Agradezco los comentarios críticos que aparecen en este blog. Los valoro todos y los tengo muy en cuenta. Es una muestra que el debate territorial en España, especialmente en lo que respecta a Cataluña, levanta pasiones. Basadas en la historia y en la cultura.
Los que no tenemos intención de irnos de España buscamos un encaje definitivo para poder construir un futuro en el marco de las instituciones del Estado y dentro de la Unión Europea.
El debate va a trasladarse al Congreso de los Diputados. Les pido, me lo pido a mi mismo, que sepamos desbrozar lo anecdótico de lo fundamental. Si hay artículos anticonstitucionales se pueden corregir. Es una propuesta que no pretende levantar fronteras sino fomentar el entendimiento.
Confío también que este debate no divida a los catalanes que han hecho suyos a cuantos han venido, han vivido, han prosperado y se han hecho catalanes sin mayores problemas. Uno de los catalanes más importantes de hoy es un cordobés que llegó a Catalunya a los 17 años y hoy es ministro de Industria del gobierno de Madrid representando a un partido que ha impulsado el Estatut. Se llama José Montilla y es el primer secretario del partido socialista de los catalanes.
Hablemos, discutamos, con la cabeza fría y racionalmente. Dejemos las pasiones para cuestiones más irrelevantes.
domingo, octubre 02, 2005
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
12 comentarios:
Sr.Foix, cuando un comandante de avión decide despegar ha de tener un plan de vuelo,el aparato deberá haber pasado las oportunas revisiones y el combustible será el adecuado para la distancia a la que se quiere llegar, una vez en el aire pueden surgir problemas si alguno de los tripulantes del aparato deciden volar más alto de lo establecido por las normativas o acordado en el plan inicial,si la velocidad es mayor de la prevista o si las condiciones del "tiempo" trastocan los planes,todo ello sin contar los imperativos de los fallos técnicos.Hace Vd bien en pedir calma al personal de cabina y a los pasajeros de este vuelo, que somos todos,pero una vez despegado y en el aire el avión,el problema numero uno siempre es el aterrizaje,saber si la pista será corta o larga,si habrá escalas,si las otras compañias aereas del pais querrán aterrizar al mismo tiempo en el mismo aeropuerto y en la misma pista y lo que más nos preocupa saber a los ciudadanos,si todos los que ahora vamos en el vuelo de ida,cabremos en el de vuelta o si habrá que pagar algún suplemento no previsto en el billete.
Bartolomé C.
Bartolomé excelente explicacion la del avión, si quiere le explico yo lo que tiene k hacer un chef de cocina antes de cocinar.
Creo que hablar de cocina y formas de cocinar está más que indicado,el Sr.Foix nos ha pedido que tengamos en estos momentos tranquilidad y buenos alimentos...
Bartolomé C.
Sr. Foix, es normal que el Estatut reciba recelos en el resto de Espanya. Cómo se puede confiar en un texto en el que uno de los partidos que más decididamente ha contribuido a su gestación dice textualmente que "se trata de un paso hacia la independencia". Antes de criticar a Espanya por su anticatalanismo, hagan un poco de autocrítica y analicen qué políticos suyos le estan haciendo un flaco favor al Estatut.
Pero Sr. Foix. Es absolutamente normal que desde el resto de Espanya se desconfíe de este nuevo Estatut cuando uno de los partidos que más decisivamente a contribuido a su gestación dice que "es un paso más hacia la independencia". A quién creemes, al President Maragall que dice que este texto refuerza al Estado, o al Sr. Carod, que dice que avanza hacia su destrucción??? Antes de acusar a Espanya de anticatalanismo tendrían que hacer ustedes autocrítica sobre cuáles de sus políticos le están haciendo un flaco favor a la reforma.
Estimado señor Foix, es imposible que en este debate se dejen de lado las pasiones y se acuda a la racionalidad, como usted propone. Por la sencilla razón de que éste
no es un verdadero debate entre seres pensantes (y por tanto, capaces de dudar), sino una confrontación de misticismos irracionales en el que cada tribu enarbola sus tótems: las sagradas unidades de las patrias de un lado, los derechos históricos inalienables del otro, y todas esas zarandajas que nada tienen que ver con lo racional y sí con lo más vergonzosamente atávico que hay en nosotros.
En realidad, todo es mucho más prosaico: algunos saben, sabemos, que lo que está en juego es simplemente, quién y cómo administra las "pelas"("lo que no son pesetas son puñetas", como bien dice el burguesísismo refrán catalán), y que todo el ruido de unos y otros es simplemente para disimular ese hecho.
El riesgo es que haya ingenuos y canallas en uno y otro lado que crean que, efectivamente, aquí se está hablando de tótems.
Siguiendo la linea de Bartolomé he de comunicar que algunos controladores de la Torre de Control de Madrid están hablando de empezar una huelga de celo y no permitirán aterrizar o despegar a los aviones que no cumplan las normas de AENA.
Rafel:
Como catalan de pura cepa y no independentista, estoy totalmente de acuerdo con los planteamientos del Sr. Foix. Me gustaría que alguien de estas personas que tanto se llenan la boca con la Contitución, me respondan si en ella se consagra la igualdad de todos los españoles, porqué unos en su nacionalidad disponen de un cupo o unos fueros,( una distinción) y a otros se nos niega cualquier modificación
lamento haver de recordar "Espriu" quan deia que "mai de mai" ens entendríem amb els espanyols. Som, en el sentit filosòfic i antropològic, races diferents. I això de que "el que no són pessetes són punyetes" és mentida. Val molt més qui és pobre però amo del seu propi destí que aquell qui està podrit de diners però no sap què fer-ne: el primer es projecta cap a la plenitut, el segon està condemnat a la decadència més patètica i trista.
Rafel, tio, la has clavado. El cupo vasco es un... y habira que hacerlo desaparecer.
Pero la solucion no es crear otro cupo.
Los norteamericanos, que en cuestiones políticas superan con creces a los europeos, aunque a éstos les cueste admitirlo, supieron desde muy temprano cómo solucionar un problema que los españoles no han logrado resolver en casi quinientos años. Partiendo del reconocimiento de la libertad individual y el derecho a la propiedad, entendieron que un poder central desmesurado se puede convertir en un peligro. Para contrarrestarlo dividieron el poder entre los estados, a quienes otorgaron suficiente libertad de acción para lidiar con las necesidades de cada individuo. Al mismo tiempo, reconociendo la incapacidad de cada estado para lidiar con ciertos problemas –una guerra contra una potencia extranjera, por ejemplo―, hallaron la clave de la unidad: el comercio. No hubo necesidad de definir nación ni establecer idiomas oficiales. Cierto es que fueron a la guerra, pero, en términos generales, se puede decir que han vivido en paz. ¿A cuántos californianos se le ocurriría pedir la independencia porque son los más ricos y por ende los que más aportan a las arcas del país? El problema de España es que ni los unos reconocen la realidad de las distintas identidades o naciones, que al caso, el nombre que se les dé importa bien poco a los que tienen que preocuparse de cómo pagar la gasolina, ni éstos ―dígase algunos catalanes, algunos vascos y algunos gallegos― reconocen la realidad de la existencia de una nación llamada España. Vistos desde aquí llegan a parecer... infantiles.
Good post
Publicar un comentario