Leía el otro día que una joven periodista le preguntó al primer ministro británico, Harold Macmillan, qué es lo que más temía en la política. Los hechos, joven, los hechos, contestó el tranquilo líder conservador de los años sesenta.
Cuando los hechos contradicen al discurso político, los gobiernos empiezan a sufrir. Si todavía siguen flotando cadáveres en las calles inundadas de Nueva Orléans, si la electricad y el agua no se han restablecido, si la televisión presenta en directo la tragedia de miles de ciudadanos que han huído o que se resisten a abandonar la ciudad, todos los discursos sobran.
Si con ciento cincuenta mil soldados en Iraq no se controla al país, si la anunciada democracia se trastorna en guerra étnica y civil, si los féretros de soldados caídos en Bagdad siguen llegando clandestinamente a la patria, si no se percibe una salida de aquel tenebroso laberinto, los discursos sobran.
Bush se enfrenta a los hechos después de haberse envuelto en un discurso para democratizar al mundo entero. La causa es noble pero la forma de ejecutarla ha sido un fiasco. Los diques que reventaron en Nueva Orléans se llevarán por delante también su política de fuerza en Bagdad.
viernes, septiembre 09, 2005
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10 comentarios:
Sr.Foix,hace años tuve la suerte de escuchar de viva voz a un capitán de la RAF,condecorado en las Malvinas y que había cambiado su Harrier por un velero,la siguiente frase,"para mi,un cobarde es aquel que tiene el valor de negarse a hacer, lo que otros no hemos tenido más remedio que vernos obligados a realizar o soportar contra nuestra voluntad y nuestros principios,yo no he tenido nunca el valor suficiente para ser un cobarde...". Las personas y sus acciones son las que dan valor y sentido a las palabras que sobre ellos se vierten, los hechos son los hechos siempre,las palabras nos suelen engañar con facilidad y dejarnos en evidencia sí no las usamos adecuadamente bien al referirnos y catalogar a las personas,los hechos nunca engañan.
Bartolomé C.
buenas tardes, le recomiendo una visita al interesante post de ayer en el blog alt1040, testimonios de "hechos" de ser tan temidos por reales...
http://www.alt1040.com/archivo/2005/09/08/violaciones-asesinatos-y-peleas-en-el-astrodome/
un saludo.
a. c.
(parece que se come el enlace anterior tan largo...
es el post de ayer día 8 de septiembre "Violaciones, asesinatos y peleas en el Astrodome"
en:
www.alt1040.com
Ayer escribí a La Vanguardia una carta de muy improbable publicación (entre otras cosas porque les pedía expresamente que no la publicaran "editada") muy crítica con un artículo de Xavier Sala publicado el día anterior. Xavier Sala, con muy mala sombra, si se me permite la expresión, ironizaba sobre el hecho de que algunos de los que desobedecieron la orden de evacuar eran pobres, sin coche, porque "la gente de ingresos bajos tiende a tener menos coches que los ricos" y que, a fin de cuentas, el estado del bienestar tampoco regala coches a los pobres.
Lluís Foix en su artículo de hoy pone las cosas en su sitio cuando dice, entre otras cosas, que los que no abandonaron la ciudad fue porque no tenían coche o no disponían de medios de transporte, y que la tendencia a adelgazar al Estado ha llegado a un punto crítico.
Manuel Castell publica hoy sabado un interesante artículo en La vanguardia, recogiendo el guante lanzado por Amanda sobre el 11-S y los "neocon", http://www.lavanguardia.es/web/20050910/51192539991.html, creo que existen unos hechos irrefutables en el 11-S y son los movimientos de las bolsas anteriores y posteriores a esa fecha,la bolsa es la prueba del algodón, no engaña,tampoco por aquí estos días...
Bartolomé C.
Poniendo la venda antes de la herida decía que mi carta a La Vanguardia era de muy improbable publicación. Rectifico mi apresurado (pre)juicio: hoy, domingo ha sido publicada. No la firma Brian, claro, sino el sinónimo que utilizo en la vida real, Antoni Mont.
A Propósito de lo que dice Amanda, también desde las páginas del NYT Paul Krugman ha mantenído una lúcida actitud crítica hacia la política neocon y hacia Bush en particular. En relación a la polémica sobre la privatización de la seguridad social, además de algunos artículos en el NYT, publicó en "The Economists' Voice", este interesante ensayo: Confusions about Social Security
Xavier Sala no es más que un clown creado por los "media".
Su inconsistencia intelectual da grima, no tanto por las posiciones que defiende -las propias de un neoliberalismo tan salvaje como tosco-, sino por la falta de argumentos medianamente presentables conque las sostiene.
Eso sí, descaro y morro tiene el tío por toneladas. En el fondo, este individuo es un buen arquetipo del "economista" neoliberal en su versión más desgarradoramente fútil.
Without a Doubt. By Ron Suskind, The New York Times Magazine, 17 October 2004.
The aide said that guys like me were "in what we call the reality-based community," which he defined as people who "believe that solutions emerge from your judicious study of discernible reality." I nodded and murmured something about enlightenment principles and empiricism. He cut me off. "That's not the way the world really works anymore," he continued. "We're an empire now, and when we act, we create our own reality. And while you're studying that reality - judiciously, as you will - we'll act again, creating other new realities, which you can study too, and that's how things will sort out. We're history's actors . . . and you, all of you, will be left to just study what we do."
Bueno pero, los diques de Nueva Orleans, Bush se los encontró montados tal como se los dejaron los ocupantes anteriores de la Casa Blanca, solo que a él le ha tocado cargarse las pifias de sus antecesores. Y aunque en el conflicto de Iraq parece más implicación del gobierno de Bush, no por éllo deja de salpicar a los presidentes americanos anteriores, pues ellos permitieron armarse a Saddam o al menmos hicieron la vista gorda a las naciones que le vendian material. No todas las contrariedades que padece Bush son culpa suya, y tiene su mérito que lleve en sus espaldas el peso de los errores de los otros presidentes. Quien padece por culpa de otros, tiene más de héroe que de obscuro gobernante. Pero a veces la miopia nos engaña, y nos presenta triunfador al "listillo" antes que al obscuro sacrificado.
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