Un agente de cambio y bolsa no aconsejaría comprar acciones de Esquerra Republicana en un futuro inmediato. Están a la baja y se desconoce como reacionará el mercado de la opinión pública ante los acontecimientos que se avecinan y que tendrán su punto de máxima tensión en el Congreso del mes de junio.
La lectura de los pésimos resultados de las elecciones del 9 de marzo se ha hecho de forma rápida, expeditiva y precipitada. El conseller Puigcercós abandonó en 48 horas el tripartito presidido por Montilla para dedicarse al partido del que es secretario general.
Lo que hacía Puigcercós era abrir la caja de los truenos aprovechando el revés electoral para plantar cara al presidente del partido, Carod-Rovira, disputarle el liderazgo, avanzar la celebración del Congreso y decidir el próximo presidente republicano y candidato a la Generalitat.
Paralelamente, Carod-Rovira acusaba recibo del movimiento de Puigcercós, aceptaba el envite y ponía en marcha su pequeña o gran maquinaria para ganar el Congreso y continuar siendo el presidente y candidato natural en las elecciones autonómicas. Puigcercós actuaría desde fuera del tripartito y Carod continuaría siendo vicepresidente de Montilla aunque la ley que le otorga este título está en trámite parlamentario y no tiene vigencia.
La historiadora Barbara Tuchman (1912-1989) escribió un lúcido libro, The March of Folly, en el que explicaba el comportamiento de los gobiernos de todos los tiempos, desde Troya hasta Vietnam, sabiendo lo que no debían hacer y, sin embargo, lo hicieron para desgracia propia y de sus propios países.
A la crisis abierta entre los dos pesos pesados del republicanismo independentista hay que añadir los nuevos candidatos a presidir el partido. Joan Carretero lo ha hecho explícito y no hay que descartar que el sector liderado por Uriel Bertran haga lo mismo. La militancia lo decidirá.
Se me ocurren dos reflexiones. La primera es que ERC puede estar tirando por la borda un activo construido seria y democráticamente en los últimos quince años por falta de unidad interna. La segunda es que la salud del gobierno Montilla puede entrar en fase de cirugía urgente si en el Congreso de junio se decide por mayoría asamblearia la salida republicana del tripartito. Sería paradójico que la gran victoria socialista del día 9 pasara factura tan pronto y tan negativamente
lunes, marzo 17, 2008
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8 comentarios:
Sr.Foix: Ya sabiamos que la política muchas veces es corta y sucia como el palo de un gallinero, pero lo que me sorprende es que en Esquerra no sepan todavía que no puede haber dos gallos en un gallinero...
a ERC les falta gente :abogados , ingenieros , economistas ... y eso se nota cuando has de gobernar, son un partido ideal para la oposición , creceran en la oposición y menguaran en el gobierno .
Sr. Foix,
Crec que la seva anàlisi és encertada, però errada en les conclusions, per una qüestió fonamental: en aquest congrés que vé, ERC no està triant entre governar amb uns o amb els altres, entre tripartit o CiU. ERC està triant la manera de ser una tercera opció diferenciada dels altres dos grans partits. I els que ara hi manen i es barallen no han sabut fer-ho. Vet aquí la qüestió.
Senyor Foix, les accions s'han de comprar quan estan baixes.
Quien con críos se acuesta meado se levanta. El drama del PSC -¡pero ojo, también el de CiU!, no se olvide- es que en estos momentos no tiene alternativa para formar mayoría de gobierno.
Pero sería suicida por parte de ERC forzar unas elecciones anticipadas, porque podría producirse el mismo fenómeno que en las españolas: el bipardidismo del voto útil entre PSC y CiU . Claro que si, en su infantilismo autodestructivo, esto es lo que realmente quieren...
Sobre el bipartidismo , creo que un sistema de dos vueltas tanto en las elecciones estatales como en las autonomicas reforzaria las instituciones y sus gobiernos , eso y el limite de ocho años , tambien un minimo de curriculum de los candidatos , pero bueno eso lo doy por imposible.
Lluís, hay que reformar el sistema electoral y ERC ha de elegir lider.
Sr. Foix: El problema de ERC es que no saben lo que quieren ser de mayores.
Este partido no es un partido, más bien, es un grupo de partidas que coinciden en algo tan fragil como el ideal independentista.
Por lo demás, su estilo asambleario carente de las más elementales normas de funcionamiento, pueden votar cosas disparatadas que incluso puden ser contrarias a los principios del partido.
Son una pandilla de inmaduros a los que les ha caído una gran responsabilidad de gobierno sin tener un bagaje o experiencia de gobierno. La situación les desborda y la cuota de responsabilidad que les ha correspondido les viene grande.
Lo malo es que si deciden en sus asambleas "soberanas" que estar en el poder con españolistas como el PSC, Catalunya lo pagará caro y la izquierda también.
Si son capaces reflexionen, maduren un poco, y no piensen sólo en sus carreras personales; piensen en quienes les votan, en quienes han puesto esperanzas en un cambio progresista en la orientación política del gobierno de Catalunya. No pueden defraudarles de nuevo.
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