jueves, agosto 03, 2006

La democracia ha de tener razón

Contaba Paul Kennedy en un memorable artículo después del 11 de septiembre de 2001 que en aquella mañana en la que caían los símbolos más visibles de la cultura americana, había ochocientos mil marines que dominaban los mares y los océanos gozando de la “pax americana” después de la victoria en la guerra fría.

En el Pacífico, Índico, Atlántico, los mares del sur, el Mediterráneo, el Ártico... señoreaban los modernos buques de guerra norteamericanos garantizando el nuevo orden mundial que marcaba el fin de la historia. La democracia y las leyes del mercado, según la célebre tesis del profesor Fukuyama, eran los paradigmas de las generaciones futuras que vivirían en libertad, paz y progreso.

La realidad ha desautorizado las tesis de Fukuyama y se va abriendo paso la teoría de Hunttington sobre el choque de civilizaciones que tan denostada fue por las mentes bien pensantes europeas. Aquel 11 de septiembre fue un día desgraciado para Estados Unidos y para la hegemonía americana al comprobar que a pesar de su gran potencia eran vulnerables en el corazón mismo de Manhattan y en el Pentágono.

El mundo ha experimentado en los últimos diez años movimientos tectónicos de gran envergadura. Me parece que el principal es la socialización del conocimiento a través de las nuevas tecnologías que no entienden de la historia, del pasado y de la fuerza y permiten dominar en tiempo real y sin los inconvenientes del espacio, la realidad de cada momento.

No habrá una tercera guerra mundial. Lo que sí podemos asistir es a la primera guerra mundializada en la que no existan fronteras, ni ejércitos, ni estados mayores, parámetros con los que se libraban las guerras en el pasado.

No son muchos, unos millares a lo máximo, los que desafían la fuerza de Estados Unidos, Israel y Occidente en general. Pero disponen de una organización sofisticada en la que mezclan la ideología del sacrificio con la causa que descansa sobre dos pilares básicos: la religión y la voluntad de destruir o defenderse de lo que conocemos como civilización occidental, basada en la filosofía griega, el derecho romano y la religión judeo cristiana.

Un componente de odio se ha ido acumulando a lo largo de los siglos. Los choques entre Occidente y Oriente datan de hace doce siglos. Los califatos de Bagdad y Damasco llegaron hasta el centro de Francia en el siglo VIII. Luego vinieron las Cruzadas y más tarde el sitio de Viena por los otomanos.

La diferencia de los choques entre dos maneras de ver el mundo, el pasado y el presente, es que ahora hay una gran desigualdad de fuerzas, a favor de Occidente, pero la inteligencia está al abasto de unos y otros, de todos, y no es preciso disponer de ejércitos ni estados para hacer la guerra.

El problema es que ha habido un gran movimiento de tierras en el subsuelo mundial sin que las clases dirigentes hayan percibido su alcance. Al Qaeda, Hezbollah y Hamas no disponen de estados, ni siquiera Palestina lo es, ni de ejércitos, ni de estructuras de mandos identificadas. Si se captura o se mata a los supuestos dirigentes de estos movimientos, la actividad destructiva continua porque el poder no es personal sino que obedece a una causa que una minoría ha conseguido introducir en las mentes y en las voluntades de millones de musulmanes.

Las tres patas sobre las que descansan las instituciones occidentales, que son la democracia, la libertad y el imperio de la ley, no van a ser derrotadas. Pero siempre que la razón esté de nuestra parte. Matar a inocentes para destruir al enemigo es moralmente inaceptable y aumentará el odio en sociedades que rechazan la modernidad pero que utilizan el conocimiento copiado de Occidente para destruir precisamente la modernidad.

23 comentarios:

Anónimo dijo...

Occidente, s. Parte del mundo situada al oeste (o al este) de Oriente. Está habitada principalmente por Cristianos, poderosa subtribu de los Hipócritas, cuyas principales industrias son el asesinato y la estafa, que disfrazan con los nombres de "guerra" y "comercio". Esas son también las principales industrias de Oriente

Razonable, adj. Accesible al contagio de nuestras opiniones. Receptivo a la persuasión, la disuasión, la evasiva.

Razonar, v.t. Pesar probabilidades en la balanza del deseo.

BIERCE

Ivan dijo...

Yo no relacionaría las luchas entre Al Qaeda (lo que quiera que sea) y Estados Unidos, y la que hay entre Israel y parte de sus vecinos (notablemente los palestinos y la población chiíta del Líbano) con los enfrentamientos seculares entre cristianos y musulmanes.

Históricamente, tanto las Cruzadas como la expansión de los ejércitos y dominios musulmanes fueron guerras de conquista, colonizadoras, que pretendían apropiarse de unos territorios y sus recursos.

Israel en cambio busca ventajas estratégicas, no ampliar fronteras. Si acaso, consolidar lo que ya conquistó en su momento. Y el agua, no nos olvidemos de ella.

El anti-occidentalismo no viene tanto de un sentimiento de opresión como de humillación. La población de Oriente Medio, por lo poco que he podido aprender, no tiene pleitos con la occidental. Pero está harta del papel sumiso y secundario de sus naciones en el contexto internacional. Y más harta aún de sus condiciones de vida, que no le permiten acceder a la educación, el nivel de vida y la libertad, en definitiva, que ve por televisión que son comunes en los países que tienen un papel principal y arrogante en dicho contexto internacional.

Hezbollah, Amal, Al Qaeda y demás organizaciones canalizan esas rabia e impotencia hacia la lucha contra el enemigo exterior, occidental. Cuando el primer (y no único) causante de las desgracias de la población son sus dirigentes políticos y económicos. Divirtiendo la atención de la juventud y la población mobilizable hacia luchas sin esperanza contra enemigos exteriores, se evitan revoluciones en el interior.

¿Quien sale beneficiado? Y no menos importante ¿porqué Israel y EE.UU. insisten en marcar como gran enemigo a Hezbollah, Amal, Al Qaeda y demás, perpetuando así el conflicto? De nuevo, ¿Quien sale beneficiado?

Apunte colateral: Rafael Ramos escribía recientemente en su blog desde Londres la importancia estratégica del deshielo ártico y la posibilidad de no depender de las importaciones de crudo de Oriente Medio, si finalmente se puede explotar comercialmente el fondo marino ártico. Los dirigentes (de todas las tendencias) de los países árabes tienen mucho interés en que los acontecimientos se precipiten en Palestina.

BartolomeC dijo...

Sr.Foix: Las relaciones entre Oriente y Occidente han sido siempre de ida y vuelta, de conquista y reconquista, de amor y odio, de dominación o sumisión. Ahora, estas relaciones tienen una variable imposible de controlar, están siendo retransmitidas en directo por los mismos intereses que las crean y provocan, cada muerto en esta absurda guerra muere millones de veces, el odio se multiplica así por tantos ojos como asisten en directo a esas muertes y todos, incluso los que vivimos a miles de kilometros, sentimos que hemos vivenciado la misma crueldad.

Leon dijo...

Quizá una de las causas por las que hay choque, aparte del cultural y el religioso, es porque una de las partes tiene un nivel de desarrollo económico alto y la otra sigue sumida en el atraso (no sus élites ricas que son muy bien recibidos en occidente, pero si las masas de población sin demasiadas salidas) No entro en las razones, pero algo puede tener que ver. Hay algo de enfrentamiento entre ricos y pobres en esta historia.

Anónimo dijo...

El peor enemigo de los EEUU no está en Oriente sino en su propia casa, una sociedad sin cultura ni lazos emocionales familiares, el gobierno de los EEUU puede ser el más poderoso del planeta, pero sus ciudadanos, la gran mayoría viven en un individualismo y en una pobreza material y de valores que no deseo a nadie, para cohesionar a sus ciudadanos necesitan tener un enemigo exterior y los atentados de 9/11 les han dado está cohesión, igualmente se puede aplicar a sus enemigos, el odio unifica a un lado y a otro.
En Cuba se es más feliz que en los EEUU!! es una realidad. Lo malo es que ya van quedando menos y menos de estos paraisos.

Anónimo dijo...

///ENRIC///


Oriente y Occidente llevan siglos de desencuentro, el integrismo creciente de las religiones no ayuda gran cosa, interesa más aquello que divide que auqello que podría unir, pero eso no interesa, estoy convencido que si Oriente fuese más poderosa que Occidente las guerras estarian por aquí en lugar de por allí, pero la única guerra que pueden traer es la del terrorismo y esa ya está instalada en Occidente.

Anónimo dijo...

En este sentido, apunto el artículo de Daniel Capó este viernes en Diario de Mallorca.

ISRAEL EN LA ENCRUCIJADA
Hace tiempo que Europa ha perdido la batalla de las ideas, y el poder de la doxa, del pensamiento políticamente correcto, parece haberse instalado en el debate ideológico como una verdad indiscutible, como un punto de partida, y a su vez de llegada, ante el que apenas cabe disentir o discrepar. Ocurre así a ambos lados de la trinchera y, hoy en día, lo realmente incómodo es carecer de opiniones rotundas sobre éste o aquel asunto. El escritor inglés G.K. Chesterton aseguró, en una ocasión, que él se quitaba el sombrero al entrar en una iglesia, pero no la cabeza. Del mismo modo, ni el columnista ni el lector de periódicos deberían renunciar a formar su propia conciencia en la humildad y en la duda, que son -se le antoja a uno- los mejores arúspices de la verdad. A menudo, he pensado que uno de los grandes riesgos del columnismo es la premura con la que se forman las opiniones, olvidando que la contundencia de las palabras o de las ideas expresadas pueden esconder más de una injusticia. Al final, he llegado a deducir que mantener la debida distancia es una forma de moral. Como también lo es alertar del peligro, nunca inocente, de las palabras, así como no renunciar a ciertos principios.



Uno de los ejemplos últimos de lo que les cuento es el juicio sumarísimo, unánime, con el que los medios están condenando a Israel. Si no fuera por el temblor que continúa causando en la conciencia europea el horror del Holocausto, uno diría que ha regresado el antisemitismo o que, al menos, han vuelto a aparecer los condicionantes para que el antisemitismo resurja. Tampoco debería causarnos extrañeza porque, como les decía al principio, Europa hace tiempo que ha perdido la batalla de las ideas y lo que impera es una cultura enclenque y asustadiza, que reniega de su tradición -hija a la par de Atenas y de Jerusalén- y pasea, cínica, su auto-odio embalsamado de multiculturalismo o relativismo cultural, que para el caso es lo mismo. El vizconde de Chateaubriand escribió, ya a finales del siglo XVIII, que "la libertad que se degrada o el poder que capitula, no obtiene en absoluto clemencia de sus enemigos". Esto se pudo observar en los albores de la II Guerra Mundial, cuando el continente permaneció impasible ante el auge inicial de los totalitarismos. Igualmente, a la hora de juzgar a Israel nos olvidamos de que en el sur del Líbano se ha entablado una partida de dominó donde está en juego la supervivencia del Estado judío y las ambiciones imperiales de la gran potencia regional, Irán, cuyo presidente, Mahmud Ahmadineyad, ha jurado terminar con Israel y exterminar a su pueblo. Que la opinión pública europea apenas recoja las amenazas del tirano iraní causa pavor. Como lo causa que la ecuación israelí de canjear tierra por paz haya sido interpretada por el islamismo radical en clave de debilidad. Los clásicos latinos aseguraban que la guerra es consecuencia directa de la debilidad. Probablemente sea así, y en el Medio Oriente se cueza algo más de lo que vemos en el televisor. Y quizá también, al igual que sucedió con la guerra civil española, el Líbano sea el presagio de algo mucho peor.

Anónimo dijo...

Si Europa tiene pobreza intelectual, y los que nos llaman a todos anti-semitas y despachan con eso todo el tema, son unos genios, entonces nosotros no debemos saber ni atarnos los cordones de los zapatos.... pues va a ser que no.

A mi me da que los mediocres, simples y intelectualmente pobres (repito los mismos calificativos que nos regalan constantemente) son los que nos tachan a todos de anti-semitas, y con eso cierran el tema, sin nisiquiera demostrar lo que afirman ni argumentar absolutamente nada.

Israel, les guste más o les guste menos, me da igual, se ha saltado innumerables artículos elementales del Derecho Internacional, que están para evitar agravios comparativos y para defender derechos de todos, cosa que nos beneficia a todos.

No me voy a poner aquí a explicar las visicitudes del derecho internacional porque entiendo que los que afirman con tanta contundencia ciertas cosas sobre el Derecho Internacional tienen que saber perfectamente para que existe y que sentido tiene, a menos que hablen por hablar y no tengan ni idea, cosa que empiezo a sospechar que es así, porque si no no entiendo las burradas que a veces leo en algunos sitios.

El problema real es que Israel no ve una correspondencia de la ONU en cuanto a la lucha contra el terrorismo, pero es que evidentemente la ONU no ejerce en ese campo; solo trata con Estados y su respeto a la Ley, nada más.

La ONU no es una agencia anti-terrorista, pero puede que tuviera que tener alguna y comprometerse, tasadamente, a lograr objetivos contra los grupos terroristas.

Puede que así, a ojos de gran parte de la opinión pública israelí, la ONU ganaría mayor legitimidad moral para tirarles de las orejas, pero YO, y muchos, entendemos que ya la tiene, habida cuenta de que Israel firmó esos Tratados, y se supone que tiene que cumplirlos.

Pero yo, anti-semita de mierda, tengo en cuenta incluso los sentimientos de los israelies, aunque NO TENDRIA NI PORQUE HACERLO, porque la Ley está para cumplirse, no para decir tonterias ni comportarse como un energúmeno y luego pretender que los demás te den la razón, hagas lo que hagas.

Las cosas no funcionan así.

Anónimo dijo...

Lo que se cuece en oriente medio es primordialmente lo que se cuece en los televisores.

Oriente ha decsubierto la propaganda televisiva.

Oriente no puede sportar la humillación de ver a sus hijos huir de sus paises para trabajar en occidente.


Josep Vilá.

Anónimo dijo...

Irán no puede hacer absolutamente nada, porque como pongan un pie en Israel, les pararemos los pies como hicimos con Irak en 1.991, cuando España mandó cazas de combate y el portaaviones Principe de Asturias al Golfo.

Zapatero lo volvería a hacer (ya se que algunos se han creído las caricaturas absurdas de Federico Jimenez Losantos sobre Zapatero, pero yo de tonterías no hablo).

Irán no es un riesgo, porque como hagan algo, los convertimos en fostatina, porque tenemos sustancialmente más poder militar que ellos.

Con lo cual esos temores no están bien fundamentados, y mientras, Israel puede hacer lo que le salga de las narices, lo cual no está, ni juridica, ni politica, ni moralmente justificado.

Anónimo dijo...

Sobre la guerra del Golfo de 1991 habría mucho que hablar, sobre si Zapatero mandaría la armada de nuevo tengo serias dudas, en Afganistán se está reproduciendo el modelo de Iraq y nadie se quiere enterar.

Pere.

Anónimo dijo...

Occidente debe defenderse también, lo justo seria que la ONU tuviese más poder efectivo que los EEUU y cualquier otra nación, quizás Occidente debería prohibir el Islam tal como el nazismo esta prohibido hoy en día, y es que sino eres musulmán no se te está permitido entrar en los lugares sagrados de la Meca y tampoco Arabia Saudita permite otras religiones, Este podría ser el primer paso legal de reciprocidad para tener un pulso a modificar o revisar el Corán, religión guerrera y excluyente.

Anónimo dijo...

Ilegalizar religiones es una barbaridad.

Si nos ponemos a revisar la Guerra del Golfo de 1.991 entonces no me sirven ya ningun argumento para defender a los Israelies.

Si no sirve la Guerra del 91 como ejemplo, entonces lo de Israel es para llevar a Olmert al Tribunal Penal Internacional.

Es asi de simple. Si, evidentemente el ejemplo de 1.991 sí que sirve, es un caso flagrante de Imperialismo, una invasión que transgriede absolutamente todo el Derecho internacional, como por cierto lo transgredia la actual Guerra de Irak.

Sí, Zapatero mandaría las tropas a parar una posible invasión de Irán, al igual que toda la comunidad internacional. Lo que no puede ser es que certezas como estas se pongan en duda, porque si se pone en duda esto entonces yo estoy plenamente legitimado a decir unas cuantas barbaridades de Israel, que serian igualmente absurdas, pero están en el mismo plano que el decir que Zapatero no mandaría las tropas.

Anónimo dijo...

Si Zapatero manda un soldado a Iraq, se le desmonta todo el tinglado que tiene montado de la noche a la mañana.

Anónimo dijo...

A mi me da igual, pero en 3 generaciones Europa será islámica por voto y democráticamente.

Anónimo dijo...

De entrada, igualar Al qaeda, Hizbulá y Hamas denota una ceguera supina. Lo único que desprende su artículo es la propaganda pura y dura neocon del enfrentamiento que beneficia a las fábricas de armamento y casualmente todos estos enfrentamientos se dan en lugares con fácil acceso al petroleo. Les recomiendo un artículo de Daniel Levy que participó en las conversaciones de Oslo y publicado ayer en Haaretz donde dice cosas como esta

In 1996 a group of then opposition U.S. policy agitators, including Richard Perle and Douglas Feith, presented a paper entitled "A Clean Break: A New Strategy for Securing the Realm" to incoming Israeli prime minister Benjamin Netanyahu. The "clean break" was from the prevailing peace process, advocating that Israel pursue a combination of roll-back, destabilization and containment in the region, including striking at Syria and removing Saddam Hussein from power in favor of "Hashemite control in Iraq." The Israeli horse they backed then was not up to the task.

http://www.haaretz.com//hasen/objects/pages/PrintArticleEn.jhtml?itemNo=746312

Anónimo dijo...

La derecha mediática cada vez se parece más a la de Estados UNidos.

(...) Algunos expertos y analistas políticos ya han lanzado una voz de advertencia: no estamos sólo ante la derecha tradicional. La nueva estrategia que se ha lanzado desde estos medios guarda estrechos paralelismos con la que desde hace décadas practica el movimiento fundamentalista neoconservador estadounidense, entre cuyos méritos se encuentra haber aupado por dos veces a George W. Bush a la presidencia. Su clave: un discurso visceral y marcadamente más agresivo, donde se apela a la emoción y, con frecuencia, al miedo. Siguiendo el modelo norteamericano, en los últimos años una red mediática, académica e ideológica agita los fantasmas particulares de la desintegración de España, la desaparición de la familia o la persecución del catolicismo.

Miguel Ángel de Lucas | Diagonal

Yo nunca habría incluido a La Vanguardia en estos medios, pero en vista del discurso del miedo, ("la inmigración es una bomba de relojería") las críticas que suscitó la no asistencia a misa de ZP, etc... empiezo a incluirla.

Anónimo dijo...

A Zapatero no se le desmontaría absolutamente nada, podría mandar perfectamente tropas a Irak si se cumplen los requisitos que el expuso.

De todas formas no estábamos hablando de Irak, sino del posible intento de Irán de invadir Israel.

Aquí el único que tiene que responder ante las barbaridades que comete es Estados Unidos, y por eso no firma su adhesión al Tribunal Penal Internacional.

Es curioso que el único que no quiere pasar la "auditoría" sea quien pretenda dar clases de ética a los demás ... curioso no, triste.

Pedro Baques dijo...

LA GUERRA MUNDIALIZADA
Según Avi Becker (La Vanguardia del 8/8/06) en “Del choque de Civilizaciones a la guerra mundial” estamos viviendo ya una guerra mundial y según este señor , ex secretario del Congreso Judío Mundial” el Líbano es un campo de batalla de la misma. El Islam extremo o radical, así lo llama, quiere imponer su dominio sobre Occidente.
En cambio, Lluís, nos dices que estamos en una “guerra mundializada” en que la no existen fronteras. Pero el Líbano sí tiene fronteras. También nos dices que en esta guerra no es preciso disponer de ejércitos. Pero en Irak y en el Líbano se libran combates con ejércitos, tanques y aviones.
Afirmas que las tres patas sobre las que descansan las instituciones occidentales, que son la democracia, la libertad y el imperio de la ley no van a ser derrotadas. Pero como tienes dudas añades: “siempre que la razón esté de nuestra parte”. Creo que en estas palabras está la clave de todo.

Anónimo dijo...

Alá, sólo te pido una hora de dominio sobre los rumis......

Anónimo dijo...

no habrá piedad con los rumies

Anónimo dijo...

zapatero compra misil spike

Anónimo dijo...

les français des que je peux, je les egorges....! (escuchado en la banlieu)