A medida que los socialdemócratas van perdiendo peso en muchos países europeos, España y Catalunya son una excepción poco estudiada hasta ahora, aparecen personajes conservadores que se apartan del perfil clásico de la derecha europea.
El laborismo de la “tercera vía” de Tony Blair se estrelló en las urnas municipales de Inglaterra y Gales dejando a su sucesor, Gordon Brown, en las puertas de un triunfo de David Cameron cuando se celebren elecciones generales. Pero lo más llamativo ha sido la victoria del excéntrico Boris Johnson sobre el también singular Ken Livingstone en la alcaldía de Londres.
Los conservadores han conquistado por primera vez la alcaldía londinense. Johnson es un periodista nacido en Nueva York que ha adquirido notoriedad pisando todas las líneas continuas de lo políticamente correcto. Su corresponsalía en Bruselas se convirtió en una provocación constante a la misma idea de la Unión Europea.
Fue director del semanario conservador The Spectator, portavoz de los “tories” en la sombra y autor de frases tan profundas como la de que apoyaba a Cameron por “puro y cínico interés personal” o la de cuando fue destituido de portavoz en la sombra diciendo que “amigos míos, como he descubierto yo mismo, no hay desastres, sólo oportunidades para nuevos desastres”.
Ha sido elegido porque ha caído bien y la televisión y la prensa amarilla le han reído generosamente sus gracias que incitaban a la pasión y no a la reflexión.
Hace un año que Sarkozy fue elegido presidente de Francia. Con una campaña sólida, eso sí, pero también con la inestimable ayuda de la televisión y prensa amiga que hicieron creer a los franceses que sería el protagonista, finalmente, de las reformas que necesitaba el país.
Hoy, su popularidad está por los suelos, con un 58 por ciento de franceses que desaprueban la forma en que desempeña su cargo, en especial sus rápidos cambios de pareja y la exhibición global de su intimidad. Pero el 66 por ciento hace un balance negativo sobre su gestión política.
El otro ejemplo de derecha que vence a la izquierda es el populista Berlusconi que acaba de ganar por tercera vez las elecciones italianas. Es muy rico, controla los medios de comunicación y preside el consejo de ministros. Pienso que la derecha europea dispone de figuras más sólidas para que los sistemas no sean tan frágiles en manos de saltimbanquis. Vamos apañados.
lunes, mayo 05, 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
7 comentarios:
Sr.Foix: Hoy en día para triunfar en la política hay que disponer de un buen guión, un guión confeccionado por un publicista que sepa las leyes del mercado y las necesidades del momento, un publicista que maneje las encuestas de opinión y sepa poner en la boca del político lo que el votante quiere escuchar, que sepa colocar el producto en todas las series de moda televisivas. Después los ciudadanos, una vez votado, comprobaremos que el producto que nos han vendido no concuerda con lo prometido, que está caducado antes de su consumo, que nos produce urticaría sólo con verle.
///ENRIC///
La verdad es que la política se está simplificando hasta los niveles que señala Bartolomé.
Por desgracia tenemos lo que nos merecemos, lo que buscamos.
Nos mienten una y otra vez y poco a poco nos vamos desengañando de la política.
Nos vamos a cargar la democracia si continuamos con esta farsa.
Al menos desde el último tercio del siglo XIX, en el que el papel de la prensa se reveló ya absolutamente fundamental para la propaganda política, todos los políticos se han apoyado en los medios para catapultarse hacia el poder. Bien clarito lo dejó Orson Welles es su inmortal 'Ciudadano Kane'. Por tanto, esto no es nuevo.
Lo que sí resulta quizá algo más novedososa es esa 'americanización' de Europa. El Viejo Continente, hasta ahora se había distinguido por tener otra clase de dirigentes políticos. Tal parece que ya no es así.
¿Qué está cambiando? Sin duda, la manera de hacer política, desde luego. Pero también la lacerante banalización de lo político, un escenario -nunca mejor dicho- que posiblemente incluso acabe invadido por gentes provenientes del mundo del espectáculo, como ya sucede en EEUU. Pues espectáculo es ya, y no otra cosa, todo cuanto nos rodea, con la única condición -eso sí- de que sea susceptible de ser fotografiado o filmado.
Un saludo.
Lluís, a los políticos ya les basta con saber actuar.
Y,demasiadas veces,ni actuar saben.O sobreactúan que no sé qué es peor...
Pues poco tengo que añadir a mi comentario del otro día, de que la supuesta madurez de la ciudadanía no es más que un tópico.
Porque a los berlusconis, a los aznares, a los zapateros y a los sarkos, en última instancia, los ponemos los ciudanos...
No se mucho de circo, pero me gusta como escribe.
Gracias!
ML
Publicar un comentario