viernes, abril 07, 2006

Bono se va, Rubalcaba entra

Bono se va del gobierno y provoca la primera crisis de Zapatero. No es un cese sino una dimisión. El presidente ha hablado de retirada de la política, que espera que sea temporal.

Un ministro de Defensa no se va sin dar explicaciones. A la espera que Pepe Bono nos diga por qué dimite, cabe deducir que abandona porque no está de acuerdo con la política de su presidente.

Sospecho que la política respecto a ETA y la tramitación del Estatut de Cataluña habrán influido en la decisión de Bono. La ley de Educación tampoco le habrá gustado.

Un análisis optimista es que Bono entra en la reserva en espera de mejor ocasión. Incluso puede presentarse como alcalde de Madrid en la primavera próxima.

El análisis pesimista son las dificultades que habrá puesto Bono en la política general del gobierno. Y se va.

Pero Pérez Rubalcaba entra como hombre fuerte del gobierno. Es un fajador nato, negociador hasta la extenuación. El ministro Alonso pasa a Defensa y puede tirar del carro en la misma dirección que Zapatero.

Respecto a la ministra San Segundo, a las 24 horas de haberse aprobado la Ley de Educación, simplemente se trata de incompetencia.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Bono es todo un personaje ,es imposible ditinguir entre el y su guiñol ( rac 1) , esperemos que el guiñol siga , en realidad lo importante es siempre el guiñol.

ALBERT

BartolomeC dijo...

Sr.Foix:El ministro de defensa José Bono se marcha, según él en un Viernes de Dolores y por motivos familiares,a enemigo que huye puente de plata habrá pensado más de uno.

Anónimo dijo...

Para quitarse el sombrero.

Que Rubalcaba controle el proceso de paz desde Interior -con la garantía que eso representa-, y que Mercedes Cabrera oriente Educación hacia la promoción de la Ciencia y la Investigación en vez de seguir en las batallitas con los curas y la enseñanza privada, son dos excelentes noticias. Alonso en Justicia pondrá orden en esa horda de fachas que usan la toga para sabotear procesos políticos que no son de su agrado.

Si le sumamos la salida de Bono y el cese de una ministra gris, la
remodelación es simplemente un empujón hacia adelante considerable.

José Luis dijo...

Hola a todos:

Lanzo una pregunta y una posible respuesta, abierta al debate: ¿por qué no se ha prescindido antes de la ministra de Educación, haciendonos un favor a todos y fundamentalmente a los alumnos?

Lo digo desde la izquierda, sin entender cómo IU ha apoyado al PSOE, y desde la Filosofía, perplejo ante el hecho de que la reflexión crítica y la libertad de pensamiento sea expulsada de las aulas precisamente por el PSOE.

Anónimo dijo...

///ENRIC///


Bono era ministro de defensa pero en realidad estaba convencido que valia mas como presidente que ZP,Bono piensa que es mas español y mas patriota,no creo que se retire,si no le dan un destino rapidamente ZP va a tener un enemigo importante a su espalda,Bono no se va a quedar quieto.

Anónimo dijo...

Josep Vilá.-


La ministra San Segundo ha sido cesada por su incompetencia, aprobarle una ley de educación a propuesta de una incompetente es también demostración de incompetencia,dos años es mucho tiempo para que Zapatero se hubiera dado cuenta de la incompetencia,hay más incompetentes en este gobierno,pero no serán cesados,no hay respuestos entre el entorno de los amigos de Zapatero.

Anónimo dijo...

Sr. Foix, le ha salido un artículo muy descriptivo: "este sale, el otro entra ..."
Una nueva ocasión perdida para mojarse. Sección de opinión amigo Foix. Pues eso.

Anónimo dijo...

Entrevista a Bono en La Razón.


«Zapatero fijó la fecha del anuncio de mi marcha hace dos semanas, pero hemos sido discretos»

? «Dudo que acierten quienes piensan que mi retirada no es definitiva» ? «Alonso es el mejor de los ministros que podían hacerse cargo de Defensa» ? «Lo que me echa de la política es el deseo de vivir con más intensidad mi vida familiar»

Enrique Fuentes


Madrid- La familia de José Bono se fue ayer de boda y su casa de Olías del Rey, muy cerca de Toledo, vivió una jornada de carreras, nervios y retoques de vestuario. Más emociones que añadir al día después del anuncio de su retirada ¿definitiva? del primer plano de la política. Lo sabía desde del día 26, dos después de que entrara en vigor el alto el fuego decretado por ETA. Pese a ello, al aún ministro de Defensa se le notan la huellas de lo vivido desde el jueves, incluida esa rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en la que, confiesa, se le escapó «alguna lagrimita».
-Usted asegura que Zapatero tenía su dimisión en el despacho desde diciembre de 2005? ¿Qué le hizo tomar esa decisión?
-Cuando el presidente me ofreció entrar en el Gobierno y yo era presidente de Castilla-La Mancha ya le dije que tal vez cumpliría mi mandato de ministro antes de que acabara la legislatura. Ya entonces como presidente comenzaba a sentirme en deuda con mi familia. Zapatero me escuchó con comprensión.
-¿Pasó algo el jueves por la noche que desencadenara una decisión parada desde hace tanto tiempo?
-El domingo 26 de marzo el presidente fijó como fecha del anuncio el Viernes de Dolores y así se hizo. Lo que ocurre es que fuimos discretos y ésa es una cualidad muy poco frecuente en política. Hemos actuado con discreción pero sin precipitación alguna.
-El Estatuto de Cataluña, el alto el fuego de ETA... ¿qué peso han tenido en su dimisión?
-Entré en política en 1969 y no me echó ni la clandestinidad ni la oposición. Las dificultades no me echan; al contrario, me motivan. Mi opinión sobre el Estatuto es bien conocida, pero no ha sido el Estatuto lo que me ha echado de la actividad política, sino el deseo de vivir con más intensidad mi vida familiar.
-¿Qué le parece que su sustituto sea José Antonio Alonso?
-Es el mejor de los ministros que podía hacerse cargo de Defensa. Así me lo han dicho ya confidencialmente algunos militares.
-¿Y la entrada de Alfredo Pérez Rubalcaba al frente de Interior?
-Rubalcaba es el más listo y experimentado de los cuadros del PSOE y del Gobierno. Es un hombre capaz, trabajador, ingenioso y leal. ¿Qué más se puede pedir? Lo malo que tiene es que la derecha le teme y por eso es objeto de sus ataques más despiadados.
-¿Cómo han sido sus relaciones con el resto del Gabinete?
-Me llevo bien con todos y todas. Solbes y yo somos los que más coincidimos. La vicepresidenta es una persona maravillosa y absolutamente necesaria, y Magdalena Alvárez es mi vecina de escaño en el Consejo y compartirmos secretos y confidencias. Aguilar es listo como una liebre y se lo sabe todo. Alonso es un joven castellano viejo, sobrio y ecuánime, Moratinos es la mejor persona que he conocido en la carrera diplomática y además trabajador incansable, ¿lo ve? No fallo palo.
-¿Ha tenido alguna vez la sensación de ser un ministro «incómodo» para Zapatero?
-Siempre he dicho al presidente lo que pensaba de todo aquello que me preguntaba. Zapatero me ha dispensado un trato muy cordial y deferente. No recuerdo haber escuchado ni una palabra mínimamente incómoda. Me consta que le agrada mi sinceridad porque está arropada de su inteligencia y mi lealtad.
-¿Se ha sentido más respaldado por el PP que por su propio partido tras expresar sus opiniones sobre la unidad de España o el peligro de los nacionalismos?
-Antes de ser socialista y abogado y cristiano ya era español, porque nací en esta tierra a la que cada día quiero con mayor fuerza. Aunque me critiquen por decirlo no pienso callar mi amor a España ni mi emoción ante su bandera. Ya sé que la bandera es un símbolo, pero que para mí significa libertad, justicia y solidaridad. Estos sentimientos no son de derechas ni de izquierdas, simplemente se tienen o no se tienen. No soy apátrida: tengo patria. Ahora bien, sé distinguir los elogios: los sinceros y los envenenados.
-Respecto a la reforma catalana, ¿sigue pensando que se han hecho demasiadas concesiones, empezando por el término «nación»?
-Mi opinión sobre el Estatut es poco relevante porque ya soy un ciudadano más y no ministro. Además, la hemeroteca está fresca sobre este particular. Cuando era ministro dije lo que pensaba y no cambio ni una palabra. Desde mi punto de vista, constitucionalmente hablando, sólo hay una nación que es España.
-Muchos se resisten a creer que su retirada de la primera línea de la política sea definitiva…
-No creo que acierten.
-¿Nunca se le ha pasado por la cabeza ser alcalde de Madrid?
-Jamás pienso en la Alcaldía de Madrid. Sólo me acuerdo del alcalde cuando estoy en un atasco o para felicitarle por su cumpleaños.
-¿Mantiene que nunca se enfrentará a Alberto Ruiz-Gallardón en unas elecciones?
-Ya lo he dicho en reiteradas ocasiones y así será.
-¿Cree que le ganaría las elecciones a Esperanza Aguirre?
-Creo que en Madrid ganará una opción de centro izquierda moderada. Los extremismos no caben en el centro. Por eso ganará el PSOE. Mi apuesta es Rafael Simancas.
-¿Cómo ha sido su experiencia con los militares estos dos años?
-Cuando llegué a Defensa sabía pocas cosas de ellos. He descubierto que cuanto más se les conoce más se les quiere, que son gente de fiar, abnegada, servidores y leales.
-¿Cuál es el mejor recuerdo que se lleva?
-Me acompañarán gratos momentos de por vida. El trato directo con muchos militares, sus familiares, el aumento del número de soldados, el incremento de sueldos, la aprobación de la Ley de Tropa por unanimidad… Muchos.
-¿Y el peor?
-El amargo viaje de regreso a España con los 17 soldados fallecidos en el accidente de Afganistán. Fue triste, pero significó un honor poder velarlos durante 14 horas en un Hércules del Ejército del Aire español.
-Tras el episodio del general Mena, ¿la cúpula militar está tranquila?
-La cúpula militar y toda la cadena de mando está más fortalecida que nunca.
-¿Le ha dado tiempo a hacer todo lo que pretendía en Defensa?
-El reloj ha pasado muy rápido, pero la gestión ha estado acompasada al reloj. Hemos hecho mucho más de lo que había en el programa electoral.
-La Ley de la Defensa Nacional y la de Tropa y Marinería, ¿culminan la reforma del Ejército que quería emprender cuando llegó al cargo?
-Quedan otras dos leyes que ya están en el laboratorio: la ley de la carrera militar y la de derechos y deberes de los militares.
-En esta hora del adiós, ¿qué desea para España?
-Que sea grande y fuerte. Que los españoles acertemos a vivir en paz y a repartir la riqueza solidariamente por encima de fronteras mentales y rancios privilegios más propios de los siglos pasados que de los venideros. Deseo que España siga siendo, como dice la Constitución, patria común e indivisible de todos los españoles.
>Homenaje a la bandera. La defensa de la unidad de España ha sido una constante en la trayectoria política de Bono, una actitud que en ocasiones lo ha convertido en el centro de las críticas de propios y extraños.
>El trago más amargo. Su peor recuerdo como ministro está indisolublemente unido a Afganistán. Hasta allí viajó para recoger los cuerpos de los 17 soldados fallecidos en accidente de helicóptero y acompañarlos en su regreso a España.
>Unidos contra los nacionalismos. A José Bono y al embajador en el Vaticano, Francisco Vázquez, aparte de su militancia en el PSOE, siempre les ha unido su defensa de la unidad de España y sus críticas a los nacionalismos radicales.
>popular y populista. A lo largo de su carrera, Bono siempre ha buscado acercarse a la gente y cultivar una imagen de político accesible y afable que se ha reflejado en la alta valoración que le han otorgado las encuestas.
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