jueves, febrero 01, 2007

Malos y tristes tiempos en Venezuela

En una sesión al aire libre, en la plaza Bolívar de Caracas, la Asamblea Nacional celebró una sesión extraordinaria otorgando la facultad al presidente Chávez de gobernar por decreto en los próximos 18 meses. Hugo Chávez acaba de llegar de Cuba consiguiendo unas secuencias conversando con un debilitado Fidel Castro que fue calificado por el presidente venezolano como “César de la dignidad”.

Chávez podrá dictar decretos en once ámbitos legales que van desde el sector energético a las telecomunicaciones pasando por la economía y la defensa. Todos los diputados venezolanos apoyan al presidente. La oposición boicoteó las elecciones de hace dos años y no obtuvo representación alguna.

Chávez y sus diputados esceneficaron en la gran plaza Bolívar lo que el propio presidente calificó como una transformación de Venezuela en una sociedad socialista.

Ha empezado ciertamente una nueva era en Venezuela con repercusiones en toda la región. En nombre de Marx, Lenin y Cristo, el caudillo populista Chávez tiene en sus manos reformar la constitución para permitirle presentarse cuantas veces quiera a las elecciones y construir el “socialismo del siglo XXI”.

Los decretos sobre la nacionalización de las industrias del petróleo y el gas no pueden tardar mucho. No se han explicitado las compensaciones que las compañías británicas y norteamericanas van a obtener de los decretos nacionalizadores.

Venezuela ha entrado en un proceso en el que las libertades quedarán limitadas, la iniciativa individual y las leyes del mercado serán dictadas por un estado autocrático en manos de un personaje que produce rubor cuando arenga a su pueblo con un lenguaje primario y grotesco.

Repasando la historia de Venezuela se puede observar que este soldado que dió un golpe de estado, fue objeto de otro y acaba de ganar por segunda vez las elecciones, es el personaje que acapara más poder, todo el poder, desde que el último dictador, Marcos Pérez Jiménez, fuera derrocado en 1958.

La fuerza de Chávez la visualizan los venezolanos en su discurso desgarrado, desacomplejado, anti americano, populista, invocando el marxismo y el cristianismo con una demagogia revolucionaria. Puede durar. No sólo por su discurso en una sociedad mayoritariamente pobre sino porque dispone de fabulosos recursos energéticos para llenar los estómagos de su pueblo a cambio de la carta blanca política para perpetuarse en el poder.

Malos y tristes tiempos para Venezuela.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

A veces la gente tiene que elejir entre tener algo que comer o vivir en "democracia" (democracia... ¿realmente existe eso en alguna parte del mundo?). Con el estómago lleno es muy fácil criticar y decir que Venezuela va a peor.

Anónimo dijo...

Con el estómago lleno también es muy fácil defender dictaduras ajenas.


Albert Roura./Barna

BartolomeC dijo...

Sr.Foix: Todos los gobiernos que han existido en Venezuela en el pasado siglo se han declarado socialistas,
socialdemócratas,
socialcristianos, social liberales,socialpetroleros o lo que sea, pero esas mejoras por la socialización y distribución de los bienes petrolíferos no ha llegado nunca a las clases más desfavorecidas. De los cuatro bolívares por dólar de 1973 se ha pasado a los más de 2.000 bolívares por dólar del 2006, tan sólo un tercio de los trabajadores Venezolanos superan el salario mínimo, es decir algo más de tres millones, y de ellos más de la mitad son empleados públicos, un panorama estremecedor, la tasa de desempleo supera el 25%, un drama que padece Venezuela mientras el gobierno Chávez regala propagantisticamente miles de millones a terceros paises y aumenta la deuda pública de forma galopante, sobre la inseguridad social y los crimenes impunes no hace falta hablar por conocidos. A partir de ahora veremos como miles de personas salen de Venezuela a buscarse nuevos horizontes, Venezuela es un drama desde hace años, pero ahora ha caido en picado y sus ciudadanos no se merecen estos gobiernos pseudosocialistas y dictatoriales.

Anónimo dijo...

Bartolomé lo ha dicho todo y bien dicho, Venezuela no se merece esta salvajada de gobierno, lo de repartir la miseria es algo a lo que ya estamos acostumbrados a ver, vergonzoso, esto no es socialismo ni es nada, es pura rapiña dictatorial, es mero engaño.



J.Vilá.-

Anónimo dijo...

Hay alguna similitud entre la politica de Allende y la de chavez ?

La pregunta es de buena fe .

Anónimo dijo...

///ENRIC///




Llevo todo el día intentando hacer un comentario y el servidor me da error, aprovecho este momento antes que se vuelva a colgar. Los datos que aporta Bartolomé me dejan tieso, un país productor de petróleo y empobrecido de esta forma no es normal, dudo mucho que Chavez pueda hacer algo más que populismo, por mucha expropiación que haga de los recursos, no está creando empleo y las empresas y los empresarios salen de Venezuela para no volver, esto ni es socialismo ni es nada parecido, es mero populismo que aproveha los recursos para jugar al papaito estado bondadoso, vergonzoso, lo de Chavez no tiene nombre y si lo tiene es muy feo.

Anónimo dijo...

A los dictadores les gusta ir de salvadores y de meritorios sociales, les gusta que el pueblo les deba la comida diaria, la ropa y hasta el aire que respiran, que le alaben y bendigan a cada paso y que el culto a su persona sea casi religioso,Chávez reune todos los requisitos de sobras, Chávez es un dictador de la peor calaña y defender su sistema es defender la injusticia y la perdida de derechos.




Roger Mateu/Girona

Anónimo dijo...

Chávez, como Pérez Giménez y tantos otros, acabará viviendo como un maharajá en Madrid.
O sea, menos criticarlo ya que en poco tiempo será un "inmigrante" acogido cariñosamente por el gobierno de turno de la madre patria.
J.J.

Anónimo dijo...

Señor Foix, todo el mundo:
con lo único que estoy de acuerdo es "malos y tristes". El único que tiene el estómago lleno en Venezuela es Chávez (que está bastante gordo), a parte también lo continúan teniendo algunos blancos y los cuatro negros "más vivos".

Venezuela se terminó de acabar. El deterioro en todos los aspectos y niveles de la sociedad ha sido tan veloz como brutal desde 1998. (Antes era, por lo menos, lento. El despilfarro no era tan descomunal tampoco).

Lo mejor sería que pasara un tsunami por encima de todo el país. La noticia sería cuestión de un día, y dejaríamos ya de estar comentando tonterías.