lunes, junio 16, 2008

Europa no es una gran Suiza

Habrá que dilucidar si los resultados del referéndum irlandés sobre el Tratado de Lisboa tienen que ser revocados por los propios irlandeses o son los otros 26 estados de la Unión Europea los que han de detener el proceso de aprobación del Tratado que será ratificado por los gobiernos o por los parlamentos.

Los euroescépticos están eufóricos porque las instituciones europeas se han paralizado. Los europeistas sabemos que, ciertamente, el no de Irlanda significa una pequeña gran crisis en la que no se había previsto un plan alterantivo. Pero ¿a quién se le ocurre permitir que el referéndum en un país, pequeño o grande, pueda paralizar el Tratado de Lisboa?

Se sabía de la existencia de estos sustos como el de Dinamarca en 1992, el de la propia Irlanda en 2001 tumbando el Tratado de Niza, el de Francia y Holanda en 2005 paralizando la Constitución.
Irlanda ha vuelto a poner palos en la rueda democráticamente. Ha dicho no a Lisboa. Los líderes de la UE tienen que tener en cuenta dos cuestiones.

La primera es que si cada consulta en referéndum es una aventura arriesgada que puede hacer saltar por los aires o paralizar las instituciones, quizás habrá que preguntarse si las relaciones entre los dirigentes y los votantes necesitan una revisión porque es posible que vivan en mundos distintos. En un referéndum se formula una pregunta y se responden muchas otras cosas. Se sabe lo que se pregunta pero las respuestas llegan cargadas de muchas otras consideraciones.

La segunda cuestión es que el éxito de Europa fue idea de minorías muiy preparadas, muy responsables, con ideas claras y abiertas que convirtieron a Alemania y Francia en el gran motor de un proyecto supranacional que ha alejado de Europa el fantasma de la guerra y ha unificado un continente que en el último siglo ha conocido dos guerras mundiales, muchas dictaduras, revoluciones, pactos militares, sistemas contrapuestos, fronteras movedizas en todas direcciones.

Europa no puede ser una Gran Suiza en la que se somete a referéndum hasta el nombre de los valles. La Unión debe recuperar la convicción de sus fundadores que pusieron por delante las corrientes culturales, espirituales y de convivencia, por encima de las realidades políticas y económicas que varían en los sucesivos tiempos con la aparición de nuevos personajes.

8 comentarios:

BartolomeC dijo...

Sr.Foix: Empezamos a estar saturados de tanto referéndum, se nos pregunta por todo menos por aquello que realmente nos interesa, elegimos políticos que no conocemos, programas que no hemos leido y votamos por promesas que no se cumplirán nunca.
La política se ha convertido, salvo honrosas excepciones,en un juego de trileros en el que los ciudadanos nos la vemos y la deseamos para saber dónde está la bolita que nos esconden.

Javi (@Treintanyero) dijo...

¿Eso qué significa, hacer una Europa sin la opinión de los Europeos?

Saludos

Javi

Anónimo dijo...

///ENRIC///



Esta claro que somos europeos, pero no está tan claro que queramos dejar de ser nacionalistas. Da igual lo que digamos en el referéndum, después nos harán volver a votar si la cosa sale mal y así hasta que salga lo que quieren que salga. Pedirnos el voto sabiendo que no nos hemos leido ni una coma del Tratado de Lisboa es una incongruencia total. No nos pden la opinion, nos piden que votemos lo que nos dicen.

mireia dijo...

Sr Foix: ho sento però avui discerneixo de la seva opinió; si bé crec que no pot ser que Europa es paralitzi per un petit país, crec que alguna cosa falla a Europa, quan només hi ha un país que sotmet a referèndum la nova Constitució Europea.
Potser hem de tornar a les idees liberals del s.XIX, com vosté defensa, on una petita classe preparada ha d'obrir el camí i guiar al poble (idea sobre la que no sé dir si sòc partidaria o contrària sincerament), però, en cas de ser així poder que Europa es replantegi els valors que tant li agrada vendre pel món, com democràcia, participació, etc.

Salutacions,

Mireia

Anónimo dijo...

Lluís,si ya nos cuesta discernir lo que somos aquí, cómo vamos a saber lo qué somos allí?.

Anónimo dijo...

@Bartolomé, yo también estoy saturado de tanta votación que no conduce a nada, de tanta tomadura de pelo, de tanta perdida de tiempo, urge una renovación del sistema.


Un saludo, J.Vilá.

Enric Tomàs dijo...

Dices que se tendría que recuperar la convicción de los fundadores de la UE. El reto de hace 60 años era mayúsculo y es difícilmente recuperable ahora, donde las facilidades generalizadas no invitan a aplear a un ente suparancional que mejor la vida de las personas. Además, mucha gente no sabe cuán importante es Bruselas y lo que alli se decide en su vida diaria.

Anónimo dijo...

Realmente no sabemos lo que se decide en Bruselas, pero si lo que se decide es después negado en Irlanda o Francia, entonces no sirve de mucho, o se explica mal o los ciudadanos entienden que Bruselas no les representa.
Un saludo,J.Vilá.