viernes, mayo 18, 2007

Algunas causas de la abstención electoral

Hay dos interpretaciones sobre la abstención en las elecciones en países democráticos. La primera es que la política tiene su propia dinámica, las cosas van relativamente bien, no hay miedos y, como consecuencia, no hay por qué ir a votar. Así lo analizan muchos en Estados Unidos donde la participación en las elecciones presidenciales roza el 50 por ciento.
La otra interpretación es menos optimista. Cuando los ciudadanos no acuden a votar es porque no esperan mucho de la política, no creen en los políticos y que acudir a las urnas no cambia nada.
Me quedo con esta segunda visión. La abstención es tan elevada porque la sociedad no cree en los políticos, en los partidos y en la política en general. Tiene la sensación de que votar no repercute en sus intereses, en sus ideas o en su concepto de la vida pública.
¿Cómo llegar a una situación como la francesa en que un 85 por ciento del censo registrado acudió a las urnas en las dos vueltas de las últimas presidenciales?
La participación alta se produce cuando se tiene confianza en la política, se participa en un debate de ideas, se percibe que la pugna política revierte en el interés general de las gentes.
Pienso que el desinterés creciente por la política, aquí y en muchas partes del mundo democrático tiene varias causas.
La primera es que la financiación de los partidos políticos es escandalosamente opaca. Sería conveniente que los partidos, como las empresas, como las entidades públicas y privadas, presentaran la cuenta de resultados anual, con ingresos, gastos, subvenciones y donaciones.
Lo que la ciudadanía no entiende es el gasto desmesurado de los partidos. Tanto en gastos estructurales como en los extraordinarios cuando se prepara y se ejecuta una campaña electoral.
La segunda es la percepción de que los políticos no dicen la verdad, esconden hechos importantes, se interesan más por el poder que por el servicio a sus votantes y a la sociedad en general.
La tercera es la complicidad entre la clase política y los medios de comunicación. Tanto con periodistas en concreto como con las empresas propietarias de los diarios, emisoras de radio, televisión, etc.
La cuarta es una libertad condicionada, una consecuencia de las tres causas anteriores. Un país con la libertad en estado de observación es un país que avanza menos que el que todos los puntos de vista son analizados desde distintas perspectivas libre y transparentemente. Desde la crítica o desde la aceptación.
Por último, pienso que la democracia de los partidos ha dado paso a la democracia de opinión. El juego, como puso de relieve de forma indecente Berlusconi, está entre el poder y los medios. Poder que puede ser de derecha o de izquierda y medios que están igualmente posicionados.
La democracia de opinión tiende al pensamiento débil de la sociedad, fruto de los pactos entre los grandes grupos de comunicación y los grandes partidos. Tiende a la simplificación de la realidad, a la propaganda, a la ausencia de escrúpulos con el objetivo de conseguir el poder y mantenerlo.
La política es necesaria e imprescindible para arbitrar las ideas y los intereses contrapuestos de la sociedad. Pero si no se practica como un servicio, como un ejercicio de contraponer proyectos y soluciones, cuando no es transparente, cuando no está marcada por el respeto al adversario, entonces se convierte en el juego y el capricho de unos cuantos que se reparten las influencias, los intereses y las consignas.
No es extraño, entonces, que la abstención sea escandalosamente alta. No es un fracaso del sistema. Es un fracaso de los que lo gestionan, tanto de los partidos, de los políticos y de los medios que no sabemos, no queremos o no podemos transmitir la realidad a la sociedad.
No es una enfermedad democrática exclusiva de nuestro país. El fenómeno se repite en muchos otras sociedades europeas y también en la norteamericana.

13 comentarios:

´´ dijo...

Sr.Foix ,

La alta participación en las elecciones francesas podria deberse tambien a dos factores , el susto de Le Pen de hace unos años y por otro lado que son unas elecciones claras , dos candidatos , el que gana gana y el otro pierde , eso da una seguridad , aqui ganas pero pierdes porque hay un pacto , que esta condicionado a otro pacto y al final la gente piensa que su voto es poco real . Cada sistema tiene sus pros y sus contras .

Gran articulo el de hoy , gracias

Anónimo dijo...

Esta semana discrepo con ud. más de lo habitual señor Foix, evidentemente hay una cierta desafección política debido a las mentiras y todas aquellas cosas que funcionan mal dentro de los partidos políticos pero creo que también hayuna gran dosis de conformismo y comodidad, el gran voto en Francia se deb a la polidarización de la campaña por un lado, algo similar a lo que paso en españa tras el 11M en una situación de crisis la gente si acudió a las urnas.
Quiero añadir que desde mi punto de vista la ciudadanía comete un error no hiendo a votar, algunos piensan ingenuamente que si la abstención es muy alta los políticos estarán preocupadisimos se esforzaran en hacerlo muy bien y se refundara el sistema, yo lo que creo que pasaría es que sencillamente se pondría punto y final a la democracia, si total a los ciudadanos no les importa y se substituiria por un regimen totalitario.
Quiero añadir que no hay nada que le gusete más al poder que la ausencia de control sobre el mismo por tanto no hiendo a votar nos hacemos un flaco favor.

Anónimo dijo...

Considero que la alta participación en Francia no se debe a que los franceses crean en sus políticos. se debe a que los franceses creen en la democracia y saben que con su voto mantienen engrasada la maquinaria democrática.

En España no creemos en la política, ni en los políticos pero el motivo principal por el que no acudimos a las hurnas es nuestra tramenda indiferncia. Pensamos que las cosas cambian cuando tienen que cambiar y que nosotros no podemos hacer nada para intervenir en el cambio.

BartolomeC dijo...

Sr.Foix: Berlusconi descubrió un sistema que ha sido copiado hasta la saciedad, con un partido político de corte nacionalista radical, un equipo de fútbol y una cadena de televisión, unido a un grupo de grandes intereses con ambición de poder, Berlusconi estableció con todo ello las premisas de las que se han nutrido buena parte de los partidos actuales, no hay una autonomía que no tenga esas bases para conseguir y mantenerse en el poder.
Uno de los mayores desanimos de los ciudadanos es constatar que todo ese entramado no cambia cambiando el partido en el poder, que siguen los mismos perros con distintos collares que decían nuestros abuelos.
Las promesas electorales se escuchan ya a título de inventario, jovenes y jubilados se miran las promesas de pisos, trabajo o subida de pensiones con absoluta incredulidad.
La credibilidad de los políticos no se fabrica, no es un tema de marketing, estamos de vuelta de engaños de la publicidad.
Es posible que la abstención sea algo buscado, los partidos saben que una afluencia masiva les puede dejar sin opciones y prefieren controlar al electorado que todavía le es fiel.
Por último ver el nivel de vida que tiene la clase política, antes durante y después de su paso por la política, no es lo más gratificante cuando todo el mundo pasa problemas para llegar a final de mes.

SithWolf dijo...

bah! patochadas todo... que pongan el día de elecciones un día laborable y ya verán como nos vamos al 85% de participación.

Por ley, las empresesas deben dar un mínimo de horas laborables a sus trabajadores para poder votar... incentivo! sólo se necesita incentivo!!!

Isarn

Anónimo dijo...

///ENRIC///



Las cosas no son tan simples como parece creer Sithwolf, si el tema de la participación fuera tan simple de solucionar como poner un dia laborable para votar y no lo hicieran los partidos políticos, estarias dano por buena la opinión que he leido a Bartolomé que opina que realmente no les interesa hacerlo así para controlar los resultados. Si la gente pensase que su voto va a arreglar algo nada ni nadie les impediría ir a votar, hay un cierto desanimo, una falta de motivación motivada por la escasa credibilidad de los dirigentes y por la nula preparación de muchos de ellos para el cargo, muchos de ellos tendrían serios problemas para ganarse la vida fuera del partido que les da trabajo.

Marlowe dijo...

Por muy edificante que sea desde el punto de vista moral, el denodado afán de la incapacidad física para superarse mediante exhibiciones de su impotencia, solo puede ser reconocido por la sociedad con premios de consolación. Denunciar la tristeza de este espectáculo sería tomado por impiedad, cuando no por injusticia, pues los “discapaces” tienen, como los atletas, el derecho de exhibir olímpicamente el grado de sus limitaciones.
Como todas las personas están igualmente contentas de su inteligencia (Descartes y Hobbes lo dijeron respecto del sentido común), no ha sido difícil de organizar y de mantener, para la competición política, una verdadera para-olimpiada de discapaces, en condiciones de absoluta igualdad mental, donde disminuidos votantes de listas creen que eligen algo más que al disminuido jefe de partido que las hace.
De esta forma tan quimérica como alienante, los pseudos-ciudadanos se consideran representados, con más adecuación de lo que ellos mismos suponen, por la incapacidad cultural de los directores del Estado de Partidos. Dotados ellos, nadie se lo puede negar, de un gran talento para explotar el negocio de la política como medio de vida profesional. Y la sociedad civil se contenta con vivir las ilusiones de progreso material, recibiendo las grandes migajas que se desprenden del fabuloso festín del Estado de las Autonomías. La utopía del auto-gobierno se puede alcanzar si, y solo si, la debilidad mental se gobierna a sí misma. Esa es la clase de democracia directa que realiza el Estado de Partidos.
La Gran Revolución de 1789, pese a su fracaso final, rompió la concepción de la historia universal de la humanidad y la mentalidad política de todo el mundo occidental. Por el solo hecho de haber ocurrido, por la trascendencia exterior de lo que sucedió en Francia, los pueblos europeos aprendieron de repente que su condición de súbditos de la Realeza no era una imposición divina. Y abismados ante la maravillosa, pero inquietante, perspectiva de poder contemplarse como agentes de su propia historia, inauguraron el drama de la moderna libertad: seguir siendo súbditos de un Estado, monárquico o republicano, pudiendo ser conciudadanos libres.
La tragedia de la esclavitud comenzó cuando terminó la creencia de que era un estado natural de los pueblos bárbaros cautivados por los civilizados. El drama de la libertad termina cuando los súbditos se creen ciudadanos libres en una ciudad sin conciudadanos. Originalmente lo cívico no era la ciudadanía griega, sino la conciudadanía romana. ¿Quién osa pensar que bajo la Monarquía existe conciudadanía española?

´´ dijo...

El debat de TV3 només arriba a un 9% de l'audiència

Un 9 % lo tienen las teletiendas de las madrugadas .

El otro dia me dieron algun folleto me los mire , estan bien las propuestas , si hicieran lo que dicen daria igual que partido votar , pues todos viviriamos en los mundos de yuppi y seria bonito , el problema no son los programas electorales , el problemas es que no nos los creemos .

Javi (@Treintanyero) dijo...

Varias cosas:

1.- En Estados Unidos, la abstención es tan grande, porque allí para votar ANTES has de inscribirte. Habría que ver cuanta gente votaría aquí si antes ha de inscribirse para votar.

2.- yo creo que la alta participación sólo viene dada en aquellos casos en que el elector opina que su voto puede ser decisivo, o que sabe que entre votar a uno u otro, habrán diferencias sustanciales.

3.- Con respecto a la financiación de Partidos Políticos por vía pública, acabo de escribir algo en mi blog.

107.83 millones de euros van este año de nuestros impuestos a los Partidos Políticos.
Al Plan Nacional sobre Drogas, por poner un ejemplo, 32.20 millones.

Saludos.

Anónimo dijo...

No existe transparencia en el sistema y los poderes, legislativo, ejecutivo y judicial han dejado hace tiempo de ser independientes, y esa independencia es la base del sistema democrático, todos los partidos critican a Berlusconi, pero todos quieren usar su mismo sistema, controlar un partido de forma total, controlar los medios de comunicación, aglutinar a sus electores con la ilusión de un equipo de fútbol, pan y circo, algo que nunca falla.


J.Vilá.-

Diari del Votant Anònim dijo...

Simplement, el que cal és que les opcions polítiques donin resposta a les demandes reals dels seus votants, en comptes de fer tant de cas a grups de pressió minoritaris que afirmen parlar en nom de tothom.

D'exemples en trobaríem desenes, començant pel cas de la immigració, i continuant per assumptes menors (p.e. animalistes) que s'imposen sobre les propostes que realment esperen els votants (p.e. en sanitat i educació públiques).

Salutacions

SithWolf dijo...

Enric, las cosas son así de simples... yo no busco las respuestas del porqué de la abstención, que creo que ya se han comentado; expongo una posible solución, ya que la política no interesa lo más mínimo por culpa de los propios políticos y del sistema de votación, que permite gobernar a tres perdedores.

Sobre el debate, tengo que decir que yo hice el esfuerzo por verlo... pero no pude, fue superior a mi. Estaban en campaña electoral, sí, pero no para el ayuntamiento de Barcelona, si no para las generales. Si la generalitat no ha podido afrontar los problemas de el cercanías, el aeropuerto, los trenes de mercancías o el recorrido del AVE mucho menos podrán hacer los alcaldables de Barcelona. Un debate totalmente vacío de contenido palpable.

Isarn

Ivan dijo...

Muy buen artículo.
Mi impresión es que en Francia también hay una gran desconfianza sobre la clase política. Por cierto, ya veremos si ahora Chirac no tiene que afrontar ningún juicio pendiente...

Creo que fue la personalidad de Sarkozy la que polarizó la campaña y provocó la tan alta participación.

También creo que Artur Mas está buscando el número del móvil del director de campaña de Sarkozy ...

Saludos.