miércoles, mayo 18, 2005

La banalidad del mal

Me he manifestado abiertamente en contra del muro que el Gobierno de Ariel Sharon ha levantado entre Israel y los territorios palestinos. También he criticado la política del Gobierno israelí al responder con tanta violencia a los atentados suicidas de los palestinos. Un rechazo parecido me produce la indigna situación de los más de quinientos presos afganos y pakistaníes en Guantánamo.

Viene a cuento este preámbulo al llegar a mis manos el libro editado por el Institut d'Educació del Ayuntamiento de Barcelona bajo el título "Republicans i republicanes als camps de concentració nazis". Es un pequeño manual de testimonios y recursos didácticos para la enseñanza secundaria en las escuelas municipales. En el tarjetón de presentación en el Ateneu el 3 de mayo figuraba la edil Marina Subirats, el impostor Enric Marco, que ya excusó su asistencia, y los dos autores de la obra.

Se dice en el capítulo dedicado al “genocidi nazi avui i altres genocidis” que “de todos los problemas que hay en el mundo ahora mismo, probablemente hay dos que, en el momento de escribir esta unidad didáctica, tienen muchas similitudes con el genocidio nazi, con los guetos que crearon los nazis alemanes para aislar a los judíos del resto de personas...: son la construcción del muro de la vergüenza en Palestina y el encarcelamiento de prisioneros talibanes en la base militar que Estados Unidos tiene en la isla de Cuba, en Guantánamo”.

Me parece impresentable que en un texto escolar se establezca un paralelismo entre la perversión nazi y la política que Israel lleva a cabo con los palestinos o Estados Unidos con los talibanes. Las fábricas nazis de exterminio, un genocidio premeditado, no tienen nada que ver con la violencia del todo criticable del ejército israelí o de los interrogadores sin escrúpulos de Guantánamo.

Hanna Arendt habló de la banalización del mal como causa y efecto moral de la guerra en la que se perpetraron los horrores del holocausto. Hay que conocer el alcance de las palabras y calibrar su sentido cuando se enseña la historia a los jóvenes. Para defender a los indefensos de cualquier lugar del mundo no se puede caer en la frivolidad intelectual de confundir los conceptos y banalizar una de las ignominias mayores de la historia reciente.

Este manual se ha presentado días antes de que el president Maragall, el conseller Castells y Josep Lluís Carod-Rovira efectúen la primera visita del actual Gobierno de Catalunya a Israel. Es deseable que esta comparación didáctica de Israel con los nazis no haya llegado a Jerusalén.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Me pregunto que pensarán del genocidio nazi,a partir de ahora, los escolares que han recibido estos últimos años conferencias didácticas de Enric Marco.


Bartolomé C.

Anónimo dijo...

Creo que se banaliza mucho más el mal diciendo que no tienen nada que ver.

Ciertamente son momentos históricos distintos.Y no creo que tengan lo que podríamos llamar un paralelo... excepto que en los tres casos son politicas de Estado.

Por supuepuesto ni Estadounidenses ni israelies tienen campos de concentración bajo los terminos nazis...pero tanto el gobierno actual en Estados Unidos, como muchos de los gobiernos de Israel se consideran algo así como elegidos...exactamente de la misma manera que los nazis.

Por supuesto que estos gobiernos siempre podrían actuar peor...de momento no lo hacen.

No se si deba estar en un texto de formación básica ese tipo de comentarios...pero mientras el horror nazi siga siendo el limite superior...otras barbaridades podrán parecernos presentables...total..no son comparables con los campos de exterminios.



Rodolfo R.

Anónimo dijo...

Los escritos de Primo Levi son fundamentales para acercarse al genocidio nazi. Destacaría Se questo è un uomo y La tregua, además de Conversazioni e interviste 1963-1987. El libro de Hanna Arendt, Eichmann in Jerusalem, me parece otra lectura importante.

Finalmente, en relación con el tema de hoy, no olvidemos el libro de Norman Finkelstein, The Holocaust Industry: Reflections on the Exploitation of Jewish Suffering. Siguen algunos parágrafos:

This book is both an anatomy and an indictment of the Holocaust industry. In the pages that follow, I will argue that "The Holocaust" is an ideological representation of the Nazi holocaust. (In this text, Nazi holocaust signals the actual historical event, The Holocaust its ideological representation.) Like most ideologies, it bears a connection, if tenuous, with reality. The Holocaust is not an arbitrary but rather an internally coherent construct. Its central dogmas sustain significant political and class interests. Indeed, The Holocaust has proven to be an indispensable ideological weapon. Through its deployment, one of the world's most formidable military powers, with a horrendous human rights record, has cast itself as a "victim" state, and the most successful ethnic group in the United States has likewise acquired victim status. Considerable dividends accrue from this specious victimhood - in particular, immunity to criticism, however justified. Those enjoying this immunity, I might add, have not escaped the moral corruptions that typically attend it.

[...]

My original interest in the Nazi holocaust was personal. Both my father and mother were survivors of the Warsaw Ghetto and the Nazi concentration camps. Apart from my parents, every family member on both sides was exterminated by the Nazis.

[...]

My parents often wondered why I would grow so indignant at the falsification and exploitation of the Nazi genocide. The most obvious answer is that it has been used to justify criminal policies of the Israeli state and US support for these policies. There is a personal motive as well. I do care about the memory of my family's persecution. The current campaign of the Holocaust industry to extort money from Europe in the name of "needy Holocaust victims" has shrunk the moral stature of their martyrdom to that of a Monte Carlo casino. Even apart from these concerns, however, I remain convinced that it is important to preserve - to fight for - the integrity of the historical record. In the final pages of this book I will suggest that in studying the Nazi holocaust we can learn much not just about "the Germans" or "the Gentiles" but about all of us. Yet I think that to do so, to truly learn from the Nazi holocaust, its physical dimension must be reduced and its moral dimension expanded. Too many public and private resources have been invested in memorializing the Nazi genocide. Most of the output is worthless, a tribute not to Jewish suffering but to Jewish aggrandizement. The time is long past to open our hearts to the rest of humanity's sufferings. This was the main lesson my mother imparted. I never once heard her say: Do not compare. My mother always compared. No doubt historical distinctions must be made. But to make out moral distinctions between "our" suffering and "theirs" is itself a moral travesty. "You can't compare any two miserable people," Plato humanely observed, "and say that one is happier than the other." In the face of the sufferings of African-Americans, Vietnamese and Palestinians, my mother's credo always was: We are all holocaust victims.

Anónimo dijo...

La publicación de este ofensivo libríto del ayuntamiento de Bcn no es sino otra muestra del antisemitismo latente en determinados sectores de la sociedad catalana, imposible ya de disimular bajo la careta de una simple y legítima "oposición a algunas políticas del gobierno Sharon". Ya no cuela. Y la responsabilidad es de todos pero en especial de la intelectualidad de izquierdas, moral y éticamente obligada a salir al paso, ya, de tanta calumnia y tergiversación anti israelí (¿o antijudia?) procedente de tanto "presunto progre" obsesionado con Israel y los judios pero curiosamente indiferente ante dictaduras tremedamente sanguinarias. ¿Ejemplos actuales de genocidio?.... habrán oido hablar estos dos tipejos de Sudán, Ruanda, Tibet, Armenia, Kurdistán, Argelia, Checenia, Camboya, Timor etc etc o, incluso, que ironía, la expulsión de los judios de España. Que poca vergüenza.

Anónimo dijo...

Es una lástima que el anterior comentario rezume anticatalanismo por todos lados. Un lenguaje más sobrio habría hecho brillar aquellos puntos válidos que indudablemente contiene.

Anónimo dijo...

Resposta dels autors del polèmic llibre sobre els camps nazis: Una proposta didàctica contra genocidis, Joan Pagès i Montserrat Casas. Diari Avui, dijous, 26 de maig del 2005.

Anónimo dijo...

Resumint: si portes la contrària a un d'aquests presumptes "progres" i poses pegues a la seva propaganda impresentable camuflada com a material "didàctic" resulta que ets un franquista. Aquest parell de comisaris polítics aficionats tenen la barra de qualificar de franquistes al President de la Generalitat, a l'Alcalde de Barcelona, l'Abat de Montserrat, als senyors Foix i Porcel, etc etc. I, modestament, a mi mateix, fill i net de represaliats pel franquisme. Doncs no senyors no, aquí els franquistes són vostés dos, perqué confonen l'educació amb la propaganda, perqué pretenen manipular i desinformar als nens, en lloc d'educar-los, i perqué, al igual que el franquisme, vostés odien a Israel i als jueus. Els jueus no tenen la culpa que vostés dos i els seus "congeneres" siguin uns fracassats ideològicament parlant, incapaços d'acceptar i superar la caiguda del mur de Berlín i del vostre estimat bloc soviètic. El vostre odi als jueus i a Israel és només un odi delegat, en realitat a qui odieu és als EEUU i a tot el que representen. Bàsicament odieu la llibertat i la democràcia. ¿Franquistes? si, vosaltres dos.

Roberto Iza Valdés dijo...
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