Una cita del Papa Benedicto XVI de un emperador bizantino a finales del siglo XIV ha encendido una hoguera de conflictos en el mundo musulmán y ha llevado al Papa a lamentarse, a afligirse, por las reacciones de su discurso académico pronunciado en la Universidad de Ratisbona.
Sabemos poco del Islam. Y cada día queremos saber menos del Cristianismo. Cuando se produce un choque del calibre que se viene registrando en los últimos años tenemos tendencia a fijarnos en los titulares y enhebramos análisis y comentarios con un desconocimiento de las causas y efectos de un enfrentamiento que se remonta muchos siglos.
Shamir Khalil Samir, egipcio, jesuita y profesor de cultura árabe y de estudios islámicos en la Universidad Saint-Joseph de Beirut, publicó hace dos años un libro entrevista titulado “Cien preguntas sobre el Islam” en el que responde de forma esquemática al desconocimiento del Islam de los lectores occidentales.
Dice el jesuita egipcio que hay dos interpretaciones del Corán respecto a la violencia. Una lectura que opta por los versículos que invitan a la tolerancia respecto a los otros creyentes y otra lectura que prefiere los versículos que incitan al conflicto y a la jihad o guerra santa.
El Papa dijo el domingo que el texto del emperador bizantino no expresa su pensamiento personal. Leyendo su discurso de trescientas líneas se llega a la conclusión de que la difusión de la fe mediante la violencia es irracional. Este es el eje central de su parlamento. No es una casualidad que su primera y única encíclica de su pontificado llevara el título de “Dios es amor”.
Las protestas en muchas capitales islámicas continuan y las palabras de Benedicto XVI del domingo no van a disminuir la ira de tantos musulmanes. Una monja italiana fue asesinada el domingo en Somalia, tres periodistas norteamericanos fueron obligados a convertirse formalmente al Islam antes de ser liberados en el sur del Líbano hace unas semanas. Salman Rushdie ha vivido una amarga experiencia por haber criticado en su famoso libro Versos Satánicos las prácticas irracionales del Islam. Los dibujos publicados en un diario danés hace unos meses levantaron una polvareda mundial.
La lista de acciones violentas reivindicadas posteriormente en nombre de la religión son interminables. La libertad de pensamiento, de prensa, de difusión de opiniones no se da en el universo musulmán. No es un conflicto religioso sino político.
Las reacciones desmesuradas, violentas, contra lo que se dice en Occidente sobre el Islam son una muestra de que la lectura más radical de los textos coránicos es utilizada políticamente como lo repetían ayer los Hermanos Musulmanes desde Egipto, Hamas desde Palestina y varios dirigentes religiosos en muchas partes del mundo.
He tenido ocasión de leer varios libros del cardenal Ratzinger desde que fue elegido Papa. He descubierto un hombre de pensamiento, profundo, respetuoso con los demás y con todas las religiones, de manera muy especial con las otras dos creencias monoteístas, el el Judaismo y el Islam.
Insiste una y otra vez en utilizar la razón para llegar a la fe. El verdadero problema de nuestros días, dice, es la ceguera de la razón para percibir la inmensa dimensión no natural de la realidad.
Me imagino la inquietud y malestar del Papa al ver cómo una frase que no constituía el mensaje central de su discurso es utilizada para fomentar acciones violentas desproporcionadas en el mundo musulmán en contra de su persona y también contra Occidente en general.
Los musulmanes no se sienten amenazados por nuestros principios morales sino por el mal uso que se pueda hacer de ellos, con el cinismo propio de una cultura secularizada que niega sus propios principios básicos sustituyendo el concepto de verdad por el de progreso.
Pase lo que pase, no es aconsejable abandonar la razón para acercarse a la fe o para alejarse de ella. Y mucho menos, actuar en política irracionalmente.
lunes, septiembre 18, 2006
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
9 comentarios:
En mi opinión, no es un problema político sino religioso. El papa, posee un conocimiento profundo y ese conocimiento, sin darse cuenta, lo utiliza para convencer en su discurso que su verdad,su religión es superior, es la mejor, la correcta, la verdadera.
Esa postura es la que genera ira y odio como se ve en la Realidad diaria.
Desde "Acerca de la Realidad y otras Bloggadas" venimos trabajando por un mundo donde cada uno defienda sus ideas sin desmerecer a las de los demás.
Sr.Foix: Cualquier excusa será buena para empezar a calentar a las masas.
Opino lo mismo que Bartolomé, los islamístas radicales ahora se van a agarrar a un clavo ardiendo, cualquier cosa que se diga será suficiente para interpretarla como les plazca e iniciar conflictos.
J.Vilá.-
Quizás el papa tendría que haber pedido perdón en su conferencia por ser cristiano, o al menos reconocer que el cristianismo es una opción religiosa más. Quizás debería haber admitido que todo es relativo, excepto la capacidad del Islam para el santo cabreo. Quizás sea políticamente incorrecto ser papa.
¿Fue accidental o deliberada la reciente provocación de Benedicto XVI? El bávaro es un avispado clérigo reaccionario, un hombre que organizó su acceso al Papado mediante una purga sin descanso de los disidentes potenciales y que vigiló la selección de cardenales con extremo cuidado para dejar escasas posibilidades de riesgo. Creo que sabía lo que estaba diciendo y por qué.
Elegir una cita de Manuel II Paleólogos, que no fue el más inteligente de los emperadores bizantinos, fue algo inapropiado, especialmente en vísperas de su visita a Turquía. Hubiera podido encontrar citas más efectivas y mucho más próximas a él pero, quizás, fue su tributo especial a Oriana Fallaci. Quizás.
El mundo islámico, con dos de sus países- Iraq y Afganistán- ocupados directamente por tropas occidentales, no necesita que le recuerden el lenguaje de las Cruzadas. En un mundo neo-liberal que sufre degradación medioambiental, pobreza, hambre y represión, convertido en un ‘planeta de suburbios’ (en la expresiva frase de Mike Davis), el Papa elige insultar al fundador de una religión rival.
La reacción del mundo islámico era previsible, pero deprimentemente exigua. La civilización islámica no puede quedar reducida al poder de la espada. Fue el puente vital entre el mundo de la Antigüedad y la Europa del Renacimiento. Y fue la iglesia católica la que declaró la guerra al Islam en la península ibérica y Sicilia, con masivas expulsiones, matanzas, conversiones forzadas y una terrible Inquisición para vigilar a Europa, una vez limpiada, y al enemigo reformista protestante.
La furia contra los “herejes” llevó al incendio de los pueblos cátaros en el sudeste de Francia. El Imperio Otomano dio refugio a judíos y protestantes, refugio que se les hubiera negado si Estambul hubiera seguido siendo Constantinopla. “Esclavos, obedeced a vuestros dueños, porque Cristo es el verdadero señor al que servís” decía Pablo (Colosianos 3: 22-24) estableciendo una tradición colaboracionista que se postra de rodillas ante la riqueza y el poder y que alcanzó su apogeo durante la Segunda Guerra Mundial, cuando la jerarquía de la Iglesia colaboró con el fascismo y se mantuvo en silencio ante el judeicidio o las carnicerías del frente oriental. El Islam no necesita las lecciones pacifistas de esta Iglesia.
La violencia no ha sido una prerrogativa de una sóla religión tal como demuestra la prolongada ocupación israelí de Palestina. Durante la Guerra Fría, el Vaticano, con raras excepciones, apoyó las guerras imperiales. Ambos lados fueron bendecidos durante la primera y la segunda guerras mundiales; el cardenal estadounidense Spellman fue uno de los principales combatientes en la lucha para destruir el comunismo durante las guerras de Vietnam y Corea. Más tarde, el Vaticano castigó a los teólogos de la Liberación y a los sacerdotes campesinos de Latinoamérica, algunos de los cuales fueron excomulgados.
No todos los cristianos se han unido a las viejas y nuevas cruzadas. Cuando el Papa Urbano lanzó las cruzadas, el rey normando de Sicilia se negó a enviar tropas en las que los musulmanes sicilianos se vieran obligados a luchar contra los musulmanes en Oriente. Su hijo, Roger II, rehusó apoyar la Segunda Cruzada. Al hacerlo, mostraron tener más coraje que los dirigentes de la Italia contemporánea, demasiado dispuestos a unirse a las cruzadas imperiales contra el mundo islámico.
“Para estar seguros de tener la razón siempre”, dijo el fundador de los jesuitas, Ignacio de Loyola, “deberíamos cumplir con el principio de que lo que veo como blanco debería creer que es negro si la jerarquía de la iglesia así lo indica.”
Hoy la mayoría de los obispos católicos en occidente (incluido el bávaro del Vaticano) y los políticos de centro izquierda y centro derecha adoran al verdadero Papa que vive en la Casa Blanca y les dice cuándo lo negro es blanco.
tariq.ali3@btinternet.com
///ENRIC///
Es evidente que, acabada la guerra en el Líbano, Al-Qaeda ha decidido empezar otra religiosa por su cuenta y para ello vale todo.
Todo se resume en una palabra ¡¡¡¡MANIPULACION!!!!.
Menuda regla de tres… por estas razones los catalanes deberíamos estar calladitos, obedecer al gobierno central e intentar no sublevar a los fundamentalistas españolistas reindivicando competencias y mas inversiones, y de paso que los políticos tengan la boca cerradita no hagan declaraciones ni digan nada que pueda ser ofensivo para ellos, por qué cualquier disculpa es buena para organizar los boicots y desprestigiarnos a todos los ciudadanos catalanes, además todos metidos en el mismo saco.
No estoy de acuerdo con dar la callada por respuesta, me importa un pimiento “aparte del conocimiento histórico” las cruzadas y las herejías de otros tiempos cometidas por las distintas religiones, lo cierto es que estamos en el siglo XXI y hemos llegado con unos derechos adquiridos gracias al esfuerzo de la humanidad por librar una guerra en busca de la libertad y el respeto a los derechos humanos. Esta libertad que tanto nos gusta es lo que estamos obligados a defender y bajo ningún concepto podemos permitir retroceder.
Se comete el grave error de hablar del Islam como si fuera solo una religión, y lo cierto es que el Islam es mucho más, el Islam es una forma de vida, abarcando la vida social, cultural y política, y precisamente en las mezquitas que exigen con vehemencia que se construyan en Europa (para rezar) es desde donde los viernes (yawm al-giumu´ ah) es el día en el que la comunidad se reúne (como indica el nombre giumu´ ha). a mediodía para la oración pública seguida por la kutbah, esto es, por el discurso, que no es un pregón.
Este discurso trata las cuestiones de la hora presente: políticas, sociales, morales, etc.. En muchos países musulmanes - por ejemplo en Egipto, el más poblado país musulmán árabe - todas las mezquitas son vigiladas los viernes, y las más importantes, acordonadas por la policía especial. La razón es sencilla: las decisiones políticas salen de la mezquita durante la khutbah del viernes.
En la historia musulmana, casi todas las revoluciones y los levantamientos populares salieron de las mezquitas.
Si Occidente continúa doblegándose, callando, aceptando la Shariah ley islámica, sometiéndose a la falta de libertad, poco a poco en cuanto sean más y mucho antes de lo previsto Europa será Islámica, Holanda ya casi, con sus propios barrios para regirse por sus leyes, y no guetos como quieren hacernos creer.
Un Futuro muy esperanzador para nuestros descendientes.
Saludos
Empezaremos por Benedicto XVI. Es un hombre, y ademas un hombre con creencias muy profundas, y ademas un hombre con Poder, y que lo ha ejercido en función de éstas, con el fin de... preservar y difundir sus Principios y Credo, tal y como él lo ve, y mantener la Institución a la que pertenece en la línea de todos estos siglos atrás. Pienso que no ha habido en la Historia de la Humanidad persona que no haya hecho esto, desde emperadores a campesinos, dentro del límite de sus posibilidades; Hasta aquí nada nuevo.
Se trata también de un hombre inteligente, bien formado, bien informado y bien aconsejado, integrado en la élite de su tiempo y colocado en la dirección de una institución poderosa. Pienso, por tanto, que es conocedor de las repercusiones de sus palabras y actos tanto dentro de su ámbito como fuera de él, y considero que el discurso en Ratisbona estaba bien pensado y calculado, elegido adecuadamente el momento, el contenido y las formas.
Dicho esto, podemos estar de acuerdo o no con dicho discurso, y en lo que a mí respecta decir que la razón está por delante de la fé (aunque ya lo han dicho muchos antes que yo, p.e.Juan Escoto Erígena y lo declararon hereje), y desde luego me parece el mejor camino si alguien quiere llegar a tener una fe firme y madurada.
En cuanto a la cita que empleó el Papa del Emperador Bizantino, aunque se podría haber valido de otra más oportuna para no crear polémica y que hubiera servido de igual forma a los propósitos del discurso, pienso que no deja de ser una gran verdad.
En relación a esto último añadir igualmente que, y dejando atrás el discurso, estoy asombrado y algo cansado de leer en la prensa/internet o ver en tv los comentarios de ciudadanos musulmanes reprochándonos acontecimientos de nuestra historia de los que deberíamos avergonzarnos (las cruzadas, la inquisición, el nazismo, etc.),y apropiándose ellos de otros sobre los que habría que matizar.
Tocaré cada uno de ellos dando mi opinión:
-Las Cruzadas: Habría que matizar quien comenzó arrabatando a quien y por qué comenzaron las cruzadas. Fueron los musulmanes que tras la muerte de su profeta se lanzaron a conquistar el mundo por la espada y querer convertirlo a "la verdadera fe", su religión por supuesto(s.VIII). El inicio de las Cruzadas (s.XI)tuvo lugar porque un Emperador Bizantino tuvo que pedir ayuda a los cristianos de Europa Occidental debido al empuje musulmán, esta vez de los turcos que invadieron la península de anatolia mediante la violencia, ansiosos de apoderarse de cada vez más tierras a costa de los demás.
- La Inquisición: Aquí le doy la razón a cualquiera, musulmán o no; al inicio fue un intento de orientación religiosa pero en malas manos se convirtió en un instrumento, de la Iglesia, para uniformizar religiosamente a toda la sociedad europea. En nuestro caso el Estado permitía a la Iglesia tener este instrumento en su poder, aunque muchas veces le incomodase. Sin embargo, en el mundo islámico era el estado el que poseía dicho instrumento, el cual era empleado igualmente para Homogeneizar. El estado islámico, mediante la Sharia, extraida del propio Corán, aplicaba en toda la sociedad, en el campo civil, penal, etc, los preceptos religiosos que permitían unas injusticias al menos semejantes a la de la Inquisición (El Estado al servicio de la Religión).
-El Nazismo: Efectivamente no fue el mejor pasaje de nuestra historia pero al menos no fue un movimiento religioso; en el Islam tampoco se pueden librar con sus Talibanes (en el mundo talibán estaba prohibido cantar, bailar, tener fotos, la mujer ni puede salir a la calle sin compañía masculina y mucho menos trabajar, etc, en el mundo talibán está prohibido ser feliz), cuyos principios parten de su religión. Pero miremos Sudán (Darfur, os suena?), Argelia (guerra civil, integristas buscando el poder por las armas), Somalia (guerra civil, integristas buscando el poder por las armas), Irán (gobiernan los sacerdotes), etc, menudo ejemplo para el mundo.
- Renacimiento: Nuestro resugir entre otras cosas se debió al interés por la cultura clásica de Roma y Grecia, y se intentó recuperar los textos de aquella época muchos de los cuales fueron traducidos de otros libros en lengua árabe, pero nuestra sorpresa viene cuando nos enteramos de que dichos libros fueron escritos por cristianos y judios en su mayoría, que vivían en sociedades islámicas y que recopilaron todo ese saber.
Hay mucho más que decir pero no es el formato para hacerlo, tan solo realizar un inciso para terminar: En los medios de comunicación se aprecia el eco que se le da a estas manisfestaciones de opinión de estos ciudadanos de religión musulmana y el apoyo que reciben desde instancias sociales y políticas. Pienso que todo este apoyo mediático genera entre la población occidental un sentimiento de culpa y de complejo de inferioridad que no se debe permitir, máxime cuando han sido nuestros padres los que han luchado para tener los "lujos democráticos" que hoy tenemos, y que parece que no valoramos, entre otras muchas la libertad de expresión, el poder decir lo que quieras y como quieras, siempre con el límite de no alentar a la violencia (El Papa ha hecho simplemente eso, ni más ni menos).
Hemos de sentirnos orgullosos de lo que somos y de lo que hemos conseguido,y por supuesto de nuestra Historia, y aunque aún nos queda que mejorar (cambio climático, Ayuda al 3er.mundo, etc.)estamos en el buen camino, la democracia.
A estas personas que nos critican y que parece que no les gusta cómo somos les dirían primeramente que "miren si están libres de pecado antes de tirar la primera piedra" antes de decirnos los "malos" que somos, y después, decirles que tienen un camino mulo largo que recorrer mucho más largo que el nuestro, mucho que luchar para lograr lo que ya tenemos (otra vez lo digo, democracia y laicidad).
Ahora tenemos una nueva Inquisición, importada, ahora no puedes ser director de cine y decir lo que piensas porque te pegan un tiro en la cabeza en plena calle (os suena lo de Holanda?) o no puedes decir lo que deseas porque es políticamente incorrecto; hasta hace poco no lo era. ¿Qué nos está pasando? ¿Por qué nos censuramos?¿Por esto han luchado nuestros padres?¿Qué pasará mañana, se nos dirá lo que debemos pensar y decir?.
Un saludo.
Publicar un comentario