivo) Oportunamente, "oportunas".

Sinceramente, estoy fascinado contemplando el panorama actual.

Y lo que más me fascina es que una persona como Foix, descaradamente prudente e inteligente y con "seny" hasta el tuetano, no Haga caso de
Benjamín Disraeli, el gran primer ministro conservador victoriano, cuando decìa que “un poco de sinceridad es una cosa peligrosa, pero una sinceridad sin límites es absolutamente fatal”.

Estoy a su lado.
Con todo mi respeto.

Anónimo dijo...

Sr.Foix:puedo coincidir con mi compañero anónimo de blog sobre lo percibido en Madrid, ya que el orden de factores no alterará el producto.



Bartolomé C.

Anónimo dijo...

Se pude fichar ? El ejercito es profesional ,mi pregunta ,posiblemte estupida es la siguiente , se puede contratar a un cornel , un general ,que no sea español , si tiene un curriculum adecuado , me parece que no ,por que ? No es profesional .Espero respuestas sin destrozarme ,gracias
ALBERT

Anónimo dijo...

Querido Albert el ejercito es un cuerpo en que es necesario para ascender, aparte de capacidad, antigüedad en él. Por lo que no se puede fichar a un general directamente de otro país pero sí que puede llegar a suceder que algún emigrante que se incorpore ahora como soldado si es valido, y con 20 o 30 años de antigüedad, llegue a general.
En cuanto al fondo del asunto me he preguntado quien es el más beneficiado de ello y solo me ha venido a la mente la escena de Rubalcaba diciendole al cuatripartito, por supuesto cariacontecido, que no puede aceptar nación como definición para Cataluña ya que hay fuertes presiones en el interior del estado que lo impiden. Y aparte poco despues saliendo a la prensa diciendo que los malvados del PP, y por otra parte tontos del culo desde el punto de vista político, lo digo porque sino no entiendo su reacción ante las declaraciones, se quieren aprovechar de estga declaraciones. ¿Estais de acuerdo en este argumento o lo considerais de ciencia ficción?

Luis T.

Anónimo dijo...

Luis T . Tu comentario es digno de una tesis doctoral , sobre todo en la muy academica expresion " tontos del.. " . Que mi castrense educación no permite reproducir, pero es infinitamente mejor que la de ese tal albert personage parasital que ronda varios blogs y que solo merece el silencio por respuesta ante sus dudas de colegial repetidor.atentamente
sr. acebes

Anónimo dijo...

De repente, el teniente general Mena les ha abierto los ojos a muchos: si las campañas brutales del PP contra toda idea de cambio y de progreso en España son posibles, es porque hay un formidable sustrato que las jalea y hace suyas.

La caverna española no es una imagen del siglo XIX, sino una desgraciada realidad: en ella se siguen agazapando muchos Menas, con uniforme y sin él.

Verdaderamente,es posible que España no tenga remedio.

Anónimo dijo...

Gérard said...

Lo de Mena lo que hace es reflejar un odio visceral a lo catal´na, pues habla de intervención para parar o controlar el uso por un militar, que (por cobardía) se ampara en la constitución, pero que en realidad lo que anyora y desea (como muchos espanyoles) es liarla a bombazos en Catalunya. No gusta lo catalán y hay un nó a todo lo que sea catalán antes d eponerse a analizarlo. Será mejor idependizarse?