viernes, mayo 19, 2006

Tres días en París

He pasado tres días en París, entre el Boulevard Saint Germain y el flamante nuevo estadio de Saint Dennis. La capital de las luces ha tenido dos colores dominantes estos días. El azulgrana y el amarillo que lucían las camisetas, bufandas y distintos amuletos identificativos del Barça y del Arsenal.

Dos equipos que no tenían cuentas pendientes. Es más, había una serie de complicidades que hacían que las dos aficiones confraternizaran por las calles parisinas pendientes del encuentro que iba a determinar qué equipo es el mejor de Europa.

El Barça eliminó al Chelsea, "a very unatractive club", según comentario de un seguidor sensato del equipo londinense que llegaba a la final. Y el Arsenal envió a las tinieblas al Real Madrid. Los dos llegábamos habiendo hecho un favor inestimable a los adversarios ocasionales del momento.

Ganó el Barça pero los del Arsenal lo encajaron con caballerosidad y con "fair play". Un gran talante deportivo presidió la final de la Champions. Caminando por la rue de Rivoli, a las tantas de la madrugada, intercambiamos un cortés saludo con un grupo de londinenses que digerían la derrota con deportividad.

Los ingleses fundaron el fútbol pero los franceses lo organizaron. París estaba de fiesta, aunque los protagonistas fueran forasteros. Desde el Boulevard Saint Germain participamos en tertulias capitaneadas por el gran comunidador que es Antoni Bassas. Horas y días inolvidables. Todos los que colaboramos en los programas de radio en aquella fiesta nos conocimos más en esa final que en años de haber colaborado en programas radiofónicos.

Son los prodigios que opera el deporte. Tanto en la dicha como en la adversidad. Las emociones desbocadas, aunque contenidas, en el estadio de Saint Dennis nos dejaron clavados en las gradas. No queríamos abandonar el recinto. Tuvieron que venir los señores y las señoras encargadas de limpiar el estadio para pedirnos que abandonáramos el recinto.

Lobo Carrasco terminaba una crónica perdido en la soledad del estadio hasta que le invitaron también a desalojar la zona. Carrasco acabó la crónica en las afueras, pendiente de que la batería no se acabara. El brillante escritor Antoni Puigverd, grave y responsable, un hombre de una pieza, no pudo contener su emoción cuando Belletti marcaba el gol de la victoria.

El fútbol nos hace más espontáneos, más desinhibidos, más fraternales. Los abrazos con todos los que nos rodeaban no los perpetraríamos en ninguna otra ocasión. Eran los signos externos de una fuerte emoción interna.

París invitaba a pasear. Largas caminatas nocturnas porque había que pisar la ciudad que nos dió la gloria por segunda vez en la historia del Barça. Cansados, somnolientos, contentos, llegamos a los respectivos hoteles con una satisfacción muy profunda. Había valido la pena.

Incluso el trayecto en el tren de cercanías que transportaba a las aficiones como en latas de sardina. Sudor, mucho sudor. Pero valía la pena alcanzar Saint Gennis aunque un aficionado del Arsenal que acompañaba a su hijo, me decía con humor que no eramos conducidos a un campo de exterminio sino a una confrontación deportiva.

Vuelta a Saint Germain, a l'Odéon, cerca de la Procope, el restaurante en el que almorzaron y hablaron personajes como Voltaire, Jefferson, Robespierre, Danton, Maurras y tantos revolucionarios de finales del XVIII. Una delicia. La plaza de Saint Sulpice, las avenidas trazadas por Haussmann, las librerías. Qué delicia es pasar largos ratos en las librerías parisinas.

Y qué peligro para las tarjetas Visa. Francia atraviesa una crisis política de fondo, muy seria, con mociones de censura al gobierno y con un presidente de la República acorralado. Pero Francia está viva porque piensa, porque se revuelve en sus propias contradicciones, porque es el centro de las grandezas y las miserias de Europa.

Las enfermedades políticas de París son las mismas que recorren la Europa continental. Un desconcierto generalizado, un cansancio largo, una quimera de situaciones gloriosas pasadas. Esto es la Europa que siempre está en crisis pero siempre renace de sus cenizas. Una Europa que tiene las puertas abiertas y que son traspadas por cientos de miles de ciudadanos de quieren vivir entre nosotros.

17 comentarios:

Anónimo dijo...

El problema es que ya no hay convicciones ideológicas, todo es burocracia, estrategia y ataques partidistas.

Anónimo dijo...

Felicidades, señor Foix, por su crónica de París. Leer su texto es el mejor complemento a los días de fútbol que vivimos: nos explica las virtudes de las emociones deportivas, cuando lo que suele destacarse son sus miserias. Y qué bien explicado el arrobo de pasear por las calles de París con la euforia del partido ganado! Yo estaba en Barcelona, pero me lo imagino perfectamente. La victoria lo convirte todo en grato y bello, atractivo e interesante. Felicidades!

BartolomeC dijo...

Sr.Foix:Ahora si que podemos decir y sin temor a equivocarnos que en el recuerdo deportívo y humano, siempre nos quedará París...

Anónimo dijo...

Que artículo mas bonito , senyor Foix.¡Muchas gracias!
Ariadna

Anónimo dijo...

///ENRIC///



¡¡¡FORÇA BARÇA!!!

Anónimo dijo...

Et segueixo a tu al Portabella i en Sanuy des de Miami cada setmana a les tertúlias d´en Toni.Estic completament d´acord amb el teva crítica a la propaganda del PSC un partit democrátic com aquest, després de el que hem aguantat, ara caigui en un berrrequería de tonalitat perillosa. Et puc dir que el panorama que es dona vers la nostra politica catalana a EE.UU es de pena e inmadurez. No es digne que una nació com la nostra, en crescuda i recursos com els que tenim, no estiguem donant una millor imatge.

Eduard

Anónimo dijo...

Avui he llegit una noticia a la vanguardia, que m´ha deixat glaçat !El ex-conseller solà diu que a la generalitat li feien mobbing !!
Ara començo a entendra de veritat a aquests personatges.Resulta que una persona com ell que ha tingut un comportament tant sectari i que ha fet tant de mal, ara va de victima.A veura si es que realment son així :uns iluminats i mesianics !!!
El cas d' aquesta persona es espectacular,ha estat un desastre, un incompetent i un gran sectari.veia enemics i papus a tot arreu.hay gent d' ERC :quin malt uns han fet determinats personatges (i ala UAB i a xativa Ja ho sabiem !!!)
Vicenç

Anónimo dijo...

Muy bueno su artículo en La Libreta señor Foix.

Absolutamente de acuerdo con usted, nada que añadir ni quitar.

De acuerdo al 100%.

Anónimo dijo...

Yo también le felicito por su libreta.



Josep Vilá.

Anónimo dijo...

¡Enhorabuena, Sr. Foix! En este artículo, el aprendiz de economista, le da su visto bueno al 100 %.

Jesús Cardona dijo...

Poco a poco se van sabiendo mas cosas sobre las entradas. El Barca es mas que un club, efectivamente, es el club de los amigos de Laporta.

´´ dijo...

todo es opinable

´´ dijo...

todo es opinable

´´ dijo...

todo es opinable

´´ dijo...

todo es opinable

Anónimo dijo...

That was nice! Three days in Paris. Thanks for your masterly input.
Thanks for La Libreta in my mail. I have appreciated. lw

Anónimo dijo...

Os comento algo que me ha pasado.
El pasado mes de Junio me pasaron un monton de cargos (mas de 3.000 ? ) a mi
tarjeta de credito por compras efectuadas en Internet (Camara de video y fotografica Sony, tarjetas, cargadores, paginas porno, etc, etc. Resulta que esa
tarjeta nunca la habia utilizado para compras por Internet ya que utilizo
una tarjeta virtual de la Caixa. Tampoco la habia utilizado nunca para sacar
dinero de los cajeros y por supuesto no la habia extraviado ni prestado a
los cacos.

Por mas que he buscado una explicacion al como me robaron mis datos no la he
encontrado hasta que esta semana he alquilado un coche en el Aeropuerto de
Las Palmas. Pague con mi nueva tarjeta Visa y al firmar el resguardo observe
que en el ticket de pago, ese que firmamos aparecia mi NOMBRE COMPLETO,
NUMERO DE TARJETA COMPLETO Y FECHA DE CADUCIDAD.
O sea todos los datos necesarios para comprar por Internet.
Al llegar a casa lo primero que hice fue echar un vistazo a todos los
resguardo de mis compras desde el 1 de Enero y en casi un cincuenta por
ciento de los recibos aparecian todos mis datos personales.
En otro 50 % el numero de la tarjeta aparece con XXXX XXXX XXX 7093.

Asi que ojo, pues en cualquier establecimiento, por lo menos en España,
tenemos unas grandes oportunidades de que cualquier empleado deshonesto nos
la cuele.

Comprueba lo escrito con tu tarjeta y si es cierto lo que os cuento pasalo a
tus amigos.