Leer la prensa italiana hablando de sus políticos es lo más parecido a la lectura del Príncipe de Maquiavelo. Pero más suave, más sofisticado, con menos sangre y con la belleza de la retórica de un idioma espléndido.
Pobre Italia. Pobre Prodi que ha caído a los pies del Senado, en medio de una bronca sonora, con desmayos, con gestos burlescos, con gritos y amenazas. Abandonado por los que creía que eran suyos ha presentado la dimisión.
La maquinaria de guerra de Berlusocni se ha puesto en marcha. En Italia puede ocurrir cualquier cosa en cualquier momento. Y la contraria.
Indro Montanelli, un sarcástico y brillante periodista, decía que "en Italia no hay que reformar los sistemas electorales, ni las leyes, ni las reglas. Hay que reformar a los italianos". Una reforma así es tan incierta como imposible. Italia es un estado joven, una nación con buen apetito pero mala dentadura.
viernes, enero 25, 2008
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6 comentarios:
Me resisto hasta donde soy capaz a aceptar que los pueblos (italiano, español, alemán...) tengan, cual si de personas se tratara, un ADN propio que les dotara de naturaleza y características congénitas. Y sin embargo, se hace tan difícil a veces entender, desde la razón y la lógica, estos comportamientos atávicos...
Sr.Foix: Ayer me parecia estar viendo una pelicula de Alberto Sordi y Vittorio de Sica en el Senado Italiano. Berlusconi debe pensar que la vida es bella, se debe estar haciendo su enesimo Lifting y todavía le veremos estrenar su nueva cabellera.
No. No y no. "Esta vegada no Foix". Italia tiene los mismos problemas que España: a saber, cuatro nazis a los que la Ley electoral da más poder del que conceden los votos (en Expaña Ciu o ERC por ejemplo) acaban con la democracia. No. Cambiemos el sistema y de una vez por todas que las mayorías gobiernen. Y las mayorías no son 4, 5 o 6 partidos minoritarios arrejuntados. Como en su tierra ocurre.
Para que los partidos minoritarios no sean los que cortan el bacalao lo único que tienen que hacer los dos grandes partidos es proponerse no gobernar con ellos, pero el poder gusta a todos y nadie renuncia a nada, lo peor del poder es no tenerlo. Ahora bien lo que hemos visto en Italia lo acabaremos viendo dentro de nada por aquí es cuestión de tiempo, de ehcho ya lo estamos viendo en algunos parlamentos autonomicos, esperpento puro ver como con un voto se controla a todo un gobierno.
No tomemos el rábano por las hojas: el esperpento no es el sistema electoral, sino unos políticos que no merecen el honor de representar a sus conciudadanos. ¿O van a tener los partidos pequeños la culpa de que haya parlamentarios tan impresentables como el Sr. Pujalte o el Sr. Tardà, por poner un par de ejemplos?. ¿O de que la cámara se convierta en una taberna, cómo literalmente pasó en Italia, y poco ha faltado en España en más de una ocasión?
Lluis, la mano de Berlusconi es alargada.
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