viernes, enero 13, 2006

Mucho ruido y pocas nueces

El nivel de la innovación en la Unión Europea está tan por debajo del de Estados Unidos que tendrán que transcurrir cincuenta años para que los europeos alcancemos a los americanos.

Lo publica el Financial Times de hoy recogiendo un informe presentado por la Comisión Europea. Por innovación entiende factores que van desde el número de graduados en ingeniería, química, física hasta la investigación y desarrollo, patentes y creación de productos de alta tecnología.

Europa va por detrás pero con distintas velocidades. Suecia, Finlandia, Dinamarca y Alemania pueden competir con Estados Unidos y Japón en términos de innovación competitiva. Francia, Italia y Gran Bretaña se encuentran en la zona media. Portugal, Chequia y Grecia están mejorando su posición. Suiza, que no está en la UE, ocupa la segunda categoría mundial.

Sólo Polonia y España están perdiendo terreno y transitan por la zona baja. No sé lo que ocurre en Polonia. Pero no me extraña que España esté tan rezagada. Los problemas aquí no son de innovación sino de revisión de la historia, de reformas estatutarias, de discursos decimonónicos, de unidad nacional, de Pascuas Militares, de "sevillanas" comparadas con "lenguas que no sirven para nada", de debates estériles y de simbologías superadas.

No es cierto que España esté dormida. La sociedad funciona, trabaja, busca la innovación y el progreso. Pero la clase política y las clases dirigentes se entretienen en otros menesteres. Y la clase mediática nos convertimos en sus portavoces. Mucho ruido y pocas nueces, "Much ado about nothing", como muy bien dijo el señor Shakespeare.

22 comentarios:

Anónimo dijo...

Sr.Foix:Mientras los Estados Unidos nos embarcan en guerras injustas para preservar sus intereses y desarrollar una tegnología militar y civil que al final sólo ellos pueden comercializar,nosotros estamos a la cola del progreso e innovación y sin visos de solución.
En 1958 hubo una persona,Enric Bernat, que tuvo una simple y sencilla idea,poner un palo a un caramelo,como no podía ser de otra forma por estos pagos,se quedó sólo en el proyecto,pero aquel Chupa-Chups vende en todo el mundo por encima de los 500 millones de euros,se ha consumido hasta en la estación MIR espacial y hoy por hoy es para los fumadores una solución más que agradable,como ve Vd ideas no faltan,lo que faltan son ganas de ayudar a ejecutarlas.
Sobre la salida por peteneras del Sr.Hernando, tan sólo decirle que esta mañana he tenido que leer el estupendo artículo del Sr.Márius Carol de pie, bailando por sevillanas,o por hablar con más propiedad que el Sr.Hernando, por seguidillas, en este caso corraleras,litúrgicas,rocieras e incluso bíblicas,ya que el Sr Carol ha tenido el buen gusto de tocar en su artículo casi todos los palos de este precioso baile.


Bartolomé C.

Anónimo dijo...

Falta formacion en España , las universidades no dan la nota ,las empresas no invierten y el estado no existe.
Albert

Anónimo dijo...

////Felicitar a Bartolomé C.por sus sevillanas y dejarte Lluis este post////

Gracias y un saludo.

Según el bioquímico Santiago Grisolía, el presupuesto para investigación en España no se corresponde con el nivel de sus científicos
www.unav.es 21/12/2001
- El Premio Príncipe de Asturias de Investigación 1990 aseguró en la Universidad de Navarra que si España no duplica su inversión perderá el tren de la ciencia

Según explicó el catedrático, los científicos españoles ocupan un lugar privilegiado en el panorama internacional: "En inteligencia artificial, en matemáticas y biología molecular, por ejemplo, se encuentran entre las diez primeras posiciones. Y, sin embargo, con excepción de Grecia y Portugal, tenemos la inversión más baja de Europa".

Para este bioquímico, discípulo de Severo Ochoa, un incremento en las partidas económicas destinadas a la investigación debería unirse a un mayor esfuerzo por parte de los expertos para explicar a la sociedad a qué se destinan esas cantidades: "Tenemos la responsabilidad de justificar ese dinero. Quienes dicen que trabajan en algo demasiado difícil para ser explicado es que no son buenos científicos".

Precisamente, sobre la necesidad de llevar la ciencia a todos los ámbitos, incluido el artístico, versó la lección que Santiago Grisolía impartió en la Universidad de Navarra, dentro de la Cátedra Félix Huarte. En su discurso subrayó las posibilidades que ofrece la conjunción de las ciencias y las artes: "Hoy es tan importante conocer ciencia y tecnología como poesía".

La era de las proteínas

El Premio Príncipe de Asturias de Investigación, entre cuyas prestigiosas actividades se incluye la presidencia del Comité de Coordinación Científica de la UNESCO para el proyecto del Genoma Humano, reconoció que los últimos descubrimientos en este campo suponen "un estimulante fantástico". En su opinión, la secuenciación del genoma humano ha demostrado que la complejidad biológica no depende del número de genes, sino de cómo se expresan: "Frente a los 100.000 genes que se especulaba que tendría el ser humano, se ha visto que no supera los 40.000. Esto ha roto muchos esquemas. El siguiente paso consiste en descubrir la interrelación entre los diferentes genes, que viene a ser como las instrucciones de las proteínas. Hay que recordar que cada gen no es responsable de una sola proteína, sino de muchas más, y éstas llegan a un millón. Su estudio va a ser crucial. Hemos entrado en una nueva era proteómica".

En cuanto a la terapia génica, recordó que no conviene precipitarse porque en los últimos años se han registrado importantes éxitos, aunque también algunos fracasos. Por eso, la palabra cautela es una de las que Santiago Grisolía repite cuando se le pregunta sobre plazos y resultados. Está convencido de que la terapia génica es una de las medicinas del futuro y confía en la aplicación de las últimas tecnologías "como el uso de lentivirus o las técnicas antisentido", pero insiste en que no se pueden adelantar acontecimientos "porque si anuncias con gran entusiasmo la solución de enfermedades que afectan a tanta gente corres el peligro de crear falsas ilusiones".

Este doctor en Medicina, con más de 600 trabajos científicos a sus espaldas, rechazó de forma contundente la idea de una clonación reproductiva en seres humanos. "Desde el punto de vista científico es peligroso, complicado y presuntuoso. Desde el punto de vista ético, me parece una barbaridad", argumentó. Además, aclaró que resulta prácticamente imposible crear un clon perfecto de una persona. "Incluso los gemelos univitelinos, aquellos que tienen las misma información genética, no son iguales sino parecidos: sus terminaciones nerviosas en el nivel cerebral son diferentes"


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Anónimo dijo...

El que em preocuparia a mi és l'estat en que es troben les Humanitats, actualment. En poques paraules, el que se'n diu "ser de lletres". Perquè avui, això mateix, "ser de lletres", en el més pur estat del terme, significa estar més perdut que un pop en un garatge. Sóc llicenciat en Filosofia i Antropologia i el que puc dir és que el que es troba laboral i professionalment parlant és un "mercat laboral" -amb permís de Marx- on només pots fer de empleat de magatzem, comercial, i en el millor dels casos administratiu. Ja no en parlem de dedicar-te a la docència perquè, malauradament, no hi ha plaçes suficients com per fer volar coloms ni obrir una ampolla de cava. Sort pels qui ja són funcionaris. Si ets de lletres pures ja pots suar la cansalada a trobar feina. Qui sap, potser d'aquí unes quantes generacions, amb ua mica de sort la poca demanda que comença a tenir el ram davant de les enginyeries, els joves empresaris d'ADE i els científics, mancaràn gent amb aquesta formació específica. I perquè no, davant el fracàs escolar del sistema educatiu en la franja de la ESO provocarà una falta de professorat per raons generacionals abans esmentades.

Juan Milián dijo...

Sr. Bartolomé, ahora resultará que Estados Unidos también es el culpable de que en España no se investigue. No, el problema es nuestro. Exijamos a nuestros políticos que abandonen los debates inútiles que no hacen sino desincentivar la inversión y ahuyentar el espíritu emprendedor.
Sr. Foix, felicidades. Últimamente se ha puesto "estupendo".

Anónimo dijo...

Después de la terrible destrucción causada por la Segunda Guerra Mundial, la investigación polaca fue reconstruida principalmente en torno a la Academia Polaca de las Ciencias (APC), fundada en 1953, que gestionaba varias decenas de institutos en todo el país. Las universidades disfrutaban entonces de un papel de segundo plano, aunque ciertas de ellas, en particular la Universidad de Varsovia y la Universidad Jagellion de Cracovia, tenían una rica tradición de investigación.

Desde la transición democrática de 1989/1990, la política del gobierno polaco favoreció un reequilibrio del peso de estos dos actores. La APC, cuya disolución había sido contemplada en un momento dado, se quedó con menos prerrogativas. No obstante, las 4.449 personas que trabajan en sus 81 institutos representan aún la élite de la ciencia polaca. Y al contrario, las universidades se han desarrollado considerablemente. El país cuenta en la actualidad con 1,8 millones de estudiantes, frente a 410.000 en 1991, y el número de tesis doctorales presentadas se ha más que triplicado durante el mismo periodo.

Aún así sigue teniendo un talón de Aquiles: la investigación industrial del sector privado, que sólo empleaba a 3.010 personas en el año 2002, o sea, sólo el 5% del personal científico polaco. Se trata de una paradoja en un país famoso por su investigación tecnológica y que cuenta con la mayor proporción de estudiantes de ingeniería de toda la Unión.

Anónimo dijo...

-----No sirve de nada fabricar sin tener tegnología propia,esta noticia de última hora da la razón al primer comentario que he leido.(Pere) -----


La Administración estadounidense ha negado a España la licencia para vender aviones a Venezuela con tecnología norteamericana.

CNN+. Desde el Gobierno de George W. Bush se justifica esta decisión en que el Gobierno de Hugo Chavez, aunque elegido democráticamente en las urnas, no socava las instituciones democráticas y "contribuye a la inestabilidad de la región".

La situación se complica con la venta de doce aviones que se realizó entre España y Venezuela recientemente, y que ahora veta Estados Unidos. De hecho, el embajador de Washinton en España, Eduardo Aguirre, ya ha informado formalmente al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, que prohíbe que dichos aviones tengan tecnología de procedencia norteamericana.

Anónimo dijo...

No me gusta "cargar" contra los politicos, pero lo de los aviones es de una ignorancia supina que sobrepasa todos los limites.
Que vendan aviones a quien quiera, pero sabiendo lo que se esta haciendo. Al final, ademas de cornudos apaleados ya que deberán comprarse las piezas de marras mucho más caras y tal vez tendremos que pagar el desaguisado con nuestros impuestos. Fantástico''
Pero con las ideas de ese ministro con relación a su idea de España se aclara todo: "muy egpañol"
Otro si.
No se preocupen que Iran intente fabricar su bomba. Tarde o temprano seran bombardeadas sus instalaciones.
Lo preocupante será que pasará con su petroleo.
Pueden perfectamente enviarlo a India y China.
Tengo edad suficiente (si Dios me lo permite) para ver algo gordo en este asunto.
Lamentable pero real.

Anónimo dijo...

Me parece que lo de much ado about nothing, en realidad, se aplica al European Innovation Scoreboard 2005 mencionado por el Finantial Times del viernes. Tengo serias dudas de que la metodología utilizada permita poder afirmar nada útil o verdaderamente relevante sobre el estado de la Innovación en Europa. Es preocupante el escaso sentido crítico mostrado por el Finantial Times en esta cuestión.

Anónimo dijo...

Robert Fisk
ROSA REGÀS/
EL CORREO
Durante la guerra de Irak no sólo nos llegaba información de los medios de comunicación de España, en buena parte defensores de la postura del Ejecutivo del Partido Popular que gobernaba entonces, sino también de algunos periodistas españoles y extranjeros que hablaban desde el campo de batalla, es decir, desde Irak, que habían seguido las peripecias rocambolescas del emperador del mundo para justificar una guerra basada en una falsedad tras otra.

Entre los grandes pensadores, políticos y periodistas que nos informaron y nos siguen informando de los descalabros ideológicos de los invasores cabe citar entre otros al espléndido periodista Robert Fisk, que cada semana envió un artículo sobre la guerra a 'La Vanguardia', de Barcelona.

Ahora, casi tres años después, Robert Fisk llega a España para presentar su libro 'La Gran Guerra por la civilización: la conquista de Oriente Medio', que ha publicado Destino. Es un volumen de 1.500 páginas sobrecogedoras en la que Fisk nos habla de las guerras por la civilización en nombre de las cuales se mata, se desestabiliza un país, se destruyen sus museos, bibliotecas, viviendas e instituciones, y se detiene a infinidad de los miembros de la sociedad que en nombre de la lucha contra el terrorismo son torturados y mantenidos hacinados en prisiones, sin acusación, ni juicio previsible. Fisk nos habla de los sangrientos avatares de una zona en permanente conflicto desde hace años en una crónica que va desde Argelia, Irán, Israel y Palestina, a Afganistán e Irak, pasando por los atentados del 11 de septiembre de 2001, y cuyos protagonistas, todos ellos entrevistados por el autor, son los mismos de esta historias: Sadam Hussein, Jomeini, Sharon y Osama Bin Laden.

Una crónica periodística escrita por quien la vivió durante años, pero que es al mismo tiempo un relato histórico absolutamente documentado sobre lo que hemos vivido con estupor y pasión en las últimas décadas, y un testimonio de lo que es la vida de los corresponsales de guerra que han de enfrentarse al horror, al dolor y a la muerte y que tantas veces acaban siendo víctimas de la misma guerra que pretenden denunciar.

Pero tal vez lo más importante de este maravilloso libro es que nos desvela los misterios de una zona convulsa cuya cultura consideramos de segunda, y denuncia el pensamiento y la codicia de quienes, arrogándose el derecho de hablar en nombre de la civilización occidental, destruyen una parte del mundo con el único afán de dominarla.

Anónimo dijo...

¿Nos fuimos realmente de Irak?
JUANJO SÁNCHEZ ARRESEIGOR/HISTORIADOR ESPECIALISTA EN EL MUNDO ÁRABE
EL CORREO

Nos fuimos realmente de Irak? No es ésta una pregunta ociosa, a la luz de los recientes acontecimientos: Naves de guerra españolas deambulan por el Golfo Pérsico integradas en grupos de combate norteamericanos, colaborando en sus operaciones bélicas contra Irak, todo ello mientras Estados Unidos despliega su arrogancia prohibiéndonos venderle armas a Venezuela, pese a que ellos mismos venden muchas armas a este país; grupos islamistas reclutan en España a voluntarios para operaciones suicidas en Irak; el antiguo gobernador norteamericano de Irak publica un libro donde nuestras tropas son tratadas de vagos para arriba. Pero vayamos por partes.

El embrollo de la fragata española integrada en una fuerza aeronaval norteamericana es algo que necesita una explicación clara. Se podría argumentar que se trata de un gesto de apaciguamiento o una compensación a los norteamericanos por la retirada de nuestras tropas, pero semejante hipótesis tiene demasiados agujeros: Cuando la ofensa (la brusca retirada de nuestras tropas) es pública, la reparación ha de ser igualmente pública o carece de valor. Por otra parte, lo que Estados Unidos necesita por encima de todo son tropas de tierra. Las enormes sumas destinadas a defensa han terminado en los bolsillos de los contratistas de armamento, que le venden al ejército equipos cada vez más complejos y caros mientras que el total de efectivos disminuye. Éste es el gran punto débil del poderío militar norteamericano: mucha tecnología pero poca infantería. De esta manera es muy fácil invadir países pero muy difícil mantenerlos sometidos. La manía de la privatización a ultranza ha desmantelado los servicios auxiliares y la logística traspasándoselas a contratistas privados, léase mercenarios, supuestamente más eficaces pero en la práctica más caros, escasamente fiables cuando comienzan los tiros, todo ello en beneficio de unos pocos empresarios vinculados a la actual Administración.

En este contexto, se comprende que Paul Bremer exigiese a nuestras tropas en Irak que se involucrasen en los combates. Le hacían mucha falta esas tropas y cualesquiera otras que pudiera conseguir. Bremer disponía de 140.000 soldados cuando sus consejeros militares le decían que iban a necesitar medio millón. El Gobierno de Aznar intervino en Irak, entre otras razones, porque consideraba que España era una gran potencia y que debía tener una política exterior acorde con su elevado rango. Sin embargo, Aznar había creído las ensoñaciones de la Administración Bush, según las cuales los norteamericanos iban a ser recibidos como libertadores. Por lo tanto envió a nuestras tropas en una típica misión de paz, para tareas de reconstrucción y mantenimiento del orden. Lo que se encontraron fue una guerra a fuego abierto y un 'aliado' norteamericano que lo único que deseaba realmente de sus coaligados, españoles y británicos incluidos, era carne de cañón. Bush ignoró las quejas de Bremer, pues España era una de las pocas naciones de cierta importancia en la coalición, de manera que la presencia de nuestras tropas le suponía una importante baza propagandística aunque no luchasen.

Las afirmaciones de Bremer no son nuevas. Los militares ya habían explicado lo frías que se habían ido volviendo sus relaciones sobre el terreno con los norteamericanos a medida que los nuestros se negaban a participar en operaciones ofensivas contra los insurgentes. Por otra parte, no debemos olvidar que Bremer fue el principal responsable de desorganizar la ocupación norteamericana de Irak, despidiendo en bloque a todo el ejército y a toda la administración civil, dejando el país en el caos, empujando a miles de personas a la desesperación, sin mas opciones que lanzarse a la lucha. Un hombre con semejante historial debería quedarse callado en vez de atreverse a criticar a los demás.

Todas estas polémicas pueden resultar apasionantes, pero son poco relevantes. Mucho más grave es el reclutamiento de suicidas en España, pues estas redes ahora desmanteladas y otras similares, que sin duda existen o existirán pronto, al final mirarán a su alrededor y descubrirán que no merece la pena viajar miles de kilómetros para cometer el atentado cuando pueden hacerlo en la misma España. Que nos hayamos largado de Irak les dará igual. Ya buscarán otra excusa: Somos un país occidental, tenemos bases norteamericanas, relaciones diplomáticas con Israel, soldados en Afganistán, Al-Andalus es tierra islámica perdida, tenemos una fragata en el Golfo Pérsico, nuestro Gobierno ha dicho o ha hecho algo que no les ha gustado... ¿Qué más da!

Frente a esta amenaza, ¿qué defensa tenemos? No faltará algún bestia que resuelva el asunto con un método simple: echar a todos los musulmanes de España. Aun pasando por alto la viabilidad o la clamorosa injusticia de semejante barbaridad, daría igual. Los terroristas entrarían en España de forma clandestina o fingiendo ser de otra religión, o más fácil todavía: nos atacarían en el exterior, como en el atentado de Casablanca.

Sólo existe una forma de acabar con el terrorismo islamista: los propios musulmanes deben renegar de estas facciones fanáticas que no les ofrecen más que un callejón sin salida, pero tal cosa únicamente sucederá cuando el mundo islámico resuelva su actual crisis, abrace la modernidad con todas sus consecuencias y escape del subdesarrollo. Pero todo este proceso ha de ser endógeno. La democracia no puede imponerse por la fuerza desde el exterior. Con todo nuestro poder, lo mejor que podemos hacer los occidentales es no estorbar.
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Anónimo dijo...

Me parece muy interesenta los comentaros de Juanjo Sanchez, pero creo que su conclusión final no conduce a buen puerto en tanto que por efectos de la inmigración y el miedo a que se cierre o provoque un desabasteciemto de petróleo Europa esta siendo sacudida por el Islam.
El Islam dificilmente podrá resolver sus problemas y nosotros pagaremos, pagamos ya, sus consecuencia.
En 1542 (d.C) el Concilio de Trento marco el rumbo de la actual Iglesia Católica. 1435 años después del nacimiento de Mahoma, no parece que el Islam esté en condiciones de hacer algo parecido y en consecuencia se encuentra con grandes dificultades no necesariamente para adaptarse a Occidente sino para avanzar en el más amplio sentido y eso continuará ya que no existe una institución central capaz de encauzar la situación.
El Islam es una civilización. Es una religión que primero y antes que nada establece un sistema legal exclusivo que sumerge individuos, sociedad y pueblos con reglas de conducta. En consecuencia un musulmán debe comportarse según las reglas del Islam, las cuales son establecidas en el libro del Corán y difieren notablemente de las enseñanzas contenidas en la Biblia y en especial en los evangélios (base de la doctrina de la Iglesia católica).
Ni siendo benévolos podríamos reescribir, desde un punto de vista cristiano o laico, el párrafo anterior, aún antes del del Concilio de Trento. Pero no es, ni nunca fue así ya que el cristianismo inicio su expansión bajo unos pueblos que disponían ya de una Cultura heredada de Grecia y un Derecho Civil romano que regulaba la sociedad.
Es digno de reflexión y posiblemente debilidad política, el observar cómo una parte importante de la comunidad europea acepta, en nombre de la libertad de expresión, que se utilicen signos y símbolos del cristianismo de forma degradante, aún con las protestas de las autoridades eclesiásticas mientras que el “Tate Britain” retira una obra (God is Great) del artista John Latham que contenía alusiones al Talmud, la Biblia y el Corán. La retirada se justifica precisamente por las alusiones al Corán y por qué no decirlo, también al miedo europeo al terrorismo. En consecuencia, están ganando las primeras batallas sin ninguna reacción efectiva por parte de los políticos y la sociedad europea en general.
Nuestra sociedad acepta (algunas empresas) que los musulmanes paralicen su trabajo unos minutos para realizar sus oraciones diarias. ¿Qué dirían los progresistas si los católicos hicieran lo mismo a la hora del “Angelus”?
Los estados árabes aún no han firmado una declaración común de los Derechos Humanos.
Algunos estados árabes han intentado aplicar el laicismo, siendo diversos sus resultados. Posiblemente las clases más privillegiadas de esos estados se sienten laicas. Pero el resultado final, es que el islamismo esta creciendo.
La inmigración musulmana que recibimos, en general, es de un bajo nivel cultural y aferrado a un comportamiento social islámico, con independencia de cumplir o no los preceptos religiosos.
Que Bin Laden, en su primer mensaje, despues del atentado del 11-S en NY, reclamara para la nación árabe el Al Andalus es motivo de reflexión..
La actual Europa, para bien o para mal, esta muy descritianizada, no es fanática. Es tolerante. Es iconoclasta y es realmente grave que diversas encuestas realizadas en Gran Bretaña, indiquen que el 50% de los musulmanes residentes en dicho país no condenen el acto de terrorismo cometido en Londres.
Por todo ello comentaba al principio que no compartía el final del post en el sentido de “lo mejor que podemos hacer los occidentales es no estorbar”.
En mi opiníon y por más duro que parezca es necesario “occidentalizar” el Islam en Europa y la única forma pasa por que las prácticas religiosas se europeicen y ello significa, por ejemplo la predicación del islam en la lengua del territorio tal como en su momento realizo la Iglesia católica al renunciar al latín como lengua de culto.
¿Es eso discriminación? Entendemos que no. Es hacer que la inmigración musulmana comprenda el sentido de la pluralidad y la convivencia ya que no se puede actuar en una sóla dirección (la que ellos imponen).
Para mi la conclusión es obvia y dramática: no hay miedo al cristianismo (son “liberales” en sus creencias). Hay miedo a lo musulmán (son intransigentes en sus creencias).
Laicos y creyentes están claudicando vergonzosamente de sus raices culturales y como muy bien dice Oriana Fallaci, que de católica no tiene nada, “en el momento que abandonas tus principios y tus valores, en el momento que te ríes de esos principios y de esos valores, estás muerto, tu cultura está muerta,tu civilización está muerta.punto.
Saludos

Anónimo dijo...

El diario 'Avui' pide perdón por un texto sobre militares y alega que la Cope lo "malinterpretó"
El ministro de Defensa emplazó ayer al fiscal general a estudiar acciones legales tras recoger el malestar de varios mandos
ELPAIS.es / EP - Madrid / Barcelona
ELPAIS.es - España - 14-01-2006 - 09:46
“Un perdón amargo” ha pedido hoy el diario catalán Avui por medio de Iu Forn, el mismo autor que el pasado jueves firmaba un artículo titulado Manual del buen golpista en el que pedía que si los militares entran en Barcelona “recuerden que la ordenanza de civismo de Barcelona prohíbe la práctica de la prostitución en según qué supuestos. Por tanto, mejor que vengan sin sus madres”. El Ministerio de Defensa envió ayer un escrito a la Fiscalía del Estado en el que insta a posibles acciones contra el periódico. Tras una mañana de protestas de varios altos mandos del Ejército, el Jefe de Estado Mayor de la Defensa, Félix Sanz, había pedido al ministro, José Bono, que tomara medidas.

Después de solicitar un dictamen jurídico al respecto, Bono trasladó un escrito al fiscal, Cándido Conde-Pumpido, en el que solicitaba que estudiara si ese artículo podía ser constitutivo de delito. Además, el departamento de Comunicación del Ministerio de Defensa se dirigió al periódico para exigir una rectificación y disculpas. “Quizá un acto de contrición permita olvidar este incidente”, ha explicado a EL PAÍS una fuente de Defensa.

El incidente tiene lugar cuando el Ejército atraviesa un momento controvertido por las declaraciones del teniente general Mena (al que ayer el Gobierno relevó de su cargo de jefe de la Fuerza Terrestre) durante la Pascua Militar en relación con el proyecto de reforma del Estatuto catalán y sus consecuencias de ser aprobado como llegó en su día al Congreso de los Diputados desde el Parlamento de Cataluña. Precisamente ayer el PSOE y los partidos catalanes llegaron a un acuerdo sobre competencias que allana el camino hacia un pacto definitivo sobre la reforma.

El artículo publicado hoy se titula Hablaba de golpistas. En él, el periodista afirma que sus palabras han sido “sacadas de contexto”; según explica, todo comenzó cuando el programa La Mañana de la Cadena Cope “manipulaba” sus palabras. “Desde aquel momento, no he parado de recibir amenazas e insultos vía teléfono y vía correo electrónico. Dos de los correos eran de militares que me facilitaban su dirección. Hemos intercambiado mensajes y, hombre, amigos no nos hemos hecho, pero de los insultos iniciales hemos pasado a una correspondencia relativamente civilizada”, añade el articulista.

Respecto a “la frase en cuestión”, el autor “reconoce” que es “desafortunada” y por tanto pide perdón, pero un “perdón amargo” porque en su opinión se ha malinterpretado, puesto que sólo hacía referencia a los militares golpistas. “Me sabe muy grave que los militares no golpistas, gente que trabaja en misiones humanitarias y que, en algunos casos está arriesgando su vida, pueda pensar que me refería a ellos”. “¿Tan malamente están las cosas en este país” para que haya sido así?, se pregunta el articulista.

Anónimo dijo...

Comunicado de prensa de la Federación de Jóvenes Investigadores, FJI-PRECARIOS ----


“Precarios” en el debate del estado de la nación



Desde la Federación de Jóvenes Investigadores (FJI-Precarios), queremos resaltar lo que se ha hablado en el debate sobre el estado de la nación en referencia al sistema investigador y más concretamente a la situación de los jóvenes investigadores.



Según el gobierno de Aznar la investigación siempre ha sido una pieza clave en el desarrollo de España y así lo ha recordado durante el debate “la política científica es clave para crear bienestar y alcanzar el pleno empleo en España”. El presidente del gobierno ha dibujado una situación ideal, aunque mejorable, del panorama científico en España a lo largo de esta último año y ha resaltado las mejoras realizadas por el Ministerio de Ciencia y Tecnología (MCYT) entre las que destacó que “al concluir este año habremos superado el objetivo de incorporar 5000 nuevos investigadores dentro del programa Ramón y Cajal”. Esto es totalmente falso ya que el año pasado entraron por este programa 800 doctores y este año lo harán sólo 600. Una cifra muy inferior a la que dio el presidente del gobierno, al que desgraciadamente nadie se acordó de corregir durante el debate.



A pesar de las generosas palabras del presidente Aznar, la realidad es muy distinta y así se lo han recordado el resto de grupos políticos.



El secretario general de los socialistas, Rodríguez Zapatero mencionó la precaria situación de los jóvenes investigadores “la situación de nuestro sistema de investigación, es la que es, Sr Aznar, si hasta los becarios de investigación se llaman precarios de investigación, por la tardanza en recibir sus retribuciones, por la inestabilidad permanente que tienen en el sistema y por los datos que todos conocemos”.



Unos datos que aunque no enumeró el líder de la oposición, se los podemos recordar desde aquí:



- Lo jóvenes investigadores carecen actualmente de los derechos básicos que posee cualquier otro trabajador como son la Seguridad Social, las bajas por enfermedad o maternidad, el derecho a disfrutar de vacaciones, la prestación y el subsidio por desempleo, la cotización al sistema de pensiones, …



- En España, además de los becarios, hay una gran cantidad de jóvenes investigadores que trabajan a diario en universidades y centros públicos de investigación sin ninguna remuneración económica, ni seguro que cubra cualquier accidente.



- En el Real Decreto que proyecta el gobierno y que regulará los derechos y deberes del becario de investigación, se niega a estos el derecho a la prestación y el subsidio por desempleo, a pesar de que la FJI-Precarios ha demostrado desde hace tiempo la labor productiva fundamental que realizan los jóvenes investigadores dentro del sistema de investigación, algo que la ex-ministra Anna Birulés ha reconocido recientemente en el Senado. El colectivo de jóvenes investigadores figura como primer firmante de la mitad de los artículos científicos que publica España a nivel internacional y además está presente en el 90% de los mismos.



El Sr. Rodríguez Zapatero también ha recordado al presidente del gobierno que la productividad científica de España está lastrada por la falta de inversión en investigación y desarrollo y ha señalado que "España está a la cola en I+D en Europa por el abandono y por la falta de política de su gobierno. Gastamos e invertimos menos de la mitad de lo que hace la media europea”. También ha criticado la labor del MCYT durante este último año; “Usted ha tenido una gestión en el MCYT que ha sido un desastre reconocido por todo el mundo; los proyectos de investigación se han financiado tarde y mal, la aprobación de los mismos no ha llegado a las universidades, no se ha ejecutado el 30 % del presupuesto”.



El secretario general de IU, Gaspar Llamazares ha denunciado los retrasos en la financiación en los proyectos de investigación, así como el recorte de los fondos que se dedican a subvencionar a los investigadores. El Sr. Llamazares pidió explicaciones sobre la "desidia en la política de investigación” y recordó que “hace poco y ante el congreso, el Secretario de Estado del MCYT declaró que era “anecdótico” que los becarios y contratados no cobraran. Becarios precarios se llaman a sí mismos. Están comprometiendo ustedes el futuro de la investigación de este país”.



El Sr. Llamazares también incidió en la desastrosa gestión del MCYT “si ayer, decía Larra, escribir era llorar, hoy investigar es llorar. ¿Cómo puede haberse dejado sin gastar más del 60% de las transferencias corrientes y de capital?”



La FJI-Precarios coincide plenamente con los líderes de la oposición en sus críticas vertidas al gobierno por su nefasta política científica e invita al gobierno a rectificar su postura y a considerar, de una vez por todas, a los jóvenes investigadores como trabajadores de pleno derecho. Además consideramos que el PSOE, tan crítico con la situación de los becarios de investigación en el ámbito nacional, debería ser a nivel autonómico más coherente con el discurso de su secretario general y tomar medidas urgentes en las comunidades donde gobierna, con el fin de cambiar el sistema de becas por contratos de investigación.



Rogamos den la máxima difusión posible a esta noticia.

Atentamente

Federación de Jóvenes Investigadores (FJI/Precarios) --------- www.precarios.org



Para mas información:

- Gonzalo Macho Rivero (Coordinador Medios): 652 262886 986 500155 gmacho@cimacoron.org

- Carlos Peña Garay (Presidente de FJI-Precarios): 639 925466 penya@hal.ific.uv.es

Anónimo dijo...

Mis encuentros con Bin Laden-Roebrt Fisk

Buscar ahora a Bin Laden es tan útil como detener a los científicos nucleares tras la creación de la bomba atómica. Ésa es la cuestión. Bin Laden ha creado Al Qaeda. Su trabajo está hecho. Es de Al Qaeda de lo que debemos ocuparnos. Que le detengan, por supuesto, pero reconozcamos que ya no tiene importancia. El monstruo que engendró ya ha nacido.

DOMINGO - 15-01-2006

Sigue teniendo alguna importancia? Cada vez que veo en los vídeos granulosos esos rasgos tan familiares -los ojos hundidos, la barba canosa, el rostro afilado y aguileño, la fina media sonrisa- me hago esa pregunta.

Los occidentales necesitamos tener malos: Nasser, Gaddafi, Abu Nidal, Jomeini, Bin Laden, el mulá Omar, Sadam... A algunos hemos ayudado a crearlos -Nasser, Gaddafi, Bin Laden, Sadam-, mientras que otros han nacido de los hielos de guerras más antiguas, derivadas de la II Guerra Mundial, como Radovan Karadjic y Ratko Mladic. Algunos fallecen por enfermedad o por ancianos: Nasser, Abu Nidal, Jomeini. Otros se transforman en hombres de Estado después de toda una vida de parias -Gaddafi-, y a unos pocos los capturamos: Sadam.

Sin embargo, creo que Karadjic y Mladic, símbolos del mal en Europa, son figuras más importantes en nuestra lista de enemigos que el hombre al que conocí hace doce años en el desierto de Sudán, con unos dedos que recorrían, nerviosos, el forro de su túnica blanca, y una mente que revoloteaba como un insecto sobre la historia de su épico combate contra el Ejército soviético en Afganistán. Sí, es verdad que los atentados en Madrid son un crimen de Bin Laden en España. ¿Pero podríamos demostrar en algún tribunal internacional que aprobó personalmente aquella atrocidad? Que su criatura, Al Qaeda, mató a todos aquellos inocentes es algo que está fuera de toda duda. ¿Pero sabía él de antemano lo que iba a ocurrir? ¿Cambiaría algo, a estas alturas, que se le capturase?

Qué inocentes éramos todos a principios de los noventa. Yo sabía, desde mucho antes de conocer a Bin Laden, que había dirigido las legiones árabes contra los soviéticos en Afganistán en 1979. Los saudíes querían que asumiera ese papel uno de sus príncipes, pero, por desgracia, los miembros de la Casa de Saúd preferían los placeres de Niza al martirio en Kandahar, de modo que Bin Laden les sustituyó, como sustituyó a la CIA en la batalla islámica contra los infieles de la URSS. En aquella batalla perdió, al menos, a 500 hombres; su fosa común se encuentra hoy cerca de la frontera paquistaní. Posteriormente conocí al jefe del comando ruso que había estado encargado de capturar o asesinar a Bin Laden. Tuvo tan poco éxito como después han tenido los estadounidenses.

La génesis del "terror"

Ahora volvemos la vista atrás y aseguramos que ya se veía la génesis del "terror" -vamos a conservar la palabra entre comillas, puesto que Bush la ha convertido en una forma de puntuación- en aquellos primeros días de resistencia contra el Imperio Soviético. Pero, para millones de árabes, Bin Laden, en su guerra contra los rusos, se transformó en el Lawrence de Arabia del mundo musulmán. Asqueado por las violaciones, los pillajes y las matanzas de la guerra civil entre muyahidin que siguió a la retirada rusa, Bin Laden se fue de Afganistán en 1988, y halló un nuevo papel que desempeñar cuando Sadam invadió Kuwait, en 1990. Rogó a los saudíes que le dejaran encabezar su legión árabe contra el ejército iraquí para liberar el emirato. Pero no, el rey Fahd prefirió que fuera EE UU quien liberara Kuwait y protegiera los lugares sagrados del islam.

Aquello no era mera herejía. Aquello era una traición. Por eso el Bin Laden al que conocí en el desierto de Sudán era un hombre airado, suspicaz, solitario. Nunca había hablado con un periodista occidental. Aguardaba mis preguntas sobre el "terrorismo" y estaba irritado porque un viejo camarada saudí, que se había hecho periodista, le había obligado a recibirme, cuando lo único que deseaba era disfrutar de la gratitud de los habitantes de Almatig, encantados con él porque había construido una nueva ruta para enlazar su remota aldea con la carretera entre Port Sudán y Jartum. ¿Qué podía decirme de Afganistán?, le pregunté. ¿Y de la guerra contra los soviéticos? Bin Laden se sorprendió. Pensaba que le iba a preguntar sobre el "terror" -cosa que hice más tarde-, y se encontró con que quería que hablara de su guerra contra los infieles bolcheviques.

"Lo que viví en los dos años que pasé allí", me dijo, "no habría podido vivirlo aunque hubiera estado cien años en otro lugar. Cuando comenzó la invasión de Afganistán, me indigné y acudí inmediatamente; llegué a los pocos días, antes de que acabara 1979, y seguí yendo una y otra vez durante nueve años. Me indignó la injusticia que se había cometido contra el pueblo de Afganistán. Me permitió darme cuenta de que la gente que se hace con el poder en el mundo utiliza ese poder, con nombres diferentes, para sojuzgar a otros y obligarles a aceptar sus opiniones. Es verdad que luché, pero mis hermanos musulmanes hicieron mucho más que yo. Muchos murieron, y yo sigo vivo. Nunca tuve miedo a la muerte. Los musulmanes creemos que, cuando morimos, vamos al cielo. Antes de una batalla, Dios nos transmite tranquilidad. En una ocasión, me encontraba a sólo 30 metros de los rusos, que estaban intentando capturarme. Me estaban bombardeando, pero sentía tal paz de espíritu que me dormí. El tiempo que pasé en Afganistán fue la experiencia más importante de mi vida".

No hay duda de que fue la experiencia formativa en la vida de Bin Laden. Si se podía destruir el Imperio Soviético con tanta facilidad, ¿qué otra cosa sería capaz de resistirse al poder del islam militante, la bendición otorgada por la "tranquilidad" en la fe, la "paz de espíritu" que surgía en combate? Hay en la naturaleza de Bin Laden un elemento de ingenuidad, de infantilismo, que seguramente él confundió con inocencia.

Bin Laden siempre hablaba de sueños. ¿Acaso el propio profeta no recibió el mensaje de Dios en un trance, dentro de una cueva, una cueva no muy distinta a aquella en la que Bin Laden iba a ocultarse, meditar y predicar durante las guerras afganas, primero contra los rusos y luego contra los estadounidenses en 2001? Una vez, en 1997, Bin Laden me dijo una cosa escalofriante: que "uno de nuestros hermanos" había "tenido un sueño" en el que había visto a Robert Fisk a caballo, con barba, como una "persona espiritual". Yo llevaba una túnica, me dijo. "Eso significa que eres un verdadero musulmán". Era un mensaje aterrador, un intento de que quería reclutarme. No, respondí, yo no era musulmán, sólo un periodista cuyo trabajo consistía en contar la verdad. Pero entendí perfectamente hasta qué punto una afirmación así podía afectar a otras personas, musulmanes conversos, procedentes de otras confesiones o incluso otras sociedades. De Gran Bretaña, de Francia, de España...

Creencias políticas y religiosas

Porque, dentro del sistema de creencias políticas y religiosas de Bin Laden -era difícil separar las dos cosas y, en el islam, es prácticamente imposible-, existía una combinación única de ideas militares y teológicas, la debilidad de un ejército enemigo y la fuerza de una convicción religiosa. La transmisión de estos dos temas a una población envuelta en la injusticia y el sufrimiento históricos permitiría crear, tal vez, un instrumento de posibilidades casi nucleares. En nuestra segunda entrevista, en un desierto afgano en 1996, Bin Laden pasó la mitad del tiempo destacando la corrupción de la familia real saudí -cómo había mentido a la población árabe al prometerle una umma, y cómo basaba su poder en el dinero y la inmoralidad- y la capacidad de sus guerrilleros para vencer a EE UU. Me reveló que sus hombres se habían enfrentado a las fuerzas estadounidenses en Somalia -era la primera vez que lo reconocía-, y que éstos no eran más que unos "tigres de papel" (empleó literalmente el viejo término comunista chino) sin moral de combate.

Era una noción peligrosa, pensé entonces. Estados Unidos en medio del caos de Somalia no sería lo mismo que EE UU si atacaban su territorio. Y sin embargo, en retrospectiva, veo ahora con mis propios ojos -en Irak- que esas mismas fuerzas sufren derrotas aplastantes y también -como los rusos- en Afganistán, mientras que los talibanes llevan a cabo un regreso lento pero inevitable. Y en esos vídeos que nos llegan todavía de Bin Laden veo ahora a un hombre distinto al islamista al que entrevisté en Sudán y Afganistán, un hombre más vanidoso que hoy lleva túnicas bordadas y que hace sermones más enraizados en la historia, en la "tragedia" de Andalucía, en el acuerdo Sykes-Picot y el Tratado de Sèvres, en los pactos occidentales que desmembraron el Oriente Próximo musulmán y destruyeron el último califato.

La última vez que hablé con Bin Laden, en un campamento guerrillero en lo alto de una montaña afgana -construido por la CIA durante la guerra contra la URSS-, estaba poseído por la necesidad de luchar contra EE UU. Cuando hablaba, los seguidores de Al Qaeda presentes en nuestra tienda bebían cada palabra como si se tratara de un mesías. "Creemos que nuestra lucha contra América será mucho más sencilla que contra la Unión Soviética", declaró. "Desde esta montaña deshicimos el Ejército ruso y destruimos la URSS. Y pido a Dios que nos permita convertir a Estados Unidos en una sombra de sí mismo".

Ha llegado el momento de avanzar deprisa en mi vídeo mental. Es el 11 de septiembre de 2001. Estoy volando de Europa a EE UU cuando, a través del teléfono por satélite del avión, me cuentan desde The Independent en Londres que unos secuestradores han estrellado cuatro aviones de pasajeros en EE UU, dos de ellos contra el World Trade Center de Nueva York. En nuestro avión no sabemos de dónde procedían los aparatos fatídicos. ¿De África, o de Latinoamérica, o de Europa, como nosotros? El sobrecargo y yo nos paseamos en busca de pasajeros cuyo aspecto no nos agradara. Yo tomé nota de los números de asiento de 13 personas, dos de ellas en clase preferente. Y no tardé más que unos minutos en darme cuenta de lo que significaba aquello. Todos los que no me habían gustado eran musulmanes. Estaban leyendo el Corán, o daban vueltas en la mano a unas cuentas, o tenían barba, o me miraban con suspicacia porque yo les miraba con suspicacia a ellos. Había clasificado a los pasajeros de mi avión por su raza. En sólo unos minutos, el sociable y liberal Robert Fisk se había vuelto racista. Lo cual me hizo llegar a la conclusión de que uno de los propósitos de Bin Laden era, no causar la división entre los musulmanes y Occidente, sino entre inocente e inocente y, de esa forma, hacernos culpables a todos.

De nuevo en Europa -EE UU cerró su espacio aéreo-, fui a mi hotel y encendí la televisión; las Torres Gemelas caían una y otra vez, en aquella epopeya bíblica de humo, polvo y niebla. Y entonces me acordé de mi último encuentro con Bin Laden y de sus últimas palabras. En las imágenes del televisor, Nueva York era verdaderamente "una sombra de sí misma". Las imágenes eran el mensaje y el acto era el mensaje, igual que los atentados de Bali, Madrid y Londres serían mensajes de los que nadie se responsabilizaría.

Historias falsas

Como de costumbre, los políticos y los periodistas estadounidenses crearon una historia falsa para presentárnosla. Cada vídeo de Bin Laden iba seguido de las mismas preguntas. ¿Era verdaderamente él? ¿Cuándo se había grabado? ¿Estaba enfermo? ¿Dónde estaba ahora? ¿Estaba aún con vida? Lo que hacíamos poco era prestar atención a sus palabras. Sólo cinco semanas después de la invasión ilegal de Irak por parte de Occidente, en 2003, Bin Laden hizo un llamamiento a los musulmanes iraquíes a aliarse con los "socialistas". Predecía la caída de Sadam, pero recordaba la alianza de persas musulmanes y no musulmanes contra los cruzados del siglo XII en Oriente Próximo. Ahora, los musulmanes y los "socialistas" -pese a insistir en que éstos seguían siendo "infieles"- podían aliarse contra los nuevos "cruzados" americanos. Éste fue el detonante que unió a Al Qaeda y los rebeldes procedentes del antiguo Ejército iraquí en una guerrilla demoledora tras la ocupación estadounidense, en el conflicto que hoy está acabando con los sueños de Washington. Sin embargo, no supimos escuchar lo que decía Bin Laden. Aquella cinta era la pista fundamental sobre lo que iba a ocurrir cuando Occidente ocupara la histórica tierra de Irak.

Visión hollywoodiense

Y todavía seguimos en la visión hollywoodiense de la existencia de Bin Laden -¿está vivo?, ¿cuándo le capturarán?- en vez de examinar su verdadera importancia. Porque Bin Laden ha dejado de ser importante. Podemos encarcelar a un periodista, en parte, porque se ha entrevistado con Bin Laden -¿qué ocurrirá, me pregunto alegremente, cuando llegue a Madrid a hablar de mi nuevo libro, yo que me he entrevistado con él en tres ocasiones?-, pero todo esto no tiene ningún sentido. Buscar ahora a Bin Laden es tan útil como detener a los científicos nucleares después de la creación de la bomba atómica. Ésa es la cuestión. Bin Laden ha creado Al Qaeda. Su trabajo está hecho. Ahora es tan irrelevante como los científicos que lograron la fisión del átomo. Es de Al Qaeda de lo que debemos ocuparnos. ¿Lo hacemos mediante la búsqueda de la justicia para Oriente Próximo? ¿O mediante la eterna "guerra contra el terrorismo", contra los enemigos de EE UU, que nos prometió Bush? ¿Le dejamos que siga contando impunemente la mentira de que el 11 de septiembre de 2001 "cambió para siempre el mundo"?

¿O nos negamos a permitir que 19 asesinos árabes cambien mi mundo? Éstas son las preguntas que debemos hacernos en las próximas semanas, meses y, tal vez, años. ¿Dónde está Bin Laden? Que le detengan, que le sometan a juicio -un juicio justo en un tribunal internacional, no un tribunal irregular como el que juzga a Sadam-, pero reconozcamos, por lo menos, que ya no tiene importancia. El monstruo que engendró ya ha nacido.

Robert Fisk es corresponsal en Oriente Próximo de The Independent . Su nuevo libro, La gran guerra por la civilización. La conquista de Oriente Próximo , se pone a la venta el 17 de enero en castellano (Destino) y catalán (RBA). Traducción de M. L. Rodríguez Tapia.

Anónimo dijo...

La decisión del Gobierno de Zapatero de vender a Venezuela doce aviones militares tendrá consecuencias graves para la continuidad de la empresa EADS-CASA. Tal y como informa el diario ABC, la compañía española sufrirá las represalias del Gobierno estadounidense que la dejará fuera de los tres macroconcursos militares que suman 18.000 millones de euros, frente a los 500 millones de pérdidas del contrato con Venezuela. Por ello, fuentes industriales están seguras de que la empresa prefiere pagar indemnizaciones y rescindir los acuerdos.

Anónimo dijo...

"Publier ou périr." Telle est l'injonction faite aux quelque 5 millions de chercheurs recensés de par le monde. S'ils ne transcrivent pas leurs résultats dans des revues scientifiques, ceux-ci ne seront pas connus de leurs pairs ni, a fortiori, du grand public. Reconnaissance, avancement et attribution de crédits dépendent de ces journaux, et des comités de lecture dont se sont dotés les plus sérieux pour trier le bon grain de l'ivraie.

L'affaire Hwang — ce vétérinaire sud-coréen qui avait truqué ses tentatives de clonage humain — vient de rappeler de cruelle manière que ce processus de sélection mis en place par les grandes revues scientifiques, aussi rigoureux qu'il puisse paraître, pouvait connaître des ratés retentissants. Elle n'est pas sans précédent : en 2002, les célèbres Bell Labs (Lucent Technologies) se séparaient d'un physicien, Hendrick Schön, coupable d'avoir contrefait des résultats qui promettaient, dans les revues anglo-saxonnes Science et Nature notamment, de révolutionner la supraconductivité et l'électronique moléculaire. M. Schön avait accumulé honneurs et financements avant qu'on s'interroge sur la véracité de ses observations. Parfois, comme avec la "mémoire de l'eau", expérience du Français Jacques Benveniste publiée dans Nature mais jamais prouvée, le chercheur ne jouit même pas d'une période de grâce avant d'être mis au ban par ses pairs.

Ces scandales mettent-ils en cause le mode de fonctionnement des publications scientifiques, et leur relais dans les médias généralistes ? Sont-ils au contraire le signe de la vitalité de la science, dont la culture de reproduction des dispositifs expérimentaux assure que tricheurs et incompétents seront rapidement démasqués ? Leurs éditeurs envisagent en tout cas de renforcer les vérifications lorsque le sujet est sensible. Et de modifier la politique de signature des articles, pour responsabiliser chacun, indiquait récemment Donald Kennedy, rédacteur en chef de Science (Le Monde du 12 janvier).

Reprenons le circuit d'un article scientifique. Lorsqu'un chercheur ou une équipe de recherche estiment avoir obtenu un résultat intéressant, ils le formalisent dans un texte. En principe, les collègues et la hiérarchie sont les premiers lecteurs. "Le premier niveau de contrôle, c'est le labo", assure le neuro-endocrinologue et membre du Comité national d'éthique Claude Kordon, à qui il est arrivé de débusquer des "lissages" de données visant à les rendre plus significatives. Même Isaac Newton, avec ses équations, ou Gregor Mendel, avec ses lignées de petits pois, semblent, en leur temps, avoir succombé à cette tentation.

Ces "arrangements" ne sont pas exceptionnels : un questionnaire anonyme, adressé à 3 000 chercheurs des National Institutes of Health (NIH) américains, a montré qu'un tiers d'entre eux avaient adopté des comportements non déontologiques (Le Monde du 10 juin 2005). Si 0,3 % seulement avouaient avoir purement et simplement falsifié des données, 6 % reconnaissaient n'avoir pas présenté des résultats contredisant leurs observations !

Le second niveau de contrôle sera exercé par la revue à laquelle l'article est adressé. Le chercheur a le choix : dans son livre Au fond du labo à gauche (Seuil, 2004), le journaliste Edouard Launet rappelait qu'il existe 200 000 revues scientifiques et techniques dans le monde, qui publient 25 millions d'articles par an, soit "environ 100 000 communications par jour ouvrable". Seule une fraction de cette masse d'informations est passée au crible de comités de lecture. Là, l'article sera évalué par des relecteurs de haut niveau, les referees, chargés de débusquer l'anomalie, l'erreur de raisonnement, intentionnels ou non. Des expériences complémentaires peuvent être demandées. Anonymes et bénévoles, les referees travaillent rapidement, afin de ne pas retarder la publication de résultats, dans un environnement fortement concurrentiel entre ces revues et entre les scientifiques eux-mêmes.

Rédacteur en chef du mensuel Neuroendocrinology, diffusé à 6 500 exemplaires, M. Kordon a ainsi constitué un vivier de plus de 500 évaluateurs, qui rejettent environ la moitié des articles soumis et mettent en moyenne 45 jours pour les examiner. Certaines revues sont plus sélectives encore : en 2004, Nature a publié 869 articles, sur les 9 943 qui lui avaient été soumis. Sa rédaction, constituée d'une trentaine de journalistes spécialisés, fait un premier tri, puis passe le relais aux referees.

Pour les chercheurs, surmonter cette épreuve de sélection est une consécration. Avec Science, Nature bénéficie du facteur d'impact le plus élevé, ce qui signifie que les articles qui y sont publiés sont généralement les plus cités par la suite dans la littérature scientifique. Début 2005, une étude portant sur 11 disciplines et sur la période 1999-2004 avait, à chaque fois, placé Science, émanation de l'Association américaine pour l'avancement des sciences (AAAS) et Nature, basée à Londres, aux deux premières place. De nouveaux venus, comme PLoS Biology, un journal dont l'accès en ligne est gratuit, créé en 2003, viennent bousculer cette hiérarchie ; mais les processus de sélection restent les mêmes.

Point de convergence pour les chercheurs, les grandes revues le sont aussi pour les journalistes. Ceux-ci n'ont en effet pas les moyens, conceptuels et matériels, de vérifier les assertions des scientifiques. Avec l'avènement d'Internet, les journaux scientifiques ont accru leur audience auprès des médias généralistes : des portails se sont constitués, qui diffusent leurs sommaires auprès des journalistes. Avec quelques jours d'avance sur la publication réelle, ceux-ci peuvent prendre connaissance de l'intégralité des articles, "faire leur marché" et préparer leur propre couverture de ces résultats — quitte à solliciter d'autres spécialistes pour obtenir des avis autorisés complémentaires.

Les grandes revues dictent donc largement l'agenda scientifique. Celui-ci n'est cependant pas déconnecté des débats politiques ou sociaux. Si tant d'articles ayant trait au réchauffement climatique ont été publiés ces derniers mois, ce n'est pas seulement parce que les signes de sa réalité s'accumulent. C'est aussi parce que les climatologues doivent impérativement publier leurs résultats s'ils veulent qu'ils soient intégrés dans le prochain rapport des Nations unies sur le sujet.

Il n'y a pas de véritable scoop en matière scientifique. Le journaliste qui "grillerait" l'embargo défini par les revues risquerait d'être privé de l'accès privilégié à ces données. Celui qui s'aventure à annoncer une percée avant toute publication scientifique court un péril plus grand encore : la fusion froide de Pons et Fleischmann, présentée en 1989 comme une révolution par le Financial Times, n'a jamais été reproduite de façon convaincante. Et personne n'a vu les clones des raéliens...
Hervé Morin-Le Monde.

Anónimo dijo...

Gérard said...

Sr. Foix, Usted no tiene pérdida. cada vez que dice algo es para...ya se imagina.

Para empezar EUA desde 1980 están a la baja en lo que se refiere a licenciados en carreras científicas y técnicas. Hoy en día con un país dedicado a los servicios y a deslocalizar industria esta es más fácil de importar. EUA ya perdió la batalla en los 90 en el microchip con Japón. Infórmese, que yo lo estoy. El porcentaje de graduados universitarios supera en muchos países europeos el 10% de la población (en Suecia y en Finlandia alcanzan el 30%)y en EUA es apenas del 8%. Hoy en día es más interesante en EUA hacer un MBA o una carrera de leyes para controlar las deslocalizaciones. La principal razón de que allí no haya tantos ingenieros es obvia, frente a una Europa y Japón eminentemente industriales, supone allí este sector el 11% del mercado de trabajo. Aparte es contradictorio su artículo: Dice que llegaremos a su nivel en 50 anyos, lo cual no es cierto, pues los superamos en varios sectores (automóvil, aeronáutico, naval, acero, químico)y aparet un contrasentido pues si los alcancermos quiere decir que vamos ganando terreno. No se fíe tanto de la prensa y no cite tanto a Shakespeare, Disraeli y Washington que cansa y aparte resulta un poco pedante y patético. Parece además que lo único que le interese (o conozca) sea eso.

Anónimo dijo...

Gérard...

Otra cosa en lo que se refiere a Espanya el autor tiene toda la razón, pero eso es atribuíble a la corrupción política, la ineficacia de los políticos salidos del retraso (generación o era Franco)que no tienen idea de nada, ni siguen estrategia alguna y que han malgastado el dinero europeo en infraestrucuturas. Otros países como Irlanda han recuperado terreno desde la cola mientras nosotros nos dedicamos a paletas (infraestucturas) y a embellecer nuestro mobiliario urbano o a chorradas de mucho ruido y pocas nueces como foros. Tenemos universidades que no concerdan con uestras necesidades que son casi nulas pues importamos la tecnología de otroa países, sin crear apenas patenets y haber abandonado o vendido nuestros sectores necesitados de llea como el automóvil, industria naval, etc.

Anónimo dijo...

Gérard...

Otra cosa en lo que se refiere a Espanya el autor tiene toda la razón, pero eso es atribuíble a la corrupción política, la ineficacia de los políticos salidos del retraso (generación o era Franco)que no tienen idea de nada, ni siguen estrategia alguna y que han malgastado el dinero europeo en infraestrucuturas. Otros países como Irlanda han recuperado terreno desde la cola mientras nosotros nos dedicamos a paletas (infraestucturas) y a embellecer nuestro mobiliario urbano o a chorradas de mucho ruido y pocas nueces como foros. Tenemos universidades que no concerdan con uestras necesidades que son casi nulas pues importamos la tecnología de otroa países, sin crear apenas patenets y haber abandonado o vendido nuestros sectores necesitados de ella como el automóvil, industria naval, etc.

Anónimo dijo...

Gérard...

Otra cosa en lo que se refiere a Espanya el autor tiene toda la razón, pero eso es atribuíble a la corrupción política, la ineficacia de los políticos salidos del retraso (generación o era Franco)que no tienen idea de nada, ni siguen estrategia alguna y que han malgastado el dinero europeo en infraestrucuturas. Otros países como Irlanda han recuperado terreno desde la cola mientras nosotros nos dedicamos a paletas (infraestucturas) y a embellecer nuestro mobiliario urbano o a chorradas de mucho ruido y pocas nueces como foros. Tenemos universidades que no concerdan con uestras necesidades que son casi nulas pues importamos la tecnología de otroa países, sin crear apenas patenets y haber abandonado o vendido nuestros sectores necesitados de ella como el automóvil, industria naval, etc.

Anónimo dijo...

good info