jueves, febrero 17, 2005
Sin novedad en el Carmel
No hay novedad en el Carmel. Muchas ruedas de prensa, muchas comparecencias del gobierno, vecinos desorientados, nuevas grietas y posibles deslizamientos nuevos. Nadie es responsable. Nadie ha dimitido. Extraño.
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7 comentarios:
"Extraño, -ña: Que tiene algo de extraordinario, inexplicable o singular que excita la curiosidad, sorpresa, admiración".
Lo extraordinario o singular es algo que no sucede habitualmente. En ese sentido, tal vez el adjetivo "extraño" no sea el más adecuado.
O tal vez hablamos de otro país. Yo vivo desde hace ocho años en Frankfurt am Main y he de reconocer que he perdido el contacto con la realidad. Eso es: estoy enajenado.
Responsabilidad y dimisión son dos conceptos que siempre aparecen indisolublemente unidos, como en santo matrimonio. A mí no me parece que deba operar siempre este automatismo y menos de forma simultánea, porque si el político dimite a las primeras de cambio, las responsabilidades, que justamente se reclaman, quedan en el limbo: el político saliente ya ha cumplido ofreciendo su cabeza y el entrante no tiene arte ni parte.
Decía el otro día Toni Soler en La Vanguardia:
"Si el político en apuros se larga al primer envite, demostrará poco apego al poder, sentido de la responsabilidad personal, todo lo que se quiera, pero poco habrá hecho para resolver el problema que le ha llevado a tal situación límite."
Estoy de acuerdo. No defiendo el apego al sillón; por supuesto el político responsable, directa o subsidiariamente, de un desaguisado de esta magnitud, debe dimitir, o ser cesado, si por acción u omisión aquella responsabilidad le alcanza en línea directa. Pero no para dar carnaza a la fiera ni, como dice Soler, al primer envite, sino una vez establecidos los hechos y la cadena de responsabilidades. El político no debe ser -salvo delito o negligencia flagrante- el primero en dimitir, sino el último.
Brian
Me parece excelente la argumentación de por qué el político no tendría que dimitir a las primeras de cambio.
Lo que no entiendo es la última frase: ¿quién debe ser el primero?
Entiendo que debe poner las cosas en claro y depurar responsabilidades; es decir, cesar, o emprender acciones administrativas, legales o mercantiles, contra los responsables del desaguisado. Y luego, si estas responsabilidades también le alcanzan, dimitir.
Brian
Ahora sí entiendo la frase (el lapsus).
Decía que la argumentación me parece excelente, si bien no la comparto.
Para mí es el fútbol uno de los temas más serios de los que se puede hablar, por eso me refiero a una situación con él relacionada:
Tras el "fracaso" en el europeo de selecciones de fútbol (luego de haberse clasificado para el de Portugal y haber estado a punto de pasar la eliminatoria frente a los futuros finalistas), el seleccionador tendría que haber puesto su cargo a disposición de su superior.
Si hubiese hecho esto, el error habría sido admitirle la dimisión, dado que su trabajo había sido bueno. Su marcha abrió las puertas a un señor que nos dejó a la altura de la caca con sus comentarios racistas.
En este segundo caso, a mi entender, el error habría sido no aceptarle la dimisión si la hubiese presentado.
Si Sr.Foix, es extraño, familiarmente extraño. No alcanzo a comprender como a quien desde un cargo político no ha sido capaz de hacer las cosas bien se le permite enterrar sus errores bajo 18.000 m3 de hormigón.Creo que aqui se está confundiendo responsabilidad con culpabilidad, no es necesario ser culpable para dimitir,para dimitir basta con ser el responsable de no haberse enterado de lo que estaba ocurriendo, si lo sabian y lo consentian, entonces será un delito. El político entrante es imprescindible que no tenga "Arte ni parte", lo absurdo, lo"EXTRAÑO",es dejar en el cargo a quien puede tener "Arte y parte". No es muy afortunado comparar el Futbol con la desgracia del Carmel, a los futbolistas les sobra de todo y estas personas se han quedado sin sus hogares.
Un extraño de la noche.
Buenas noches Sr. Anonymous, que descanse usted bien. Sin duda se lo merece.
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