domingo, noviembre 05, 2006

El diablo es el padre de la mentira

Saddam Hussein ha sido condenado a morir en la horca. Un tribunal especial le ha acusado de crímenes contra la humanidad y por la muerte de 148 chiíes. Me deja indiferente esta sentencia.

Primero porque el dictador iraquí es un personaje sanguinario que llevó a su país a una guerra contra Irán que causó un millón de muertos y porque invadió Kuwait causando otra guerra. Segundo porque la pena de muerte a Saddam es consecuencia de un tribunal impuesto por un ejército invasor que tiene una dudosa legitimidad.

Que el presidente Bush diga que la condena a la horca es un logro me parece una frivolidad. Si la horca a Saddam es un factor decisivo para las elecciones legislativas del martes en Estados Unidos me parece un sarcasmo.

No tengo compasión para Saddam Hussein. Pero como soy contrario a la pena de muerte pienso que ni siquiera un monstruo como el sátrapa iraquí merece morir por una decisión de un tribunal.

La guerra de Iraq no se hizo para derrocar a Saddam sino para desactivar las temibles armas de destrucción masiva que no existían. Ha sido una guerra construida sobre una mentira. Y sobre una mentira no habita la verdad. El diablo es el padre de la mentira. Así lo dijo hace veinte siglos el evangelista San Juan. Estoy más de acuerdo con el apóstol que con el presidente norteamericano.

9 comentarios:

BartolomeC dijo...

Sr.Foix: Creo que la muerte es la solución de quienes carecen de soluciones.

Anónimo dijo...

Alguien dijo: Nunca he deseado la muerte de nadie pero he leído con satisfacción muchas esquelas.

Anónimo dijo...

A Saddam le ha llegado su final, su juicio ha sido una farsa, pero Saddam también era un farsante.



PERE.-

Anónimo dijo...

Todo ha sido una farsa. La invasión de Iraq, el juicio e incluso el día del anuncio de la sentencia. Y nadie se merece la pena de muerte. Ni siquiera tipejos asesinos como Sadam.

Anónimo dijo...

La primera vez que me decepciona, amigo Foix: la sentencia le deja indiferente. Y a continuación dice que está en contra de la pena capital. ¿Y el humanismo -como sentimiento-? ¿Y la coherencia?
No puede decir que le deja indiferente. No es propio de su categoría.

Anónimo dijo...

nadie merece matar

Anónimo dijo...

///ENRIC///



No estoy de acuerdo con la pena de muerte, pero tampoco con esas penas de miles de años que cuando pasan diez ya están en la calle los asesinos riendose de todo el mundo y montando negocios en la misma casa de sus víctimas.

Jordi Molas dijo...

Oops, senyor Foix... fa una estona li he escrit precisament comentant aquest assumpte. Resulta que no tenia actualitzat el seu darrer post. Perdó!

Totalment d'acord amb el seu plantejament. La indiferència de la sentencia és una reacció humana exclusiva de cadascú. Això no és relevant. El que és realment relevant és que a la fi d'aquest camí ens trobem al mateix bàndol: la pena de mort és inadmisible. Encara que el criminal sigui el ser humà més despreciable que ens poguem imaginar. Ell també té dret a la vida... tot i que l'hagi agredit d'una forma tan brutal.

Aquí és on ens juguem la part més important del partit: fins quin punt realment estem al costat de la Pau?

Anónimo dijo...

La hipocresía seudocristiana del blogger se manifiesta en sus contradicciones. Y algunos comentaristas tienen una memoria muy selectiva, en perjuicio de los parientes y seres queridos de los inocentes muertos. Esos si 'eran' inocentes.
Pero, además, faltan más juicios, como el de Halabja, más de tres mil personas muertas. Busquen en google.
Je, nadie quiere la pena de muerte para los asesinos...de quienes no son los suyos.
Enfermos morales son ustedes.
Y sobre que no hubo armas de destrucción masiva busquen con honradez y hallarán.Sin ir más lejos NYTimes esta semana pasada admitía las intenciones del sátrapa de construir una bomba nuclear.Y además se hallaron stocks de WMD.
Pero nada, ustedes sigan apoyando, aunque sea parcialmente, a absolutos asesinos.