Leo en la prensa americana un estudio de la Universidad de Maryland en el que al preguntar si “la libre empresa y la economía de mercado son el mejor sistema para construir el futuro del mundo”, los chinos son los más partidarios.
Es una encuesta hecha a más de veinte mil personas en veinte países del mundo.Los chinos van primeros con un 74 por ciento, les siguen los filipinos con un 73 y los americanos con un 71. Más de la mitad de los franceses no creen que el capitalismo sea el futuro.
En cambio, los españoles y los italianos, nos sentimos cómodos con los ideales de Adam Smith con un 63 y un 59 por ciento respectivamente.
La encuesta es un pretexto para comentar la irrupción de más de dos mil millones de asiáticos en el mercado y en el consumo globales.
La fascinación por Oriente ya la puso por escrito Cervantes en el prólogo de la segunda parte del Quijote que da cuenta de que “el grande emperador de la China” le pidió un ejemplar.
China es un misterio para los occidentales pero, a la vez, es una realidad que hace que la quinta parte de los humanos sean chinos que quieren participar activamente en un mundo hasta ahora dominado por Occidente.
El singular capitalismo chino está presidido todavía por el cuadro de Mao que cuelga a la entrada de la Ciudad Prohibida de Pekín. Cuentan que en las felicitaciones de Año Nuevo que han llegado aquí de aquellas tierras se pueden leer expresiones como “mucha felicidad y muchos beneficios para el 2006”.
Pero detrás del gigante chino viene a muy poca distancia la potencia de la India que és más competitiva, es un país democrático, goza de altos niveles de educación y exporta por millares a profesionales adiestrados en alta tecnología.
India y China no son una amenaza para la estabilidad internacional. No tienen intenciones de conquistar nuevos territorios. Pero su aparición masiva en el mercado global les ha convertido ya en potencias cuyas decisiones tendrán consecuencias imprevisibles para la vida de los que no estamos en Asia.
André Malraux utilizó sus estancias en China para construir sus interesantes teorías. Alain Peyrefitte, hagiógrafo de De Gaulle, escribió aquel libro un tanto profético titulado “Cuando China despierte”. Ya ha despertado y se mueve como un dinosaurio por los mercados del mundo flanqueada por India.´
Aquí estamos entretenidos con la Nación y el Estatut. Con la patria, "agáchate, hijo, que viene la patria", le dice una madre a su hijo en la novela El Gatopardo de Lampedusa. Qué pesada es la patria. No digamos cuando las patrias son como trenes que circulan en dirección opuesta por la misma vía y no quieren detenerse. El choque es inevitable. Seamos un poco más responsables. Todos.
miércoles, enero 18, 2006
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17 comentarios:
No sé com ens podem dedicar a pensar en l'economia si no hi ha inversió a Catalunya per part de l'estat, i que no n'hi hagi és per un tema polític, per això ens hem de barallar per l'Estatut.
Sr.Foix: No hace mucho Rafael Poch nos explicaba en un artículo"Made in China",poco más o menos que cuando Cristóbal Colón llegó a américa los taparabos de los indios eran ya de fabricación china.
La aceptación generalizada por nuestra sociedad del neoliberalismo como la panacea universal,está propiciando que la palabra libertad sea una entelequia,existe libertad de mercado y libre circulación de todo tipo de mercancias,pero la única mercancia a la que se pone barreras de paso hoy en día es la "mercancia" humana y perdone la expresión tan cruda.
Tengo la impresión que el mercado principal para los productos chinos será el de los paises emergentes,India, Brasil, Pakistán, incluso aquellos paises africanos que ahora despreciamos por su escasa importancia,tan sólo hay que seguir la pista de donde se establecen los comerciantes chinos.
Sobre el tema de la patria decirle que la patria es un sentimiento interno y como todos los sentimientos hay que saber expresarlo en el momento justo,en el lugar preciso y a la persona o personas adecuadas, de lo contrario no estamos hablando de patria, estamos hablando de otras cosas.
Bartolomé C.
No confundir patria con partida presupuestaria .
-Que viene , que viene .
- Por donde ?
- Por detras .
Nos perdemos en dialogos estupidos .
Albert
Bernardo López Garcia.
«Oigo, patria, tu aflicción,
Y escucho el triste concierto
Que forman, tocando a muerto,
La campana y el cañón:
Sobre tu invicto pendón
Veo flotantes crespones,
Y oigo alzarse a otras regiones,
En estrofas funerarias,
De la Iglesia, las plegarias,
Y del arte, las canciones.
»Lloras porque te insultaron
Los que su amor te ofrecieron...
¡A ti, a quien siempre temieron,
Porque tu gloria admiraron;
A ti, por quien se inclinaron
Los mundos de zona a zona;
A ti, soberbia matrona,
Que, libre de extraño yugo,
No has tenido más verdugo
Que el peso de tu corona!
»Do quiera la mente mia
Sus alas rápidas lleva,
Allí un sepulcro se eleva
Contando tu valentía;
Desde la cumbre bravía
Que el sol indio tornasola,
Hasta el África, que inmola
Sus hijos en torpe guerra,
¡No hay un puñado de tierra
Sin una tumba española!»
Las grandes bolsas de rentabilidad en los que se sostienen las bases materiales de la globalización neoliberal se hayan en países sin derechos laborales, sin derechos políticos y con débiles sistemas democráticos.
Todo ello adobado con una cultura propugnada para que los ciudadanos de esos países busquen y deseen su propia esclavitud.
Si en China hubiera sindicatos libres, no solo formalmente, y no asociados a los intereses de las grandes multinacionales, el modelo Neoliberal se vendría abajo como un castillo de naipes.
Es de una inmoralidad terrible exigirle a los trabajadores de Europa que rebajen sus salarios y prestaciones sociales para competir con trabajadores a los que les están apuntando con un rifle a la cabeza.
La matanza de hace unas semanas en China contra una protesta de trabajadores es solo un mero ejemplo.
En el fondo el modelo de Globalización Neoliberal no solo es bastante contradictoria, sino además bastante hipócrita.
Los ideólogos del Neoliberalismo están usando dictaduras, y países con graves déficits democráticos, para presionar a democracias maduras y estables a que rebajen los derechos sociales y políticos de sus ciudadanos y trabajadores.
Esto no solo es un enorme chantaje insostenible, además supone una incoherencia ideológica dificil de igualar, porque sostienen un sistema económico en base a una idea de libertad que no disfrutan quienes hacen posible que dicho sistema se sostenga.
Samuel Juliá (Carrillon).
Ayer llovió sobre mi patria,
ayer se cubrieron las losas de agua,
ayer se crearon reflejos del cielo
en los charcos inmensos del suelo.
Ayer llovió sobre mi patria,
ayer se desbandaron las hojas al viento,
ayer se convirtió la tierra tosca
en campo fértil de agua y barro.
Ayer llovió sobre mi patria,
ayer se regó mi esencia brusca,
ayer pasó una vasta sombra
que tapió el techo del infierno.
Ayer llovió sobre mi patria,
ayer repicó la mar celeste
ayer se anegó una casa vieja
que al morir mató a la muerte.
Ayer llovió sobre mi patria,
ayer cayó un rayo furtivo,
ayer se derrumbó un árbol seco
que al caer cayó naciendo.
Ayer llovió sobre mi patria,
ayer se extrañó la Tierra toda
de que en siglos tan remotos
pudiera Dios vencernos a nosotros.
Ayer, ayer nací muriendo.
Alicante, 8 de enero de 2006.
(BBC Mundo).- Son las paradojas de la política. A pocos días de asumir la presidencia de Bolivia, el indígena Evo Morales anuncia la desaparición del Ministerios de Asuntos Indígenas.
También eliminara el Ministerio de la Mujer. Morales ha [Evo Morales con unas indígenas.] explicado que la sola existencia de ambas carteras representaba una forma de discriminación contra los indígenas y las mujeres del país.
El presidente electo añadió que ambos ministerios ya no eran necesarios porque su gabinete estará integrado por mujeres y por líderes indígenas.
Morales asumirá la presidencia de Bolivia el próximo domingo 22 de enero, convirtiéndose así en el primer presidente indígena de esa nación.
Escándalo militar
En otro orden de cosas, el líder del Movimiento al Socialismo (MAS), exigió una investigación sobre la destrucción de unos 30 misiles bolivianos en los Estados Unidos, pocos meses antes de su victoria electoral.
El caso ha provocado la renuncia del ministro de Defensa, Gonzalo Méndez, y la destitución del jefe del Ejército, general Marcelo Antezana.
Morales pidió un castigo ejemplar contra cualquier responsable, sea civil o militar. Méndez y Antezana, más otros tres generales, están siendo investigados.
Morales denunció la destrucción de los misiles en octubre, insinuando la existencia de un complot apoyado por Estados Unidos para debilitar las defensas bolivianas.
La embajada de EE.UU. en Bolivia respondió que sólo cumplió de buena fe con un pedido de ayuda para destruir equipo obsoleto.
Giuseppe Tomasi di Lampedusa
El gatopardo (fragmento)
" Si queremos que todo siga como está, es preciso que todo cambie. Una de esas batallas en las que se lucha hasta que todo queda como estuvo. No queréis destruirnos a nosotros, vuestros padres. Queréis sólo ocupar nuestro puesto. Para que todo quede tal cual. Tal cual, en el fondo: tan sólo una imperceptible sustitución de castas. "
///Enric///
///Del Financial Times:///
Military unrest widens in Spain
By Leslie Crawford
Published: January 19 2006 02:00 | Last updated: January 19 2006 02:00
Disaffection with Spain's Socialist government is spreading among the military, with the publication yesterday of an open letter to the prime minister that accused politicians of "sacrificing the ideas of nation and fatherland to fatten their longing for power".
The letter, signed by Captain Roberto González Calderón of the Spanish Legion, follows the sacking last Friday of Lieutenant General José Mena, commander of the army's ground forces, for urging the army to intervene if parliament granted more home rule to Catalonia.
Gen Mena had said in a speech that fellow officers shared his "deep disquiet" over the threat to the unity of Spain.
After Gen Mena's outburst, José Luis Rodríguez Zapatero, the prime minister, sought to play down fears of military unrest.
Mr Zapatero said his advisers had assured him there was no unease within the armed forces over the demands of several regions, including Catalonia, for more autonomy.
"Well, Mr Prime Minister, your advisers have not told you the truth," said Capt González in the letter published by Melilla Hoy, a daily in the Spanish enclave of Melilla, in north Africa.
"There is a lot of unease, within and outside the armed forces, which see how Spain is being dismembered, how the national flag is burned in public, how terrorists are allowed to hold demonstrations and social events, and how a generation of Spaniards no longer recognise Spain as their fatherland."
Capt González said his only doubt was whether he should have marched his legionnaires to Madrid, to deliver the letter in person, or publish it in the press. Few Spaniards would have missed the historical analogy: in July 1936, the military uprising led by General Francisco Franco also began with a rebellion of the Spanish Legion in colonial Morocco.
Capt González said he hoped other officers would join him in speaking out.
José Bono, defence minister, was yesterday assured that Capt González's superiors were taking "appropriate measures".
But in a speech to an artillery regiment in the Canary Islands, Mr Bono reminded soldiers that they owed loyalty to elected governments, not to the "Spain of the Catholic monarchs" who unified the country in the 16th century.
Because of the army's code of conduct, which forbids soldiers from making political statements in public, it is difficult to assess whether military disaffection is as widespread as Gen Mena and Capt González claim it to be.
The two officers are the first to have made such a public show of insubordination since a failed coup in 1981.
Nevertheless, the rebels may have been emboldened by the encouraging remarks of the opposition Popular party, which described Gen Mena's outburst as "inevitable, given the current situation in Spain". The Popular party opposes more devolution to Spain's 17 regions, and has fanned fears that Mr Zapatero is responsible for the "Balkanisation" of Spain.
"The Popular party is using the debate over Catalonia's new autonomy statutes as a weapon against the government," Joan Saura, a senior member of Catalonia's regional government, said yesterday.
///Enric///
foix, que pasara quan catalunya sigui independent i la unica llengua official el catala??
potser godo i la vanguardia no els interesi i per aixó carreguent cap el seu costat, començant amb els culebrots veneçolans de city-tv
res potser tu pots esciure en catala pero la resta resa, per aixo la vanguardia esta encontra de la independencia sencillament una motivacio espuria comercial.......
VICENÇ Villatoro
Escritor
En las relaciones entre Catalunya y España se entrelazan conflictos de intereses y conflictos de pasiones, y en principio es más fácil negociar intereses que pasiones. Cuarenta académicos e intelectuales reunidos este fin de semana en Barcelona, venidos de casi todas partes de la península, se pusieron más o menos de acuerdo en un diagnóstico de este tipo ante un problema que ha atravesado los últimos 100 años de historia de España y que ahora ha vuelto al primer plano con el lío en torno al Estatut.
Digo que se pusieron --nos pusimos-- de acuerdo en torno a este diagnóstico sobre intereses y pasiones, pero el acuerdo no llegó a mucho más. No hubo acuerdo ni en cómo gestionar los intereses ni mucho menos en cómo gestionar las pasiones. Para unos, las reacciones contra el Estatut han sido desmesuradas. Para otros, lo desmesurado es el propio Estatut. Para unos, el nacionalismo español es una antigualla fósil prácticamente inexistente. Para otros es una realidad viva y rampante, que te encuentras cada día en los papeles, el dial y la Constitución. Para unos, el Estatut es una solución. Para otros, un problema.
Pero si compartimos una parte del diagnóstico, algo habremos avanzado. Podemos subdividir el llamado problema catalán en un conflicto de intereses y un conflicto de pasiones, y es mejor empezar por los intereses. De acuerdo. No es un escenario ingrato para el catalanismo. Vamos a intentar resolver el conflicto de intereses que forma parte importante del contencioso catalán, que es a la vez --aunque Quevedo pensase lo contrario-- por el huevo y por el fuero. Uno de los intelectuales presentes definió los intereses con una típica metáfora: a los ciudadanos no les preocupa quién hace las carreteras, lo que les importa es que se hagan. Pues bien, buena parte de los ciudadanos de Catalunya tienen la sensación, hoy, que las carreteras que necesitamos no se hacen.
Empecemos, pues, por los intereses. Los catalanes, nacionalistas y no nacionalistas, necesitamos para nuestro progreso y nuestro bienestar que reviertan sobre nuestra sociedad en forma de servicios los impuestos que pagamos. Y tenemos la sensación de que esto no sucede. No es un problema sólo de financiación autonómica. Son como mínimo cuatro problemas mal resueltos: cómo se financian las instituciones catalanas; cuánto gasta el Estado directamente en inversiones en Catalunya; quién decide qué se gasta, dónde y cómo, y quién determina los límites en cantidad y duración de las aportaciones a la solidaridad. Todo esto son intereses, no pasiones. Es física, no metafísica. Y esto está, en la percepción de la mayoría de los catalanes, mal resuelto. La financiación, el déficit fiscal y la posibilidad de decidir por nosotros mismos. ¿Queremos discutir los intereses? Pues hay margen. Mucho margen. El catalanismo tiene un proyecto de defensa de los intereses catalanes, y el Estatut, mejor o peor, lo recoge.
PERO EL debate Catalunya-España es también de pasiones. Josep Ramoneda decía acertadamente que el terreno de juego político debe ser el lugar de encuentro y desencuentro de las pasiones. Pero es cierto que los problemas de pasión son más difíciles de resolver. Algunos pedimos en el encuentro de intelectuales un proceso de desarme multilateral y simétrico de pasiones. Estos desarmes suelen ser el camino hacia la derrota. Pedir un desarme multilateral siempre queda bien, porque cada una de las partes está convencida de que la otra es la que está de verdad armada. Todas tienden a ignorar sus armas. Y aún más los nacionalismos de Estado, que precisamente porque son de Estado se convierten en imperceptibles, en inadvertidos, en transparentes.
Si se pide al nacionalismo catalán que se centre en la discusión de los intereses y que quite hierro a las pasiones, y se le ofrece un proceso de desarme mitológico y pasional simultáneo y simétrico por parte del nacionalismo español, yo creo que el catalanismo podría aceptarlo. Y que haría un buen negocio. En el campo de los intereses, tenemos mucho por mejorar, mucho camino por recorrer. Un catalán que no sea identitariamente catalanista, pero que quiera defender el nivel de progreso y bienestar de Catalunya, no puede estar contento con el status quo. Pero también debemos dar salida a las pasiones. Y si la salida es intentar por las dos partes rebajar tensión y situarnos en un punto equilibrado, simétrico, el catalanismo también tiene mucho camino por recorrer, pero también por recibir. España tiene margen para cambiarse sin romperse. Reconocimientos simbólicos, políticos y económicos que hoy se presentan como fórmulas para desmembrar España se aplican --incluso con más ambición-- en otros estados que nadie cree que se estén desmembrando. La reforma no es una amenaza de ruptura. Y una ruptura pactada siguiendo cauces inequívocamente democráticos tampoco sería el fin del mundo.
¿LOGRAREMOS este punto de encuentro, este espacio de intersección entre el catalanismo y el españolismo? Lo veo difícil. En Catalunya son mayoría los ciudadanos que creen que existe un problema mal resuelto, para sus intereses y para sus pasiones. Por eso los partidos nacionalistas ganan las elecciones, los partidos de ámbito estatal tienen en Catalunya formaciones con personalidad propia y el Parlament aprueba con el 90% de los votos cosas que en el resto de España suenan a desmesuradas. Por el contrario, en el resto de España, en general, se considera que no hay problema, que el Estado de las autonomías tal como está es un invento fantástico y que nos podríamos quedar todos tan ricamente como estamos. Para quien cree que existe un problema, el Estatut es una posible solución. Para quien cree que el problema no existe, el Estatut es un engorro.
Los partidos nacionalistas ganan las elecciones porque mantienen un doble discurso que en el fondo es incoherente: por un lado mantienen que ser vasco y catalán no es igual o lo mismo a ser español, y a la vez, hacen que buscan el hecho de "poder querer ser españoles", cuando ni les interesa ni les conviene, porque su gallina de los huevos de Oro se moriría.
Mucho se ha hablado de que el PP y los partidos nacionalistas se retroalimentan, pero tanto se alimenta uno como se alimenta el otro, y son conscientes de ello.
CIU, ERC y el PNV son los "partidos populares" de sus respectivos territorios, juegan, al igual que el PP real, a la retroalimentación, y de una manera totalmente intencionada.
Retroalimentación que respira del conflicto. Si se preguntan ustedes como acabar con el conflicto, pregúntense como acabar con dicha retroalimentación.
El fundamento ideológico del conflicto se sostiene en la idea de que ser catalán o vasco, y ser español, son cosas distintas. Siendo la misma cosa, sin una fagotización nominal, pero si siendo conceptos indistintos, es decir, sinónimos, es decir, siendo la misma cosa, el conflicto ya no tendría lugar, sin embargo, ¿les conviene eso a los nacionalistas españoles y a los nacionalistas catalanes?, yo creo que no.
Nunca se ha hablado de la responsabilidad de los nacionalismos periféricos, siempre se habla de Madrid, y Madrid lleva cediendo 30 años, con lo cual, no me parece acertado un diagnóstico que solo aborde el problema desde Madrid, teniendo en cuenta que hay personas y partidos que están alimentando el conflicto desde Barcelona y desde Vitoria.
Por eso ya comenté que sería importante que el PNV, CIU y ERC dijeran claramente que es lo que quieren, y cual es su modelo de las cosas, pero no lo van a aclarar nunca, ¿por que?, porque no les conviene, ¿eso es responsable? no.
No se pregunten porque "existe" el conflicto, como si el conflicto en si fuera algo hetereo que existe más allá de la voluntad del hombre, no, pregúntense porque hay personas, tanto en Madrid como en Barcelona y Vitoria que no quieren que el propio conflicto se resuelva, y recalco lo de "no quieren".
Todas las Patrias cotizan en Bolsa.
Y un consejo basado en la experiencia: los chinos no son ni la mitad de ingenuos de lo que parecen.
La patria de una persona es su cama , la gracia esta en canviar de compratiota con frecuencia .
lulu
ELTEMPS PER DEMA.
Boira a la Depressió Central
Assolellat en general, si bé a molts punts de la Depressió Central el cel estarà cobert per estrats de núvols baixos a causa de la boira durant tot el dia. Les temperatures no experimentaran canvis significatius.
AVUI.20-01-2006
Chávez propone crear un Banco Central y una ‘OTAN’ para América del Sur El presidente venezolano discutió en Brasilia la iniciativa con los líderes de Argentina y Brasil
JUAN ARIAS - Río de Janeir
ELPAIS.es - Internacional - 21-01-2006 - 04:35
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ha propuesto a sus homólogos de Argentina y Brasil, Néstor Kirchner y Luiz Inácio Lula da Silva, crear en América del Sur un Banco Central y un sistema de seguridad similar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Ambos temas se debatieron el jueves en Brasilia en el encuentro trilateral en el que se decidió la construcción de un gasoducto de 10.000 kilómetros entre Venezuela y Argentina.
Según el presidente venezolano, dicho Banco Central, que se llamaría Banco del Sur, podría recibir la mitad de las reservas internacionales de Venezuela, Argentina y Brasil. Chávez calculó que dichas reservas alzanzan cerca de 100.000 millones de dólares (82,5 millones de euros), de los que la mitad se destinaría al banco.
Según afirmó Chávez, tras el encuentro de cuatro horas a puerta cerrada del jueves entre los tres presidentes, la idea de promover ambas iniciativas “quedó fuertemente establecida”.
El presidente venezolano afirmó que ya se ha creado una comisión técnica para trabajar sobre ambas cuestiones, aunque no indicó quienes forman parte de dicha comisión.
Según el líder venezolano, el nuevo banco daría mayor independencia a la región y sería utilizado, dijo, “para inversiones y para apoyar proyectos de desarrollo social y económico”.
Para no quedarse corto, Chávez señaló a sus homólogos de Argentina y Brasil que es necesario un “nuevo Mercosur”, que debería tener un “alma popular” gracias a la participación en el mismo “de indígenas, estudiantes, trabajadores y otros grupos sociales”.
El más prudente de los líderes presentes en la cumbre trilateral fue Lula. El ministro de Asuntos Exteriores brasileño, Celso Amorim, afirmó ayer diplomáticamente al diario Folha de Sào Paulo que, sobre la propuesta de la creación del Banco del Sur y de un sistema de seguridad para América del Sur, “no hubo una discusión técnica profunda”. Amorim añadió que “existe por parte de Brasil una receptividad a esas ideas, pero el hecho de cómo llegar allí, si es más práctico trabajar con lo ya existente o intentar crear cosas nuevas, son cuestiones abiertas”.
Todo hace pensar que Brasil no quiere dejar todo el protagonismo de propuestas a Chávez, al mismo tiempo que teme que una adhesión sin matices a la abundante creatividad del líder venezolano pueda crear problemas a las magníficas relaciones existentes hoy entre Brasilia y Washington.
Antes de dejar Brasil, Lula hizo una confidencia a Chávez: no irá al Foro Económico Mundial de Davos ni al Foro Económico y Social de Caracas.
Según los comentaristas políticos, Lula no va a Caracas porque no quiere salir en la foto con Chávez y el presidente electo de Bolivia, Evo Morales, en clave antiimperialista, algo que podría irritar a la Casa Blanca. Preguntado Chávez sobre si Lula teme ser calificado como derechista en Caracas, respondió que “hombres como Lula y como yo no tenemos miedo de nada ni de nadie”.
Para compensar su ausencia del foro de Caracas, Lula pronunció ayer un discurso muy significativo y preelectoral. Hablando a un público pobre, dijo que él “tiene la cara del pueblo” y que no se van a arrepentir de “haber elegido como presidente a uno igual a ellos”. “Mi cara es la cara del pueblo que clama justicia”, afirmó. Lula aseguró que 2006 “será el año de la recolección de lo sembrado”.
¿La historia interminable?
JOSÉ IGNACIO WERT
EL PAÍS - Opinión - 21-01-2006
Se han cumplido 30 años de la muerte de Franco. En unos meses, se cumplirán 70 del comienzo de la Guerra Civil. Y, de no ser por los empeñosos empeños editoriales y la oficiosa oficialidad conmemorativa que una y otra efemérides suscitan, ambas pasarían desapercibidas para el común de los ciudadanos, lo que es la mejor noticia sobre la salud política básica de los españoles que cupiera imaginar.
Sin embargo, es sabido que las efemérides las carga el diablo. Y en este caso, las mismas se hilan con el propósito de forzar la consagración de una definitiva relectura de nuestra historia contemporánea no menos maniquea que la que impuso el franquismo mientras pudo. En un artículo de Javier Cercas en EL PAÍS del 29 de noviembre pasado (Cómo acabar de una vez por todas con el franquismo) creo que se resume adecuadamente el espíritu y la letra de esa relectura en la siguiente frase: "Había una vez en España una República democrática mejorable, como todas, contra la que un militar llamado Franco dio un golpe de Estado. Como algunos ciudadanos no aceptaron el golpe y decidieron defender el Estado de derecho, hubo una guerra de tres años. La ganó Franco, quien impuso un régimen sin libertades, injusto e ilegítimo, que fue una prolongación de la guerra por otros medios y duró 40 años". A esa lectura se apunta con entusiasmo la izquierda que nos gobierna.
A mi juicio, el problema que suscita esta nueva verdad oficial no está en la demonización del franquismo, sino en la beatificación de la República. La descripción del régimen de Franco que despacha Cercas en las líneas anteriores es algo simplista y omite aspectos esenciales (como, por ejemplo, la propia evolución del franquismo), pero no puede decirse que sea falsa.
Sí es en cambio, a mi entender, radicalmente errónea la frase que describe a la República. La República no fue un régimen democrático mejorable como todos. Fue un fracaso de la democracia al que contribuyeron revolucionarios y contrarrevolucionarios en semejante medida. Lo fue, además, casi desde el principio, pero, sobre todo, lo fue en el periodo final, el inmediatamente antecedente a la Guerra Civil, como demuestran, a mi juicio de forma poco discutible, trabajos recientes de historiadores tan solventes como Stanley G. Payne.
Simplemente hagamos el ejercicio de transponer la historia de esos meses convulsos a la actualidad. Imaginemos que en el lapso de unos pocos meses se hubieran producido en torno a 300 muertes violentas en incidentes políticos, y entre ellas, la del jefe de la oposición parlamentaria, a manos de agentes de las fuerzas de seguridad del Estado. ¿Alguien en sus cabales hablaría, en tal situación, de un "régimen democrático mejorable"?
La cuestión está en que un fracaso colectivo -como fue la República- no tiene por qué constituirse retrospectivamente en el mástil mora al que amarrar la nueva democracia. Esto es tan erróneo -y tan autodestructivo- como lo sería pretender que la legitimidad de la actual democracia que disfrutamos se ancla en las previsiones sucesorias del franquismo.
Pero eso, con ser malo, no sería lo peor. Lo peor es que el intento trae consigo una deslegitimación implícita de uno de los pocos procesos de nuestra historia contemporánea del que tenemos razones para sentirnos orgullosos o, al menos, satisfechos: la transición. El corolario de esa relectura es, efectivamente, que la transición no da lugar a una verdadera democracia, dado que los condicionamientos de la misma no permitieron hacer justicia a las víctimas del franquismo ni superar sus tabúes, y ello vicia las bases morales del nuevo régimen democrático.
Ése es el disparate. La transición española es casi un milagro histórico. Despreciar su valor como piedra angular de nuestra democracia es renunciar a una de nuestras mejores páginas de historia colectiva. Pero, sobre todo, es aventurarnos de nuevo en una senda de incertidumbre. La historia más reciente es pródiga en ejemplos de transiciones fallidas (sin ir más lejos, en los Balcanes o en algunos países del Este de Europa). Todas tienen en común un rasgo: en ellas, el deseo de vindicación de un pasado -por irreal, mitológico o fantasioso que éste sea- se hace más fuerte que la voluntad de construir un futuro. Esas transiciones fallidas han dado lugar a quiebras de los Estados -donde la falla histórica tenía un contenido étnico, como en los Balcanes-, a inestabilidad política, a fracaso económico y, lo peor, se han cobrado en ocasiones un costoso tributo en sangre.
Por eso, la cuestión no es académica ni teórica. Los asuntos del espacio público que ocupan el lugar central de la agenda política están refractados por ese prisma revisionista, y así nos va. Especialmente, el debate sobre el modelo territorial.
Parece que hubiera que revisar la configuración del Estado de las Autonomías para ir a una filosofía más declaradamente federal porque el sistema actual no puede dar cauce a las aspiraciones de autogobierno de vascos y catalanes. Y todo ello porque las hipotecas de la transición impidieron un rediseño del Estado tan amplio como hubiera sido necesario.
Ese argumento no se sostiene ni teórica ni históricamente. El nivel de autogobierno catalán y vasco en la República era inferior al que los propios Estatutos de Sau y de Gernika consagran. Ninguno de los dos tuvo tiempo de consolidarse y, además, ambos constituyeron, cada uno a su modo, fuentes de riesgo, amenaza y deslealtad para la República. No hay nada que mirar en ese espejo: felizmente, en casi nada nos parecemos.
A estas alturas, echar atrás la vista 70 años tiene mucho más sentido para evitar los errores del pasado que para buscar inspiración en futuros aciertos. Porque hoy ya no podemos dar por buenos los versos de Gil de Biedma ("De todas las historias de la Historia / sin duda la más triste es la de España / porque termina mal..."). Pero siempre corremos el riesgo de dejarnos llevar por estos otros de las Glosas a Heráclito de Ángel González: "Nada es lo mismo, nada / permanece. / Menos / la Historia y la morcilla de mi tierra / se hacen las dos con sangre, se repiten".
José Ignacio Wert es sociólogo.
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