lunes, diciembre 22, 2008

Valores y conductas

El problema de una gran crisis es que no se puede resumir en estadísticas sobre la inflación, el paro o el crecimiento económico. Los parados son personas, con familias, cuyas vidas resultan afectadas o devastadas por las políticas económicas recomendadas por instituciones internacionales, gobiernos y bancos centrales que no saben exactamente qué hay que hacer para salir del pozo que cada día parece más profundo.

De las decisiones adoptadas por gobiernos y bancos centrales se puede deducir, aunque sea una simplificación, que los beneficios se privatizaron alegremente cuando eran muy abundantes y ahora se socializan las pérdidas que son multimillonarias.

Es dudoso que estas medidas de rescate masivo para que los pilares del sistema no se quiebren vayan a reparar el daño causado en el sistema. Unas averías que no han sido responsabilidad del sistema sino de la conducta reprochable y seguramente punible de quienes lo han administrado.

La crisis empezó con el desbarajuste de las finanzas, se ha concretado en el deterioro universal de la economía, desembocará primero en conflictos sociales que tendrán luego repercusiones políticas mundiales. Pero la crisis tiene también una indudable dimensión ética y moral que ha permitido en el ámbito global la concentración de grandes fortunas, la ampliación desproporcionada de pobres y el adelgazamiento de las clases medias.

Ante este panorama se requiere una mayor responsabilidad de los que tengan que reconducir la crisis y que, a mi juicio, descansa sobre dos columnas. La primera es someter las conductas de quienes actuaron sin tener en cuenta el derecho para que tengan que dar cuentas públicas de sus actuaciones.

La ley de la selva que ha permitido cometer tantas tropelías tendrá que reemplazarse por un marco jurídico global que nos ampare a todos, también a los encargados de salir del actual atolladero.

La segunda es promover una sociedad más justa, que no igualitaria, en la que los valores del esfuerzo, la honradez, la capacidad de inventiva y de producción, sean capaces de crear una sociedad más libre que es la que siempre genera más progreso. Se ha hablado y se habla mucho de valores.

Pienso que ya va siendo hora de teorizar menos y resaltar la importancia de las conductas que son las que han provocado esta crisis de dimensiones globales

7 comentarios:

BartolomeC dijo...

Sr.Foix: Recobrar una escala de valores y conductas que nunca se habrían de haber perdido, valorar más el esfuerzo del trabajo diario y menos la especulación y la apariencia, en resumen, respetar todas las formas de ganarse la vida. Me llama la atención que muchos de esos personajes que son admirados y envidiados por su posición social, sus empresas y su capacidad para hacer fortuna, hayan sido pillados en este tocomocho piramidal de Madoff. Pero todos ellos están tranquilos, saben que la estafa la acabaremos pagando los que no tenemos nada que ver.

Anónimo dijo...

///ENRIC///


@Bartolomé,Madoff les ha pillado y ha demostrado que eran tontos de remate, que viven de nosotros y de exprimirnos cada día, pero que son incapaces de ver a un estafador cuando usa los mismos sistemas que ellos usan con nosotros, la pura apariencia y la soberbia, pero como bien dices lo pagaremos los de siempre, hasta que reviente todo y les caiga encima todo lo que se merecen.

Ramon.Morata dijo...

Sr,Foix, totalmente de acuerdo, la perspectiva humana o social es la mas importante, el enfoque debe tener en cuenta las relaciones psicológicas (hábitos de consumo, hábitos de inversión , egoísmo, codicia, avaricia, ética) sociológicas, científicas y económicas.
Todos deben asumir responsabilidades (instituciones, gobiernos, bancos centrales), normalmente no las asumen, acaban pasando responsabilidades a otros (primero subprime, después hegfe funds, después a 4 inversores estafadores….) cuando en realidad es el modelo de crecimiento económico que tenemos (dinámica de competencia, en que unos se pisan el terreno de otros, mas las diferencias normativas, marco jurídico no global ) que debe ser adaptado a la globalización (financiera, económica y no social)
La sociedad debe ser mas justa, orientada a incentivar a quien se esfuerce mas, ya sea en investigación, estudios o trabajo.
Los frenos a una sociedad mas justa es la combinación: poder-política-codicia. Tristemente la realidad nos indica que quien tiene la información y el dinero, tiene el poder. Una posible solución es enfocar el sistema bancario hacia una regulación por segmentos, incluso hacia a una banca mixta (estado-privado), en realidad el freno económico esta causado por el freno en dar mas créditos, porque la organización bancaria tiene muy claro que es un negocio, cuanto mas riesgo intuye… mas se cierra.
Hay dos previsiones, tocar fondo en de 6 meses, y empezar una lenta recuperación o bien entrar en depresión, porque hay alertas de situación delicada de varios países (Hungria,Irlanda.Islandia,Turquia) mas las alertas de instituciones europeas independientes (indican déficit muy peligroso en USA).

Anónimo dijo...

Cuando se reliazan en las empresas palnes de viabilidad, se evaluan riesgos. En las inversiones la ecuacion mas riesgo mas rentabilidad, equivale mas rentabilidad mas posibilidad de perder la inversion. Cuando todos estos inversores tan listos, no se conformban con bajas rentabilidades, ya sabian que podian perder. Jugar al casino economico tiene sus riesgos.

Anónimo dijo...

Hay otras realidades, el sistema economico se basa en deuda, en crear dinero, ¿donde estan los limites? queremos crecimiento, queremos que las farmaceuticas tengan dinero para investigar, de donde sale ? de la bolsa, de los inversores....el sistema debe asumir riesgos, si hay limites, se puede empezar a frenar, si hay opacidad y los limites no estan claros llegamos a la situacion actual. recordemos la frase de Voltaire...hace mas de 100 años...."el papel moneda vuelve a su valor original o intriseco que es cero"

Anónimo dijo...

Lluís, hemos perdido la confianza en los gestores.

Anónimo dijo...

Los valores están por los suelos y las conductas están más abajo.


Roger Mateu.