Podríamos ser el país más denso en especialistas sobre Quebec. Políticos nacionalistas, periodistas, empresarios y académicos de varias universidades catalanas han viajado a Quebec para encontrar una referencia sobre cómo conseguir la independencia de Catalunya pacífica y democráticamente.
Desde hace muchos años, Catalunya ha buscado un modelo. Recuerdo los que Jordi Pujol ha invocado incluso antes de convertirse en el líder democrático que más tiempo ha gobernado el país. Las hemerotecas, tan incómodas para los políticos y para los periodistas, dan cuenta que el ex president se habría sentido cómodo con el federalismo de la antigua Yugoslavia, con el modelo socialdemócrata de Suecia y con la opción independentista de Lituania, aunque, añadía, que ni Catalunya es Lituania ni España la Unión Soviética.
El 26 de marzo se celebraron elecciones en Quebec y no he visto análisis pormenorizados en nuestra prensa. Eusebi Val publicó en La Vanguardia una buena crónica informativa desde Washington.
Se podría decir que no pasó nada ya que el partido Liberal de Jean Charest sigue gobernando aunque presida el primer gabinete minoritario quebequés desde 1878.
Pero sí que pasó. El Parti Quebecois, socialdemócrata e independentista, pasó a ser la tercera fuerza política y es muy difícil que vuelva a ser una alternativa de gobierno en un futuro a medio plazo. Su líder, André Boisclair, prometía un nuevo referéndum de independencia, después de los dos celebrados en el pasado. El último, en 1995, la opción por la independencia perdió por unos millares de votos.
El Parti Quebecois se fortaleció en los años sesenta, después de aquella visita del general De Gaulle cuando pronunció la célebre frase de “Vive le Quebec libre”. Su líder no ha dimitido prometiendo reconsiderar algunas de sus posiciones aunque el partido puede tener otros planes e invitarle a que se vaya antes que debatir nuevamente sobre la independencia.
La sorpresa ha sido la irrupción en el segundo puesto del parlamento quebequés de la Action Démocratique du Quebec (ADQ) que ha pasado de tener 5 escaños a 41. La aparición del partido liderado por Mario Dumont ha convertido un sistema históricamente bipartito en tripartito. Dumont será el líder de la oposición con un programa conservador y moderadamente nacionalista.
Nadie había previsto hace un año que este partido marginal, ni federalista ni independista, se situara a 7 escaños del Partido Liberal. Curiosamente, el partido de Dumont pide una autonomía que define como una permanencia pactada en Canadá, con muchos más poderes y mejor financiación.
En definitiva, propone situar en segundo término las relaciones entre Quebec y Canadá y, mientras tanto, dedicarse a los intereses que preocupan a los quebequeses de todas las procedencias y filiaciones.
Los reproches que recibió Dumont en la campaña electoral fueron durísimos, tanto por parte de los liberales como de los independentistas. Quizás por ello, por el descrédito de los políticos clásicos en las democracias occidentales, consiguió tan inesperados resultados. El fenómeno Bayrou en Francia es muy interesante. Las democracias no cambian. Lo que cambia son las formas de gestionarla y la calidad humana y el espíritu de servicio de sus líderes.
Hemos dejado de hablar de Quebec. Ahora toca viajar a Escocia donde los independentistas del SNP pueden obtener un gran resultado en las elecciones de mayo.
lunes, abril 02, 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
14 comentarios:
Sr.Foix: Donde esté un bonito sueño que se quite la cruda y ruda realidad, pero para transformar la realidad, cualquier realidad y dejar de lado los bonitos sueños, es preciso actuar sobre ella y cambiarla, aunque sea minimamente. Cambiar minimamente la realidad de Catalunya ya ve Vd lo que cuesta, pero seguir soñando es gratis. Decía Adenauer que en política, lo importante no es tener razón, sino que se la den a uno, pero eso democraticamente sólo ocurre en las urnas y a muchos, después de lo de Quebec, les tiemblan las piernas...
Lluís, el modelo de Catalunya debería ser Catalunya, pero los sueños sueños son.
Pues yo creo que en estos momentos, nuestro modelo debería ser Flandes.
SithWolf
Es el problema de los discursos vacios, cuando se defiende la independencia no persiguiendo una mejora en las condiciones de vida de la gente si no la independencia por la independencia, con un discurso exclusivamente identitario las cosas acaban cayendo por su propio peso y atecnión que aquí hablamos de Canada uno de los paises con una de las democracias más solidas del mundo, uno de los estados del bienestar más desarrollados y uno de los primeros paises del mundo en el ranking del IDH. Para abandonar un estado asi hay que ofrecerle a la pobación poderosas razones más alla de la identidad.
Lo de Quebec ha sido un golpe muy fuerte, un toque de atención que indica que las cosas cambian antes de lo que te imaginas.
J.Vilá.
ues yo creo que ha sido fruto de la desidia y la pérdida de los valores que han fundado naciones.
Ahora existen otros valores, mucho más egoistas, individuales. Unos valores que distan de la cultura, el folklore y la historia.
Cuanto más sabemos de todo parece que menos nos interesa y más deseamos aislarnos... a lo mejor es por qué nos damos más cuenta de que nada tiene remedio y de que todo da igual.
SithWolf
Cataluña nunca sera independiente , es un debate de barra de Bar , lo que se tiene que buscar es la gestion de los recuersos propios , una descentralización mas grande , pero si se plantea la independencia el voto a favor no llega a un 20 % .
Pues yo coincido con lo que creo que defiende Foix en su artículo: los electores buscan representantes que se preocupen de los problemas reales de los ciudadanos y no dan tanta importancia a los grandes conceptos.
Cuando los independentistas (de Quebec y de Catalunya) han tenido cosecha abundante ha sido porque la población ha percibido que persiguiendo esta reivindicación se podía lograr un aumento del bienestar real. Cuando no ha sido así, han tenido un papel marginal.
Por lo tanto, ojito con los viajes a Escocia o Flandes: no examinar lo que ha ocurrido aquí y en Quebec sólo puede tener dos beneficiados: el PP y Ciutadans.
Saludos.
///ENRIC///
La cruda realidad nos pone los pies en el suelo y los sueños se acaban antes de empezar, buscar referentes nuevos es volver a soñar hasta que nos den otro palo, las próximas elecciones pueden dar una idea, pero ya no me hago muchas ilusiones, más bien ninguna.
Potser perquè els de Quebec ja han entès que aixó del sobiranisme no du enlloc,i el que s'ha de fer es treballar i procurar no perdre el tren del progrès i la modernitat. Ja HO SABEM QUE SOM CATALANS, peròel que he de feres NAR PER FEINA i deixar-nos d'endergues.
Les utopies d'ahir son la realitat d'avui i eldesencís de demà.
Sr Foix: Coincido con Francis black,dudo que podamos ser independientes si no conseguimos que nuestras industrias sean fuertes y competitivas.Cuando seamos punteros y podamos tutearnos con el resto del mundo,entonces, quizás, hablaremos de independencia con una cierta propiedad.Entretanto, sólo será un bello sueño( que tampoco es malo soñar!)Un saludo
Lo que yo quiero es que ese bonito sueño se haga realidad algún día.
Roger Mateu/Girona.
Segismundo, príncipe de Polonia:
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
Quebec está ocupada con otros problemas, se opone a los velos de las mujeres musulmanas y hay una clara oposición a la islamización de la provincia, Quebec que tiene una identidad más fuerte que el resto del Canadá ha votado en contra de los Conservadores que gobiernan en el resto del Canadá, así que con la victoria Liberal se desmarca de la alianza Conservadora-Partido Quebeçois que actualmente maneja el gobierno Federal, el nacionalismo va a resurgir cuando en el resto del Canadá los conservadores pierdan y los Liberales o la Izquierda (NDP cosa dificíl) ganen las elecciones, es sencillamente una pausa, Quebec siempre contradice al resto del Canadá y ahora lo ha demostrado otra vez.
Publicar un comentario