jueves, marzo 10, 2005

El murmullo del tres por ciento

Josep Piqué perdió la moción de censura. Maragall pidió disculpas a los ciudadanos de Catalunya y Artur Mas se dio por satisfecho y retirará la querella contra el president. Los partidos que apoyan al gobierno hicieron piña a su lado. La legislatura seguirá hasta que surja una nueva crisis.
Pero el murmullo del tres por ciento seguirá planeando sobre la polìtica catalana hasta que la comisión de investigación sobre el Carmel o los tribunales de justicia encuentren las supuestas pruebas de corrupción política. Maragall no supo o no quiso responder si seguía sustentando su insinuación que todo el mundo interpretó como una acusación. Se ha regresado al estanque dorado de la política catalana pero el pedrusco del dichoso porcentaje va a agitar sus tranquilas aguas virtuales durante tiempo.

3 comentarios:

zalakain dijo...

Si no me equivoco, Josep Piqué no ha perdido la moción de censura sino que la ha retirado, poniéndose en evidencia (o en ridículo, según el punto de vista) ...claro que lo del punto de vista se puede llevar a las antípodas y hablar de legitimidad democrática: así podría ser considerado legítimo apoyar a Bush en la invasión de Irak y no considerarlo una acción de oportunismo indecente como yo tiendo a hacer...

La actividad política en España está llena de ponzoña e inquina, resentimientos acumulados durante siglos, agudizados durante el XX. Me parece bueno intentar no repetir los errores del pasado y por eso creo necesario desprenderse de las actitudes agresivas y dejar de utilizar improperios y acusaciones. Yo tengo en ese camino mucho por andar ...

Creo que detrás de ciertas actitudes como la de Miquel Roca late ese deseo (muy de loar y agradecer) y el de preservar a Catalunya de la tribal irracionalidad hispana.

Sucede, a mi entender, que esa actitud puede llevar al autoengaño, a la apología del silencio, que yo encuentro tan triste...

No entiendo ese anhelo de las aguas tranquilas en el estanque dorado. Es el contrario de la Ilustración. Más de dos siglos después seguimos en las mismas.

Ya puestos a criticar, la completo diciendo que me parece inconsistente utilizar las palabras "president", "gobierno" y "Carmel" en un mismo texto. No pretendo hacer apología de la consistencia (la de la inconsistencia bien manejada es probablemente una excelente virtud para moverse entre diferentes frentes dialécticos), pero creo que, desde el punto de vista lingüístico -insisto, es una inconsistencia. Ignoro si te interesa la cuestión. Pero si es así, lo podría postear con más detalle.

Anónimo dijo...

¡Ay, la virtud catalana de la mesura...!, que decía ayer Ónega.

Mire, que quiere que le diga, a mi me gusta más vivir en un estanque dorado, aunque sea de cartón piedra, que en una ciénaga; soy así de calzonazos. Es bueno que se hayan removido las aguas, y espero que la comisión parlamentaria y el fiscal Mena ayuden a mantenerlas movidas para que se oxigenen y aflore el humus putrefacto, pero me gustaría que ello fuera compatible con una manera civilizada de hacer las cosas. (Aunque admito que cuando a uno le tocan el honor y la cartera es difícil mantener la compostura). Pero me inquieta la perspectiva de que la facción más dura del PP, después de haber ganado la partida en Madrid -bien es verdad que Rajoy tampoco ha opuesto demasiada resistencia- se lance a zaplanizar su sucursal catalana. Piqué lo tiene difícil.

De lo que no hay duda es de que hay que encontrar una solución a la financiación de los partidos que no pase por las donaciones anónimas. Pero esta es ya otra historia.

Brian

Anónimo dijo...

Acabo de leer un artículo de Josep M.Calvet que tiene mucho sentido común.Leo ahora el suyo Sr foix, con el tres por ciento pendiendo de un hilo sobre toda la legislatura y para rematar la fiesta me llega el índice del 3,8 por ciento de inflacción en Catalunya, que es la losa que puede decidir la viabilidad de cualquier proyecto, económico, político o social que se pretenda. Hay que priorizar problemáticas y afrontar tantos y tan dispares frentes abiertos.El autentico "Prestige" catalán no es el Carmel, ni el tres por ciento, el problema serio y preocupante, sin menospreciar los anteriores, es la economía que hace aguas por demasiados sitios.

Bartolomé C.