Me sorprendió ver a un equipo de la televisión de Senegal filmando en tierras leridanas cómo viven sus compatriotas que han llegado a Europa después de travesías inhumanas, inciertas y fatigosas.
Afrontamos el fenómeno de la inmigración pensando exclusivamente en nosotros, en nuestra seguridad, en nuestra identidad, en nuestra cultura, olvidándonos de los otros, de los que vienen, de esas personas que han perdido la esperanza y que llegan aquí también para ayudar generosamente a quienes han dejado detrás.
Los senegaleses verán por televisión la suerte que les espera a los suyos en un mundo hostil y desconfiado. Pero nosotros no sabemos lo que pasa allí, lo que les mueve, cuánto cuesta embarcarse en los cayucos dominados por mafias impresentables.
Aquí reaccionamos con el miedo que llevamos en el cuerpo ante una avalancha humana que no podemos asumir de forma tan descontrolada y sin orden ni concierto.
Tony Blair lanzó un discurso de ayuda a África que ha tenido pocos resultados. Bush se dió una vuelta por el continente diciendo más o menos lo mismo. Rubalcaba se presentó en Senegal para hablar con su colega de Dakar sobre cómo detener la fuga masiva de senegaleses hacia Canarias.
Había un tiempo en que el discurso oficial pasaba por el desplazamiento de empresas hacia los países emisores de los sobrantes humanos de la globalización. Ahora, el discurso es levantar fronteras, leyes defensivas, repatriar a ilegales e impedir que tantas multitudes acaben con nosotros.
El gobierno Zapatero y el resto de gobiernos de la Unión se limitan a invocar el impacto positivo que la inmigración tiene sobre nuestras economías. ¿Nada más? ¿Es este el discurso?
La Fundación Bill y Melinda Gates se ha unido a la Fundación Rockefeller para lanzar un multimillonario proyecto en el África subsahariana que revolucionará la producción de alimentos y reducirá la pobreza y el hambre para decenas de millones de personas.
Me parece muy bien que fundaciones privadas acometan esas empresas. Pero lamento que no sean los gobiernos europeos, humanitarios de boquilla, los que actúen automáticamente con propuestas positivas y constructivas para resolver el problema en su origen. La retórica electoral a costa de los sobrevenidos me parece demagogia.
miércoles, septiembre 13, 2006
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9 comentarios:
Sr.Foix:Por desgracia he acabado por entender que no interesa lo más mínimo acabar con esta nueva forma de esclavitud que es la inmigración ilegal.
Es lamentable y una ignominia para los estadistas de los países del primer mundo que hayan de ser dos familias -Rockefeller y Gates-, por muy multimillonarios que sean, quienes muevan un dedo (léase dólar) para intentar ayudar a los paupérrimos países africanos.
Retrocedamos no muchos años y recordemos lo que norteamericanos, españoles, portugueses, franceses, ingleses, alemanes, etc. etc. hicieron en -y a- los países africanos.
Vergüenza, si la tuviésemos, sería lo mínimo que deberíamos sentir.
Agradezcamos que los africanos no sean como, ni tengan los sentimientos ni los medios que tienen los asiáticos.
Hace no pocos años Españoles eran deportados de Holanda, de emigrantes hemos pasado a hospedarlos no lo olvidemos, el colonialismo de África tiene muchos colores, hace pocos años en una conversación con un hombre maduro me hablaba de que añoraba cuando los Ingleses estaban en Kenya, había menos corrupción y las cosas funcionaban, África se siente abandonada, el poco interés de explorarla o invertir en ella a aumentado sus problemas, se les dio la independencia y sus propios Gobiernos han abandonado a su propia población por lo cual van en busca de una vida mejor con reglas y seguridad, Europa quiere descansar en sus propios logros, pero no le queda más remedio que aceptar responsabilidades sin saber muy bien que es lo que le depara en el futuro.
///ENRIC///
Lo peor que podemos escuchar es que al final los paises africanos añorarán la época colonial, es lo último que me quedaba por oir,
Estoy con Enric.
Boris, como dicen en catalán ¿te has bebido el conocimiento?
Estoy contando un hecho real, ¿Acaso no son voluntarios ellos mismos ha ser esclavizados en Europa? escapando de la inacción de sus gobiernos.
No hace mucho leí en este blog que los pesqueros eran los que traian a los inmigrantes hasta las islas Canarias, acabo de leer en La Vanguardia una noticia que lo confirma, quiero felicitar al autor del comentario por su agudeza.
J.Vilá.
Es un viaje de aventura para ellos y aunque se les mande de vuelta con el boleto pagado, han podido darse un viaje, si hubiera un sueldo universal establecido, esto es que todo el mundo cobrase al menos 1000 Euros. tanto en Holanda como en Mali o China, no habia tantas desigualdades entre países, ya se que esto lo refutaría cualquier economista, ni tampoco podríamos permitirnos unas vacaciones baratas en Tailandia, pero permitiría que ellos fuesen turistas en Europa, en lugar de ilegales, es la curiosidad y la injusticia lo que hace que masas se muevan de país en país.
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