martes, mayo 13, 2008

Orwell y la miseria moral de Birmania

La miseria humana y moral de la dictadura de Birmania hielan el alma. Una catástrofe con miles de muertos, tierras inundadas, casas derruídas, cadáveres putrefactos bajo el fango, millones de personas confusas y desorientadas, son la estampa del sufrimiento individual y colectivo en su estado extremo.

Si, además, se impide que llegue ayuda del exterior por miedo a la contaminación ideológica, la situación deviene una indecencia impresentable. La Junta Militar lleva más de treinta años sometiendo a los birmanos.

No hay libertad ni posibilidades de que aparezca en el horizonte. George Orwell se declaró antiimperialista cuando sirvió en la policía imperial en Birmania. Su libro Burmese days es un alegato contra los abusos del todavía hegemónico colonialismo británico en el continente indostánico.

Orwell escribió sobre la miseria humana desde la austeridad y la implacable denuncia de quienes abusaban de su poder, de su dinero o de su fuerza.

Uno de los escritores más lúcidos y fecundos del pasado siglo, seguramente no sabría cómo describir la perversidad de un régimen que en plena tragedia nacional, con cientos de miles de compatriotas sin casa ni comida, no tiene escrúpulos en celebrar un referéndum para cosechar una infame mayoría absoluta.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

El regimen Birmano está siendo apoyado desde hace tiempo por determinadas políticas, lo que ocurre ahora es miserable, tan miserable como los militares de ese país.


Un saludo, J.Vilá.

Anónimo dijo...

///ENRIC///



Foix escribe tan rápido y tan profundo que no te da tiempo ni a respirar, estaba pensando una respuesta al tema de la lluvia y cuando la tengo en mente me encuentro con este tema de Birmania, así que ni uno ni otro tema, hoy hablo de Foix y su capacidad que no es poco.

Anónimo dijo...

Lluís, los que hemos vivido una dictadura sabemos lo difícil que es denunciar desde dentro, Birmania no es una excepción.

Sinblancaporelmundo dijo...

Este Juan Carlos I es el nuevo Fernando VII. Si chochea, que abdique.

http://sinblancaporelmundo.wordpress.com/2008/05/11/majestad-usted-chochea/

BartolomeC dijo...

Sr.Foix:Las predicciones del Gran Hermano de George Orwell siempre las he contrapuesto a las del escritor Aldous Huxley y su Mundo feliz. Orwell temía que nos fuera ocultada la verdad y que nuestra cultura acabase cautiva de una mentira, Huxley temía que la verdad acabara por ser irrelevante y que nuestra cultura fuese algo trivial, preocupada únicamente por experimentar sensaciones varias e intrascendentes.
Orwell, en '1984', advierte que seremos vencidos por la opresión impuesta exteriormente.Huxley, en Un Mundo Feliz, preconiza que no se requiere un Gran Hermano para privar a la gente de su autonomía, de su cultura y de su historia. Huxley cree que las personas llegarán a amar su opresión, y a adorar las tecnologías que anulen su capacidad de pensar.
Orwell temía a los que nos pudieran prohibir leer libros, mientras que Huxley temía que no hubiera razón alguna para prohibirlos, debido a que nadie tuviera interés en leerlos.
Orwell temía a los que pudieran privarnos de información. Huxley, temía a cuantos pudieran brindarnos tanta información que acabariamos siendo reducidos, con este sistema,a la pasividad y el egoísmo más absoluto...
Visto lo visto y lo que comenta Vd sobre la miseria moral en Birmania y nuestra respuesta, pienso que Huxley se adelantó de forma más certera en sus predicciones.

Diego Fernández Magdaleno dijo...

Increíble y tristísimo.
Saludos,
Diego

Anónimo dijo...

Lo de Birmania sucede debido a que la sociedad occidental hace la vista gorda a estas situaciones, mejor el dictador actual que lo que puede venir, nos hemos acomodado y nos da igual lo que suceda lejos siempre y cuando no nos repercuta demasiado. Estamos controlados hasta en nuestras espuestas más intimas, nos llevan donde quieren.


E.Dalmau.

Africa dijo...

Sr Foix:Yo también tengo el alma helada y no encuentro palabras para expresar todo el horror.Permítame coger prestadas las de Josep Palau i Fabre que aportan una serenidad que conforta.
Pels vespres blaus d' estiu aniré pels conreus/picotejant pels blats,sollant l' herba menuda/Somniós, sentiré la frescor sota els peus/deixaré el lliure vent banyar ma testa nua/No pensaré en res,no parlaré per res/mes l' amor infinit m' inundarà l' entranya/I aniré lluny, ben lluny, de mi mateix desprès/feliç, per la Natura-com amb una companya.
Un saludo