martes, enero 05, 2010

Laporta, salvador de la patria

He leído con interés la entrevista épica que Laporta concede a un diario madrileño que se apresura a editorializar que no comparte prácticamente nada de lo que dice el 'president' del Barça. Dos extensas páginas de declaraciones con grandes titulares en busca del millón de catalanes que buscan un Estado propio.

Ya era hora que Laporta se pusiera el sombrero de la política a hombros de un Barça que lo ha ganado todo. Desde Gamper a Laporta hay un erial de más de cien años de mediocridad. Habla de la lucha más romántica que puede librar un pueblo que todavía tiene un sueño. Sigo la entrevista hasta el punto final y no encuentro ni una sola cita de Pep Guardiola que es el auténtico revolucionario de este Barça que marca las notas de la sinfonía universal del fútbol moderno.

Todo lo ha hecho Laporta, el líder, el redentor, el mesías, el salvador de la patria desde un equipo de fútbol. Berlusconi se queda corto ante las ambiciones de este personaje histriónico que la última vez que pasó por las urnas plebiscitarias recibió un castigo del 60,6 por ciento de socios.

Laporta es libre de entrar en la arena política. Pero es de dudosa elegancia y de poco pedigrí democrático el hecho que haya usurpado los sentimientos de cientos de miles de barcelonistas para ponerlos al servicio de una causa política personal.

Veo incompatible que siga siendo presidente del Barça y se postule paralelamente como candidato a presidir la Generalitat de Catalunya. Extraño. Afirmo que el barcelonismo vive días gloriosos. El guardiolismo está en lo más alto. Pero el laportismo es la antesala del populismo. No se puede ser más pretencioso.

Articulo publicado en El Mundo Deportivo el 5 de enero

9 comentarios:

okb dijo...

Sr. Foix,
No creo que el sr. Laporta sea un buen político, y en todo caso, si se presenta se veran los resultados. Sin embargo, discrepo con la mayoría de sus afirmaciones. El sr. Laporta, fue elegido presidente del Barcelona con más votos qque ningún otro presidente. Y ya se sabían sus preferencias políticas. Ha saneado el club económicamente, y primero con Rijkart, i después con Guardiola (entrenadores que fichó él), ha conseguido que el Barça ganara más títulos que nadie.
Perdió el referendum, ¿pero lo habría ganado cualquier otro presidente, en un todos contra uno? Para eso están las normas del club, que piden que quien convoque una moción de censura, deba ganar con más de un 60% de los votos...
Dicen de Ronald Reagan que no tenía grandes conocimientos, un pobre actor de Hollywood... que tenía el talento de saberse rodear con los mejores. Laporta no será de nuestro agrado (ni lo he votado como socio, ni tengo por el momento intención de hacerlo en política), como tampoco lo era Reagan para mí. Pero es bueno reconocer las cualidades y éxitos de otros, aunque sea un indeppendentista catalán, en lugar de un pobre regionalista catalán o un español de pura cepa.

Brian dijo...

El hecho de utilizar la dimensión pública de la presidencia del Barça y de apropiarse de sus victorias deportivas para lanzarse a la arena política da la medida exacta de la ética del personaje. Veremos ahora cuantos de los electores de Catalunya lo ven así. ¿Nos creíamos a salvo de fantoches como Gil y Gil o Berlusconi? ¿Pensábamos que esto no podía sucedernos a nosotros? Bien, ahora lo sabremos.

BartolomeC dijo...

Sr.Foix: Cuando Mario Conde insinuó que podía entrar en política fue su perdición, Juan Laporta será la segunda edición, para ser como Berlusconi necesita, mucho dinero, una televisión, un partido nacionalista y un equipo de fútbol y las cuentas no le salen,por eso y gracias a sus enemigos dentro de nada empezaremos a enterarnos de su vida y milagros, nuestra partitocracia no admite jugar con las cosas de comer...

Anónimo dijo...

Cuando los políticos pueden presentarse a las elecciones con la consigna de que van a recortar la libertad de los ciudadanos y éstos los votan, es evidente que hay un problema moral. Cuando se insiste en que la gente ha perdido valores éticos, pero aparentemente se acepta que las autoridades los mantienen, es evidente que hay un problema moral. Cuando se acepta que el capitalismo necesita una reconstrucción ética, pero al socialismo le sobran principios, es evidente que hay un problema moral. Cuando el mercado libre es juzgado por el peor de sus resultados, pero el intervencionismo político y legislativo es juzgado por el mejor de sus objetivos, es evidente que hay un problema moral. Cuando se parte de la base de que la libertad es sospechosa y la coacción virtuosa, es evidente que hay un problema moral. Cuando todo el mundo condena las estafas como la de Madoff, en las que los que aportan pagan las prestaciones pero no hay capital alguno que las financie de modo genuino, pero todo el mundo aplaude la Seguridad Social, cuyo funcionamiento es análogo, es evidente que hay un problema moral. Cuando se piensa que el comunismo y el capitalismo son similares e idénticamente condenables, es evidente que hay un problema moral. Cuando se interpreta la justicia como usurpar los bienes de los ciudadanos, es evidente que hay un problema moral. Cuando los ciudadanos aceptan que deben renunciar a toda responsabilidad individual y aceptar que el poder los someta, por su bien, es evidente que hay un problema moral. Cuando se supone que los impuestos no deben ser nunca objetados porque representan el anhelo popular por una benéfica coerción, es evidente que hay un problema moral. Cuando se acepta de buen grado y hasta se aplaude que quienes apoyaron o apoyan las sangrientas tiranías comunistas impartan arrogantes lecciones sobre la corrupción capitalista, es evidente que hay un problema moral. Cuando se piensa que los pobres necesitan la opresión política para salir de la pobreza, es evidente que hay un problema moral. Cuando todos los millonarios son condenados independientemente de si acumularon su fortuna en el mercado o gracias a privilegios intervencionistas, es evidente que hay un problema moral. Cuando se saludan como conquistas sociales lo que son incursiones del poder sobre la libertad individual, es evidente que hay un problema moral. Cuando se piensa que sólo la coacción brinda beneficios sociales en términos de pensiones, sanidad o educación, y que la libertad equivaldría a la desaparición de estos servicios, como si éstos fueran gratis o un regalo de los políticos, es evidente que hay un problema moral. Cuando se admite sin tapujos que la gente libre es codiciosa y tiende a dañar la economía, las finanzas, la sociedad, la igualdad, la salud, la naturaleza y hasta el clima, es evidente que hay un problema moral.

Anónimo dijo...

///ENRIC///


¿¿Cuando seamos independientes todos tendremos creditos hipotecarios adjudicados con la misma facilidad con la que se lo han dado al laporta por el ático de pedralbes?? o la cosa sera como siempre, unos a trabajar y currar de lo lindo y otros a vivir de PM.

Anónimo dijo...

Si saliese elegido, podríamos decir definitivamente que hemos perdido el rumbo....pero es un personaje que genera verdaderos o falsos rumores de como patina dicho personaje (verdad o mentira de sus asuntos familiares, negocietes, pirateos, espias, informes, prepotencia, chuleria)demasiadas dudas.... eso si ha tenido éxitos deportivos, que no garantizan éxitos politicos.
La sociedad necesita todo lo contrario alguien en quien confiar al 100 %, Laporta puede ser una persona inteligente, noble, leal, pero no tiene un buen marketing 100 % tipo Obama, de salida hay una parte que no se fia ni un pelo.

Africa dijo...

Sr Foix:No entiendo nada de fútbol ni me gusta, no obstante reconozco que este año los éxitos del Barça se me han contagiado.Era imposible no oir hablar de ellos por todas partes, pero no creo que Laporta sea el artífice.Está en una nube y no ve la realidad.No sé si es consciente que sin un Guardiola,buenos jugadores y una afición como la del Barça no hubiera llegado el triunfo y dudo que, en política, pueda lograr un apoyo similar. Un saludo

´´ dijo...

Hay un aritculo muy bueno de David Trueba en mi blog ( toma publicidad).

Anónimo dijo...

Francis, asi es muy bueno