miércoles, julio 26, 2006

Historiadores y políticos

Hace ya mucho tiempo leí unos cuantos libros sobre la guerra civil española y los acontecimientos históricos que la precedieron. Recuerdo la de Hugh Thomas que tuvo un gran impacto entre quienes buscábamos una explicación de cuanto había ocurrido desde la distancia y el apartidismo.

También leí los tres tomos de una biografía de Cambó, libro de Jesús Pabón, muy recomendable todavía hoy, y los "Tres días de julio" de Luís Romero, un recuento exhaustivo y documentado sobre lo que ocurrió en los tres primeros fatídicos días en numerosas ciudades españolas, en las que triunfó el alzamiento y en las que fueron fieles a la República.

Como aficionado a la historia he leído también a Jaume Vicens Vives, a Pierre Vilar, Paul Preston, muchas memorias de los principales actores del conflicto, la de Carles Pi Sunyer, la excelente biografía del general Batet de Hilari Raguer, Stanley Payne, Albert Manent, Solé Sabaté, las reflexiones de Azaña, Borja de Riquer, Josep Fontana, Josep Termes, Santos Julià y una larga lista de títulos, desde posiciones bien diversas, que ocupan muchas estanterías de mi casa.

El último ha sido la guerra civil española de Anthony Beavor, un trabajo excelente y puesto al día. Me atrevo a decir que tengo una cierta idea, incompleta por supuesto, de lo que ocurrió.

Me acuerdo también de la influencia que ejercieron las lecturas de tres ensayos históricos sobre España de Salvador de Madariaga, Américo Castro y Sánchez Albornoz, los tres en el bando perdedor, los dos últimos enfrentados dialécticamente hasta que dejaron el mundo de los vivos.

En una entrevista con Sánchez Albornoz en su residencia de Buenos Aires, anciano ya, me dijo que “la flor de la guerra civil es infecunda”.

La historia es lo que fue y no lo que se quiere que hubiera sido. Y este veredicto, en permanente revisión, está en manos de los historiadores que manejan fuentes y datos hasta ahora desconocidos.

En ningún caso un gobierno puede atribuirse esta facultad porque se corre el riesgo de que se borren figuras importantes, como comprobó dramáticamente Trotsky que fue asesinado por encargo por un catalán en México, después de que Stalin lo borrara previamente de todas las enciclopedias y sus fotografías desaparecieran.

Mañana el gobierno Zapatero va a aprobar un proyecto de ley sobre la memoria histórica. Déjenlo para los historiadores. Hay tantas memorias. Les invito a que lean a Santos Julià en la Revista de Occidente. Dice que imponer una memoria histórica es propio de regímenes totalitarios. Coincido.

20 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad es que no sé qué sentido tiene recuperar la memoria histórica "por ley". Eso existe en el subconsciente colectivo, pero no se debería regular. Y da la impresión de que la inmensa mayoría de los ciudadanos tenemos una idea clara de lo que sucedió y de quien dio un golpe de estado contra un gobierno legítimo. Que se hicieron barbaridades por los 2 lados, y que fue una auténtica guerra incivil. Y que el resultado de aquello condicionó (y para algunos aún condiciona) la vida del país.
Siendo mal pensado uno podría creer que es un anzuelo del gobierno para que el PP con su habitual torpeza se entretenga con esto como con tantas cosas.
Amén a lo de Salvador de Madariaga, grande grande.

BartolomeC dijo...

Sr.Foix:Parece ser que a la memoria transitoria y a la memoria permanente que existian en la sicología tradicional, ahora se le quiere sumar la memoria por decreto ley, lo siento por Atkinson y Shiffrin...

Anónimo dijo...

///ENRIC///



A mi de las dos memorias que menciona Bartolomé ya me fallan las dos, no creo que un decreto ley me arregle el problema que tengo.

Anónimo dijo...

Comparto la opinión sobre esta ola revisionista, sólo hay algo peor que un historiador metido a político y es un político metido a historiador.


Albert.

Anónimo dijo...

Imparcial, adj. Incapaz de percibir promesa de ventaja personal en la adhesión a uno de los bandos de una controversia, o en la adopción de una entre dos ideas en conflicto.

Mío, adj. Lo que me pertenece, siempre que pueda apropiármelo.

Olvido, s. Estado en que los malos cesan de luchar y los tristes reposan. Eterno basurero de la fama. Cámara fría de las más altas esperanzas.. Lugar donde los autores ambiciosos reencuentran sus obras sin orgullo, y a sus superiores sin envidia. Dormitorio desprovisto de reloj despertador.

Pasado, s. Pequeña fracción de la eternidad de la que tenemos un leve y lamentable conocimiento. Una línea móvil llamada Presente lo separa de un período imaginario llamado Futuro. Estas dos grandes porciones de la Eternidad una de las cuales borra continuamente a la otra, son eternamente distintas. Una está oscurecida por la pena y el desengaño, la otra iluminada por la prosperidad y la alegría. El Pasado es la región de los sollozos, el Futuro, el reino del canto. En uno se acurruca la Memoria, vestida con un sayal, la cabeza cubierta de ceniza, musitando plegarias penitenciales; en la luz solar del otro vuela la Esperanza llamándonos a los templos del éxito y los pabellones del placer. Sin embargo, el Pasado es el Futuro de ayer, el Futuro es el Pasado de mañana. Son una misma cosa: el conocimiento y el sueño.

BIERCE

Anónimo dijo...

(El Pasado es la región de los sollozos, el Futuro, el reino del canto.)

Bien por Bierce.

Anónimo dijo...

Verán:
Foix, que buscando mi IP sabrá que lo admiro, se declara, con humildad sin sentido, aficionado a la historia.
Posiblemente al mismo tiempo que el leía sobre la guerra de España, yo también lo hacía. Más o menos presumí (hoy mi edad mi impide tal tontería) de poseer una voluminosa biblioteca creada, básicamente, de libros editados fuera del Estado español.
Cuando un día leí un libro sobre la Batalla de Guadalajara, escrito por un combatiente libertario, porteriormente otro por un general italiano, después otro por un republicano y finalmente otro por un falangista, amén de las menciones de Hugh Thomas y otros, creo que comprendí la dificultad de “leer” la historia ya que si hoy me preguntan que paso en la Batalla de Guadalajara sinceramente NO LO SE. Explicaré suposiciones.
Que existieron barbaridades por ambas partes entre colectivos que abjuraron de su juramento a España y partidarios de la ley, nadie lo niega pero es necesario ser cuidadoso. Mientras que en Catalunya funcionaban a pleno rendimiento los asesinatos por parte de incontrolados, las autoridades franquistas dirigen y permiten, por ejemplo, las matanzas de Badajoz del mes de agosto del 36 y el General Queipo de Llano, a través de las ondas (nadie puede negarlo) lanza barbaridades que en ninguna emisora republicana se llegaron a mencionar.
No me impresiona los nombres de Salvador de Madariaga, Américo Castro y Sánchez Albornoz, todos con la visión de la España centralista, sin aceptar la pluranacional del Estado y como consecuencia falsos al querer negar una realidad incuestinable.
Foix sabe también, que admiro a Cambó. Pero, con franqueza me irita, que no quiera desempolvarse la verdadera historia de la Guerra.
Lo de la Ley de Zapatero me parece normal, dentro del maldito, pero necesario juego política que finalmente termina en una pantomima. Pero ¿Quien rehabilitará a los miles de inocentes fusilados por el Ejercito franquista?, ¿Que no debe ser la ley? ¡Vale¡ Pero quien lo hará Sr. Foix. ¿Quién?
¿Fueron personas sin cultura y tal vez dudosa moralidad quien fusilaron en La Rrabasada a inocentes? SI.
Pero ¿Qué hicieron los cultos?
No Sr. Foix. NO.
Deberíamos ser capaces de explicar la verdad. Cosa difícil. Pero como mínimo intentarlo y no descualificar por principios a Zapatero, que no me gusta ni un pelo. y cuyo talante y republicanismo es simplemente una trampa.
Mi edad, lo repito, mi edad, me impide juzgar. Pero no puedo entender cuando veo a los obispos realizar el saludo fascista y no puedo entender por que miles de inocentes, fusilados por orden de un tribunal militar, no pueden ver reconocida su dignidad. ¿No será acaso la debilidad del actual Ejèrcito español? ¿De la Monarquía? ¿Del propio Estado?
A veces desde Catalunya tenemos una tendencia a sentir sólo sobre nosotros las barbaridades de la guerra y de Franco. Pero los andaluces, posiblemte, sufrieron muchs mas barbaridades que los catalanes y sin frontera para refujiarse en Francia. Sólo por la dignidad de los andaluces en la guerra civil, amo Andalucia.
Como decia otro intelectual que ano me gusta: No es eso, no es eso, Sr. Foix.
Hoy no estuvo fino.

Anónimo dijo...

Soc Manresà i des de petit vaig sentir explicar barbaritats de la guerra.Sempre em varen dir que es van cometre salvatjades als dos bandols.No soc gaire gran, peró recordo una visita de Franco a Manresa i al carrer hi havia una munió impressionant.Sempre m´he preguntat per què ?.Fa uns mesos vaig llegir un llibre local sobre la guerra civil i es relatava que hi varen haver 150 assassinats durant 1936 i 37 , Manresa era una ciutat de 50.000 habitants.Això devia ser una barbaritat !!!Que el govern no assegures l' ordre i la seguretat dels ciutadans !!No m' extranya gents que despres una bona part de la població fes costat al nou regim.
Igualment ho dic dels crims de despres de la guerra.
El que vull dir es que s`han de recordar totes les victimes, fossin del cantó que fossin i sobre tot perque eran persones i es va actuar en contra dels drets humans.Recordar totes les persones no vol dir esta d`acord amb el seu projecte polític o ideologia .Vol dir que defensem el dret de tothom a viure en llibertat i democracia.
quim

Anónimo dijo...

Quién no ha estado fino es quién ha decidido buscar la verdad histórica por decreto ley.

Ya lo decía Machado.

¿Tu verdad? No, la Verdad,
y ven conmigo a buscarla.
La tuya, guardatelá.

Dessmond dijo...

Magnífica reflexió, sens dubte.

Anónimo dijo...

creo que el sr. foix peca de generoso calificando a zapatero de radical: ésto implicaría una intención polñitica, un proyecto. por el contrario a mí me da la sensación de que detrás de la llamada memoria histórica no hay ninguna reflexión, ni ética, ni histórica, ni política, sino tan sólo la balanza de los votos y el tacticismo a más corto plazo, un simple medio para un fin sin medir posteriores consecuencias. y por desgracia es lo habitual es este pais (léase españa o cataluña, para el caso no hay diferencia) cuando se tocan temas que merecen cierta responsabilidad

Anónimo dijo...

Voy a seguir la línea argumental sicológica que he visto iniciada anteriormente. Zapatero no ha superado el trauma familiar de la muerte de su abuelo, un trauma que no vivió y que por lo tanto le ha sido transmitido mediante la memoria vivida por sus seres queridos, Zapatero ha hecho suyo el trauma y lo vivencia en primera persona, es un problema sicológico, un problema que necesita de un especialista en esa materia, no de un historiador.


D.J.C

Anónimo dijo...

La lucha del hombre contra la tiranía es ala lucha de la memoria contra el olvido.
Milan Kundera

Anónimo dijo...

La memoria no es remover tumbas y encontrar a Lorca entre los muertos que no pudieron ser Lorca, existe tiranía en la memoria que se impone por ley.

Donde haya tiranía,
está la tiranía
no sólo en calabozos
ni en bocas de fusiles,

no sólo en cuartos de tortura,
no sólo en las nocturnas
consignas de los guardias,
está la tiranía

no en los pliegos de cargos
ardiendo oscuros como el humo,
la confesión, ni el morse
del preso sobre el muro,

no sólo en la sentencia
fría del juez: ¡culpable!
está la tiranía,
y no sólo en las órdenes

de ¡Preparen! y ¡Fuego!
ni en los redobles,
ni en el modo en que arrastran
el cadáver al foso,

no sólo en las noticias
susurradas con miedo
a través de una puerta
furtiva y entreabierta,

en el dedo en los labios
indicando callarse,
está la tiranía,
y no sólo en el rígido

trazo como de rejas,
ni en el aullar luchando
mudo contra las rejas,
ni en la cascada

de lágrimas calladas
acreciendo el silencio,
ni en la pupila abierta,

está la tiranía,
y no sólo en los ¡Viva!,
ni en el ¡Bravo! y los cantos
que en pie todos corean;

donde haya tiranía
está la tiranía
no sólo en los aplausos,
las palmas incesantes,

las trompetas, la ópera,
la piedra en las estatuas,
el color del retrato
chillón y mentiroso,

no sólo en cada marco,
ya en el pincel estaba;
ni en el vibrar del auto
de noche y en silencio,

que se detiene
bajo la arcada;

donde hay tiranía, siempre
está presente
en todas partes, como
tu dios nunca estuviese;

está la tiranía
en el jardín de infantes,
el consejo del padre,
la sonrisa materna;

en el modo del niño
responder al extraño;

no sólo en el alambre
de púas, ni en las frases
gastadas que en los libros
duelen más que las púas;

está en el beso
de despedida,
al decir de la esposa
cuándo vuelves, querido;

en los qué-tal triviales
que en la calle te llueven,
y ese apretón de manos
que de súbito aflojan;

al helarse la cara
de tu amor de repente,
pues en las citas
de amor está presente;

no sólo en los careos,
la confesión, las dulces
palabras embriagadas,
como mosca en el vino,

ni en tu sueño estás solo,
está la tiranía
en el tálamo, y antes
aún, en el deseo,

pues para ti lo bello
es lo que ya ella tuvo,
y con ella yacías,
mientras creías que amabas,

en el plato y el vaso,
la nariz y la boca,
en el frío y la sombra,
en tu cuarto y afuera,

como hedor de carroña
al abrir la ventana,
como cuando un escape
de gas llena la casa,

si estás hablando solo
es ella quien pregunta,
ni cuando fantaseas
te libras de ella,

se hace tierra de nadie
la vía láctea, los focos
la iluminan, minada,
los luceros: mirillas,

la celeste bóveda un campo
de castigo, pues en el doble
afiebrado de las campanas
está hablando la tiranía,

en el cura a quien te confiesas,
en sus predicaciones,
potro, templo y parlamento,
son otros escenarios suyos;

al abrir y cerrar los párpados,
siempre te mira;
como dolencia está contigo,
como el recuerdo,

y la rueda del tren, ¿la escuchas?
preso estás, preso, repite,
por las montañas y las costas
sigues oliéndola,

relampaguea y es ella
la que truena y deslumbra,
y al corazón lo paraliza,
inesperada;

está en la calma,
en los grilletes del hastío,
en la lluvia precipitándose
en barrotes hasta los cielos;

en la nevada que te encierra
como blanca pared de celda;
es ella quien te mira
por ojos de tu perro;

y estando en toda meta
ocupa tu futuro,
está en tu mente,
y en cada gesto tuyo;

como el agua a su cauce,
la sigues y la creas;
¿miras fuera del círculo?
al espejo te espera,

te acecha, inútil escaparse,
eres guardián y preso,
en el olor de tu tabaco
y en el paño de tu vestido

penetra, hasta en tu médula,
quieres pensar, tu mente
no tiene otras ideas
sino las suyas,

al mirar ves apenas
la ilusión que te muestra,
y te cerca el incendio
del bosque, por el fósforo

que al lanzar a la tierra
no apagaste pisándolo,
y así te guarda prisionero
en casa, campo y fábrica;

no sabes ya qué es vida,
ni pan ni carne,
qué es amor ni deseo,
ni un abrirse los brazos,

así forja esposas el siervo
y él mismo se las asegura,
cuando comes ella se nutre,
para ella engendras tu hijo,

donde hay tiranía, son todos
un eslabón de su cadena;
su hedor emana de tu cuerpo,
tú mismo eres tiranía;

como topos al sol desnudo,
damos tumbos en las tinieblas,
apretándonos en un cuarto
tal como en el desierto;

pues donde está la tiranía
todas las cosas son inútiles,
incluso las canciones,
o cualquier obra;

pues estaba desde el comienzo
junto a tu tumba, es ella
quien dice lo que fuiste,
tus cenizas son sus esclavas.

Gyula Illyés- (1950)

BartolomeC dijo...

Sr.Foix: Una madre es aquella persona a la que queremos más tiempo que a cualquier otra persona, le acompaño en el sentimiento por tan sentida pérdida.

Anónimo dijo...

Me uno al comentario anterior, con todos mis respetos para Vd en estos momentos.


Josep Vilá.

P@P@LLoN@ GRoG@ dijo...

Un beso y un abrazo de complicidad sentimental, don Luis.

Anónimo dijo...

///ENRIC///


Hace poco que he perdido a mi madre y comparto su dolor.

Anónimo dijo...

Lluis, tens molta sort de tenir tanta gent que t´estima.

Anónimo dijo...

El meu condol més sincer.


Joan Nicolau.